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Por Humberto Vacaflor Ganam 26 de octubre de 2025
Tuto Quiroga ha ofrecido todo su apoyo al nuevo gobierno, pero con una condición: que sea “a cambio de nada”, lo que ha dejado mudo a Rodrigo Paz. La condición alude al peor error cometido por la “democracia pactada”, esa que llevó a que ganara el MAS en 2005 y trajera los dos decenios de dictadura. Gonzalo Sánchez de Lozada fue el último operador de la democracia pactada porque tuvo tantos ministerios como aliados tenía en su coalición, y todos los viceministerios que le exigían sus aliados. Un gobierno que no se había propuesto atender los problemas del país, sino satisfacer la ansiedad de pegas de los partidos aliados. Los ministros no eran elegidos por sus aptitudes, sino por el partido al que representaban, y los viceministros eran contados partes de una grosera repartija. Ese espectáculo es el que ayudó a la mafia del cocalero, que aludía a la democracia pactada como el gobierno de lo “neoliberales”. Y no tenían nada de neoliberales esos ministros y viceministros y todos los “pactados”, porque simplemente buscaban pegas. Tan mal estaba el país que la gente se resignaba ante el triunfo del cocalero pensando que no duraría mucho en el cargo. Un chiste de aquellos días decía: “si los paceños no pudieron gobernar el país, será difícil que lo hagan sus pongos”. La sorpresa fue que esos pongos resultaron ser los socios de una gran y poderosa transnacional, la del narcotráfico, que ahora está jugando a la geopolítica en la región en defensa de Nicolás Maduro. Tenían un programa de gobierno esos pongos, un plan para anular la economía legal e imponer la ilegal, para convertir a Bolivia en el Afganistán de Sudamérica. Además, el gobierno del cocalero se propuso, y lo logró casi totalmente, destruir todas las instituciones de la democracia boliviana. Probablemente a eso se refiere Tuto Quiroga cuando aclara que su apoyo al nuevo gobierno será “a cambio de nada”, algo que quizá no les guste a algunos de sus seguidores. Lo que pone al nuevo gobierno en la necesidad de tener un buen gabinete, compuesto por gente capaz o, como se suele decir, por gente idónea. El país está en terapia intensiva después de veinte años de despiadada flagelación y hace falta un buen equipo de profesionales capaces de ayudarlo a ponerse de pie, y caminar. Está prohibido jugar a la demagogia o al populismo. Si el nuevo presidente tenía esas intenciones, las deberá archivar. La comunidad democrática mundial ha saludado la derrota del MAS. Y, de paso, al gobierno que viene a restablecer la democracia en Bolivia. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de LatinPress.es vacaflorhumberto@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®
Por Humberto Vacaflor Ganam 19 de octubre de 2025
El MAS se está despidiendo del país como corresponde, a su manera, en su estilo, para que nadie lo confunda, de tal modo que no exista jamás ni siquiera el más mínimo intento de volverlo a poner a cargo del país. No es fácil elegir cuál será el primer carro alegórico de este desfile de salida, de esta parada repleta de pecados, o delitos, cometidos en estos veinte años de saqueo del país. Que el país no tenga ni gasolina ni diésel ni dólares, y pronto ni siquiera gas natural, es lo que ve la gente como exhibición suficiente de la ineptitud y corrupción de un partido. Pero había que organizar la despedida, la parada de cierre, el cambio y fuera para siempre. Hay que dar a César lo que es del César y admitir que Luis Arce encabeza el desfile de cierre con su negativa a reconocer al hijo que tuvo con una empleada pública, concebido en el piso 24 de la “Casa del Pueblo”, como el partido decidió llamar a un mamotreto horrible construido en la Plaza Murillo de La Paz. La segunda carroza de este desfile es para el hijo del presidente, Marcelo, acusado de haber golpeado a una señorita que fue su concubina. Y luego haberse dado a la fuga, mientras compraba propiedades agrícolas con dinero que los bancos privados le prestaban debido a su condición de hijo del presidente. Y después viene el suicidio, supuestamente, de un vicepresidente de ENTEL, que optó por darse una sobredosis de cocaína, pero tomando las precauciones para que nadie sepa los motivos de su decisión de quitarse la vida. Entonces llega el turno del presidente de YPFB, acusado de haber importado, pero además reexportado, volúmenes desconocidos de gasolina y diésel. Es decir haber reexportado combustibles que habían sido comprados de manera irregular, con precios inflados, y luego haberlos vendido al exterior cuando en el