Marbella: El Comentario de la Semana 315
Marbella presume de músculo: seguridad blindada, hoteles llenos y mantenimiento escolar a dieta.
Marbella cerró noviembre con un parte de victoria que haría sonreír a cualquier concejal de Turismo: más de 42.000 visitantes, hoteles por encima del 54% de ocupación y un tipo de turista que no solo duerme, sino que consume. Laura de Arce, con datos del INE bajo el brazo, pudo apuntarse el tanto: Ironman, congresos internacionales y citas globales han convertido un mes tradicionalmente gris en un escaparate rentable. No es solo que vengan más; es que dejan más dinero. En la economía local, ese matiz lo cambia todo. En el capítulo de la seguridad, la protagonista indiscutible es Ángeles Muñoz. El presupuesto de la Policía Local para 2026 alcanza los 31 millones de euros, casi el 9% del gasto municipal. La alcaldesa ha hecho de la seguridad un eje central de su relato político: más agentes, más tecnología, más presencia. El mensaje es claro y repetido con convicción. Más discreta, aunque constante, es la historia de los colegios. Diego López pone sobre la mesa 1,7 millones de euros repartidos en 111 actuaciones, lo que deja una media de unos 15.000 euros por intervención. No hay grandes revoluciones educativas, pero sí muchas pequeñas mejoras: arreglos, seguridad, accesibilidad, mantenimiento. Es la política del destornillador más que la de la excavadora. Nadie cortará cintas espectaculares, pero tampoco se caerán techos. En el fondo, Marbella se mueve entre el gol turístico, el músculo policial y el mantenimiento escolar: una ciudad que presume cuando puede, invierte cuando quiere y repara cuando toca.