país faltaban esos combustibles para que la economía funcione. Y está el exzar antidrogas del gobierno del cocalero Morales, general Maximiliano Dávila, ahora en Estados Unidos. decidido a informar cómo es que funcionan los cárteles del narcotráfico que operan en Bolivia. Esto equivale a admitir que el MAS sólo fue un operador del narcotráfico en Bolivia, que todo lo que hizo fue para beneficia r a esa actividad ilícita. Si se construyó una planta de urea en el Chapare fue para favorecer el transporte de la droga hacia las fronteras con Brasil y Argentina. Y el Estado boliviano al servicio de cártel del Chapare también con el tema del ripio, que se usa todavía ahora como cobertura de la droga que se envía a la frontera. El desfile del oprobio, en suma. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de LatinPress.es vacaflorhumberto@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®
Por Humberto Vacaflor Ganam 12 de octubre de 2025
Si el presidente es inmoral, hay que destituirlo. Y lo mismo si se trata de “la” presidente, como ocurrió en Perú con Dina Boluarte. Los parlamentarios peruanos debieron crear una figura que no estaba en las leyes y menos en la constitución para dictar la destitución. Eso de que tiene “incapacidad moral” para ser presidente no figura en ninguna constitución, pero los peruanos la han usado por segunda vez, y muestran que es pertinente. Los últimos once presidentes peruanos llegaron al cargo y luego lo abandonaron por razones especiales, que deberían ser tomadas en cuenta por otros países. Alberto Fujimori llegó al poder en 1990 después de derrotar a Mario Vargas Llosa, quien decidió, como castigo a sus ciudadanos, hacerse español. Fujimori derrotó a la guerrilla Sendero Luminoso, pero luego cerró el parlamento, fue destituido y enviado a la cárcel. Alejandro Toledo, sospechoso de ser boliviano, asumió en 2001 pero luego se descubrió que recibió un soborno de Odebrecht, lo que le obligó a huir. Ahora está en Estados Unidos, pero la justicia peruana tramita extraditarlo. Alán García asumió en 1985 y luego en 2006, pero fue acusado de corrupción. Era un excelente orador. No aceptaba ser llevado a la justicia y en abril de 2019 se pegó un tiro. Ollanta Humala asumió en 2011 pero otra empresa brasileña, Odebrecht, lo envolvió en un escándalo, por lo que fue acusado y en 2017 fue acusado, junto con su mujer, con quien tuvo que estar en prisión preventiva. En 2018 fue el turno de Pedro Pablo Kuczynski, economista de origen polaco, que ganó por pocos votos a Keiko Fujimori, pero luego fue denunciado por haber cometido soborno con un hermano de Keiko. Ahora está con arresto domiciliario, por razones de salud. Martín Vizcarra sucedió a Kuczynski, porque era su vicepresidente, disolvió el congreso pero los reemplazantes lo destituyeron por corrupción. Uno de los cargos es haber hecho negociado con vacunas contra el Covid. Luego postuló al congreso, y obtuvo 165.000 votos, pero estaba inhabilitado por “incapacidad moral”. Ahora le espera una pena de 15 años de cárcel. Lo sucedió, por una semana, en noviembre de 2020, Manuel Merino, y fue destituido por las protestas populares que provocaron dos muertos. Y entonces llegó Francisco Sagasti, por sucesión constitucional, estuvo ocho meses en el cargo y compró vacunas contra el Covid. No se metió con ninguna empresa brasileña. Vino Pedro Castillo, recordado por tener 78 ministros y por haber demostrado una “escasa capacidad de gestión”, lo que hizo que lo destituyeran. Ahora está preso. Así llegó el turno de Dina Boluarte, en diciembre de 2022, que acaba de ser destituida por “incapacidad moral”. Buenas lecciones para Bolivia. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de LatinPress.es vacaflorhumberto@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®
Por Humberto Vacaflor Ganam 5 de octubre de 2025
En 1978 estuvimos en los mismos afanes de ahora: tratando de despedir a una dictadura que había comenzado en 1971, pero no resultó muy fácil. Son como la hierba mala: no se las puede eliminar rápido porque tienen muchas raíces difíciles de extirpar. Los coletazos de aquella dictadura produjeron tres golpes militares con la intención de ignorar los resultados de las elecciones realizadas en 1978, 1979 y 1980. Hubo que esperar hasta 1982 para reimplantar la democracia y que los militares golpistas acepten que no debían desconocer elecciones sólo porque no les haya gustado el resultado. Van más de cuarenta años que los militares viven sometidos a una severa abstinencia política, aunque sus ingresos se hayan diversificado durante la dictadura instaurada en 2006. Y aquí estamos ahora, tratando de despedir a esa dictadura, que es diferente porque milita en una transnacional poderosa, cuya ideología es solamente la droga y el dinero que produce. Lo que hace esta dictadura para no ser despedida del todo es usar los dólares que tiene, que son muchísimos, para comprar todo lo que esté en venta, desde partidos hasta personas. Quizá lo que más le duele al jefazo que maneja la dictadura iniciada en 2006 es haber logrado solamente 3,17% de los votos el 17 de agosto pasado, pero se resigna pensando que ha transferido sus simpatías a una sigla de políticos codiciosos. Una de las raíces más profundas y difíciles de extirpar de esta hierba mala es el sistema del fraude electoral instaurado y administrado por la empresa venezolana Smartmatic. Se trata de una empresa que tiene entre sus mayores logros haber hecho fraude en Estados Unidos, en España y, por supuesto, en otros países menores, como el nuestro. En agosto hizo que aparezcan 1,4 millones de votos que habían sido ignorados por las encuestas, con lo que los bolivianos resultaron los únicos ciudadanos del mundo que se sorprendieron con el resultado de unas elecciones en las que acababan de votar. Nadie podía entender cómo fue que una candidatura opaca haya salido primera, y ahora esa curiosidad ha crecido, cuando los sujetos muestran su pobre catadura: piden la ayuda de los militares.. En suma, que no será fácil derrotar y despedir a la dictadura del narcotráfico porque, para comenzar, tiene todo el dinero que se necesita. Los observadores de la OEA que están a punto de llegar para la segunda vuelta quizá puedan preguntar al TSE qué hizo con las observaciones dejadas en 2019, observaciones que obligaron al cocalero Morales a anular aquellas elecciones. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de LatinPress.es vacaflorhumberto@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®
Por Humberto Vacaflor Ganam 28 de septiembre de 2025
Tienen diferentes suertes los zares anti-droga del masismo: uno está preso en Estados Unidos y otro acaba de ser condenado por un juez masista a seguir trabajando en su fábrica de cocaína. El primero fue capturado con un cargamento de droga que estaba llevando a Estados Unidos desde un puerto ocupado por Chile y el otro tiene su fábrica de cocaína y produce ripio para camuflar el negocio. El cocalero Morales, dice que la detención de Felipe Cáceres es una operación montada por el gobierno de Luis Arce para perjudicar a las seis federaciones, es decir al cártel del Chapare. En defensa de quien fue su zar antidrogas durante doce años, el cocalero dice que Cáceres no tenía una fábrica de droga, sino solamente una planta para lavar ripio, una “chancadora”. Eso del ripio es un secreto a voces, porque sirve para enviarlo desde Chapare hacia la frontera con Brasil en camiones volqueta que llevan oculta, por supuesto, una carga valiosa, un valor agregado de color blanco. Decir que se dedica al ripio no es ayudar a Cáceres, es delatarlo, siempre y cuando la justicia, la FELCN, la policía y todo lo demás, lo admitan, aunque tendrían que explicar por qué no lo frenaron antes. En Santa Cruz es obligatorio usar el ripio del Chapare desde 2008. En el gobierno del cocalero, tanto ENDE como ENTEL ordenaron a empresas constructoras que habían contratado que utilicen el ripio del Chapare incluso en Roboré y Puerto Suárez, en la mera frontera, seguramente porque el ripio de esos ríos no es de buena calidad. El relato que cubre el verdadero uso del ripio en el negocio más millonario del país es muy imaginativo. Un relato dice que analizaron el ripio y llegaron a la conclusión de que el extraído de los ríos de Chapare tiene a su favor un no sé qué, un encanto, algo de éxtasis quizá, de sublime encanto. Mientras que el ripio de los ríos próximos al Pantanal no tiene ningún secreto, y menos pecados, la sal de la vida. De todos modos, es difícil saber por qué dos empresas estatales exigen que sus inmuebles en la frontera con Brasil sean construidos con ripio que debe viajar unos 700 kilómetros, desde las fértiles tierras del Chapare. Un ripio que debería ser muy caro, porque los transportistas suelen cobrar Bs 1 por cada kilómetro de cada cubo transportado, pero los dueños de las volquetas son chapareños que seguramente se sacrifican por el país y entregan el producto muy barato, como si tuvieran algún secreto, o quizá sea solamente patriotismo. Uno nunca sabe. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de LatinPress.es vacaflorhumberto@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®
Por Humberto Vacaflor Ganam 20 de septiembre de 2025
A mediados de septiembre, el gobernador de Salta describió una forma de fraude electoral que hacen los bolivianos del pueblo fronterizo de Aguas Blancas y ahora son los residentes bolivianos en Valencia que denuncian cómo los consulados siguen operando el fraude. Lo que confirma la sospecha de que el MAS, a pesar de que sólo obtuvo 3,17% de los votos, ha sido capaz de transferir su poder de fraude a la candidatura que más se le parece, al que tiene mensajes populistas, es decir al continuismo. Hay un diputado sincero dentro del MAS –cosa rara–, de nombre Benjamín Vargas, que propone la prórroga el mandato del presidente Luis Arce, para lo que, por supuesto, sería necesario anular las elecciones del 19 de octubre. Arce, quizá por pudor, si alguno tuviera, dijo que no, gracias, y que se propone dejar el gobierno el 8 de noviembre, con el país ya totalmente paralizado, como se había propuesto lograr el MAS desde 2006. Sin embargo, dice que el legado de su gestión es haber industrializado el país, con lo que demuestra no estar enterado de que, en este momento, los soyeros dicen que no podrán sembrar 2 millones de hectáreas, los avicultores cierran, las lecherías lo mismo, y todas las actividades que necesitan diésel. Aparte de Aguas Blancas y Valencia, el fraude dentro de Bolivia es apabullante, porque incluye los 1,2 millones de nuevos votantes creados por una delegación del gobierno de Venezuela en 2009, miles de fantasmas que figuran en las planillas del Estado y que votan religiosamente, pueblos enteros, de supuestos cocaleros, donde no hay nadie, pero en las elecciones aparecen miles de votantes… Y están los masistas de corazón, todos aquellos que participan en el negocio de la droga, desde el cultivo de la hoja, su transformación en pasta base, luego en clorhidrato, el traslado hasta las avionetas y todas las formas de transporte, que incluyen miles de intestinos gruesos, valijas, contenedores y un largo etcétera. Ahora, gracias a las iniciativas de la transnacional, a este ejército vinculado con la coca se suman algunos batallones de los que se han dedicado a cultivar marihuana, incluso en el altiplano más yermo, donde se han creado lo que se llaman “narco-ayllus”. La geografía del poder narco atraviesa el país de Oeste a Este, incluye, además del famoso Chapare, todos los parques nacionales copados por cárteles mexicanos, colombianos, brasileños, paraguayos. Si esto sigue avanzando, el fraude no será necesario. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de LatinPress.es vacaflorhumberto@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®
Por Humberto Vacaflor Ganam 14 de septiembre de 2025
Quizá el culpable sea Donald Trump, pero Estados Unidos comete errores infantiles frente a la narco-dictadura de Venezuela y permite que siga siendo presidente Nicolás Maduro. Ojalá este no sea el comienzo de otra dictadura caribeña destinada a durar más de sesenta años, como la de Cuba, a 90 millas de Miami. En 1961, el “imperio” envió unos mercenarios para que derrocaran a Fidel Castro pero olvidó darles balas para los fusiles que llevaban. Los mercenarios se rindieron y el “imperio” debió pagar 30 millones de dólares para repatriar a los 1.100 sobrevivientes. Y desde entonces, gracias a ese descuido del “imperio”, la dictadura comunista quedó consolidada, a tal punto que al año siguiente se instalaron en sus costas misiles soviéticos de largo alcance. Castro murió de viejo en 2016, a los 90 años de edad, y habiendo gobernado su país durante sesenta años. Dejó unos ahorritos que suman 900 millones de dólares, según Forbes. Dejó una dictadura que nadie entiende cómo sobrevive, aunque desde La Habana se repite que sufre el “bloqueo” de Estados Unidos, un bloqueo tan raro que solamente en el mes de julio pasado las importaciones de alimentos desde el “imperio” sumaron 35 millones de dólares, casi todos de carne de pollo. Es que el régimen no autoriza que nadie crie pollos, ni permite que los habitantes se dediquen a la pesca, a pesar de que viven en una isla. Según la CIA, en Estados Unidos existen 25.000 bandas de narcotraficantes, que tienen más de 700.000 agentes en todo ese país. Si el Estado boliviano ha sido penetrado por los narcos, y gobernado por uno de ellos, quizá haya que sospechar que el “imperio” es tan timorato con Cuba y Venezuela porque esos dos países son decisivos para las 25.000 bandas, que tienen contactos muy estrechos en Washington. Y eso obliga a Trump a decir que los ocho destructures que rondan el Caribe han dado un golpe “letal” a un barco venezolano que llevaba once pasajeros y toneladas de droga, aunque los videos difundidos por el propio imperio mostraron que eran solo dos pasajeros y no había espacio para la droga. Quizá sea tan fuerte la presión de las bandas de narcos que obligan al presidente del imperio a hacer estos papelones. Mientras tanto, Vladimir Putin avanza sobre Ucrania, ataca Polonia y está a punto de lanzarse sobre la Unión Europea. Es que el imperio ruso, aunque tenga una economía solamente igual a la de Portugal, y cobije mafias más poderosas que las bandas de narcos de Estados Unidos, sabe cómo actuar en su área de influencia. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de LatinPress.es vacaflorhumberto@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®
Por Humberto Vacaflor Ganam 7 de septiembre de 2025
El ministro de defensa, Edmundo Novillo, es el masista más sincero que existe: admite que hay presos políticos en el país y considera un error aplicarles el “debido proceso”. No quiere que acaben las detenciones arbitrarias, como las que se dan desde 2006, y se ponga fin a la práctica de dictar “detención preventiva” y consecutiva, hasta sumar varios años, algo que ha criticado incluso la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Y Novillo lo dice ahora, cuando su partido ha sido derrotado para siempre (recibió 3,17% de los votos), y todos sus “hermanos” hacen valijas y revisan sus millonarios depósitos en el exterior. Está convencido de que la práctica abusiva del masismo contra los presos políticos forma parte de la nueva “normalidad” en Bolivia, y que el nuevo “debido proceso” es ahora lo que se ha estado aplicando desde 2006. En vista de que todos están haciendo valijas, quizá el ministro no se ha informado de la última movida de Luis Arce: permitir que los jueces desistan de los procesos contra Jeanine Áñez, y que sea sometida a juicio de responsabilidades, para que el futuro presidente no lo someta a él a la justicia ordinaria por su desgobierno. Arce querría que se le aplicase el debido proceso cuando deba dar cuenta de sus errores y/o delitos cometidos en el ejercicio de sus funciones de ministro de economía y de presidente. En su caso podría darse el juicio de responsabilidades para los temas referidos al manejo de la cosa pública, pero los otros delitos, como el haber embarazado a una funcionaria pública, y haberla abandonado, como ella lo denunció, tiene que ir a la justicia ordinaria. Algo parecido le ocurre al cocalero Morales, que podría ser sometido a juicio de responsabilidades por todas las atrocidades que cometió, menos por las denuncias de pedofilia, lo que corresponde a la justicia ordinaria. Arce tiene, además de la condena nacional, reflejada en las elecciones, el repudio de la colectividad universitaria, como lo expresó la CUB al oponerse a que él vuelva a ser catedrático de economía en la UMSA. El argumento consiste en preguntar qué podría enseñar este personaje, responsable del desastre económico actual desde que fue ministro de economía del cocalero durante once años. El ministro Novillo tiene ahora el apoyo del procurador general y del defensor del pueblo, que también se aponen al debido proceso porque desean que los presos políticos sigan encerrados. Todos estos personajes a los que el Estado boliviano les paga sus salarios se declaran en contra de la aplicación de las leyes en el país. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de LatinPress.es vacaflorhumberto@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®
Por Humberto Vacaflor Ganam 31 de agosto de 2025
El último censo está entregando los resultados con cuentagotas y acaba de informar que los ciudadanos que se identifican con pueblos indígenas, originarios, campesinos, son cada vez menos. Lo que revela que el español Pablo Iglesias, que trajo en 2009 la idea de que el país deje de llamarse república y adopte el nombre de “Estado plurinacional”, porque en el territorio existen 36 naciones, estaba equivocado. Cuando se dio ese cambio de nombre, los bolivianos llevaban 180 años empeñados en crear la nación boliviana, un proyecto fortalecido por las guerras con los vecinos y las guerras internas. Los soldados que volvieron de las guerras con Chile, Brasil y Paraguay trajeron el mensaje de que Bolivia existe y que vale la pena morir por ella. Después de esas guerras el país se fue achicando pero lo que creció fue el empeño de crear la nación, como lo habían demostrado los combatientes de toda la geografía. Y entonces, en 2009, llegaron unos españoles dispuestos a regalarle al MAS un proyecto de gobierno complementario a la idea de Evo Morales de hacer de Bolivia el Afganistán de Sudamérica. Quizá le dijeron que el dominio del narcotráfico no era una propuesta digna, aunque fuera una revolución que proponía renegar de la economía legal y optar por la ilegal. Fue cuando el “primer presidente indígena” de Bolivia, y su vice, que se había disfrazado de indígena para asaltar remesas de universidades, se casaron con la idea de Iglesias. Y aprobaron una nueva CPE en que se hacía el cambio de nombre del país y se revelaba que en Bolivia hay 36 (tres docenas) de naciones originarias que habían sido humilladas por la república. El texto de la CPE masista fue aprobado a las patadas y el sello final fue impreso en un cuartel militar de Oruro, porque los ciudadanos estaban en contra. Quince años después se viene a descubrir que, puestos a elegir, los ciudadanos, 62%, prefieren pertenecer a la nación boliviana, a pesar de tener muchos de ellos ancestros indígenas. Esta es la prueba de que el gobierno del MAS usó aquello de Estado plurinacional, y la existencia de 36 naciones, como un pretexto al que no prestó ninguna atención. En cerca de veinte años no se supo nada de esas tres docenas de naciones, excepto que eran aludidas en documentos para la exportación. Y el hecho de que cada vez menos ciudadanos declaren ante el censo que provienen de pueblos originarios es también una condena a la gestión del que se hizo llamar “primer presidente indígena”, cuando en realidad actuó como cocalero asociado a los narcos. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de LatinPress.es vacaflorhumberto@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®
Por Humberto Vacaflor Ganam 24 de agosto de 2025
Crece la sospecha de que el gran perdedor del domingo 17, el partido que estuvo robando y traficando droga durante veinte años, llevaba disfraz. Eso es algo de lo que el TSE es inocente. No puede dedicarse a ver si la chola lleva otra pollera, o si le pusieron una mascarita para estas elecciones. El sospechoso de haber vendido el alma al diablo tendría que aclararlo, e incluso denunciar el hecho, pero parece que tiene dificultades para hablar claro. Le han preguntado si aceptará el retorno de la DEA para el control del narcotráfico, pero ha dado tantas vueltas en su respuesta que podría ser que acepte, o quizá no. Una respuesta clara sobre este tema hubiera sido la mejor manera de negar la sospecha de que su alma ya no le pertenece. En el pasado, hace seis décadas, un vicepresidente, con grado de general, juró lealtad a su titular, le acompañó en la campaña, pero luego lo derrocó y lo mandó al exterior en calidad de exiliado. Y luego se dio el caso de un presidente que fue forzado a renunciar, pero su vicepresidente lo abandonó y le dijo “ve yendo, que yo me quedo” con el cargo. Lo que deja la enseñanza de que no se debe confiar mucho en los vicepresidentes, a los que Juan Lechín definió como “la quinta rueda del carro”. También hay que considerar, como en el derrocamiento de 1969, que tampoco se debe confiar en los altos mandos militares. A veces ellos tienen algún proyecto propio y no se limitan a recibir sobresueldos de los chinos que explotan el oro, como ocurre ahora. Todo esto pone al país ante la necesidad de encontrar fórmulas para que en el futuro no se repita esto de que un partido se disfraza de otro para engañar a la gente. Los mismos observadores que en 2019 detectaron la existencia de 27 formas de dolo en esas elecciones, esta vez dijeron que todo había sido normal, y llegaron a felicitar a la gente por el comportamiento civilizado demostrado el domingo 17. Lo que muestra dos cosas: o que los observadores son unos ingenuos o que el dolo se ha hecho muy sofisticado, o las dos cosas a la vez. Todo esto será resuelto en octubre, cuando se enfrenten, en duelo singular y definitivo, el partido que no quiere admitir su derrota y sus peores enemigos: masistas contra pititas. Los pititas tienen a su favor que ya hicieron escapar a un dictador. Ya saben cómo se hace. Y no se dejan engañar por los disfraces. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de LatinPress.es vacaflorhumberto@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®
Por Humberto Vacaflor Ganam 17 de agosto de 2025
El MAS se está yendo, si es que el fraude no lo salvara, y deja un balance económico de dos caras: todo lo legal está muy mal, pero todo lo ilegal pasa por su mejor momento. Esto se da también en otros países donde se han impuesto las actividades ilegales y, al mismo tiempo, y con el mismo ritmo, se han muerto las legales. No es una cuestión de celos o antipatías, sino que las condiciones en que sobreviven y prosperan las actividades ilegales son dañinas para las legales. En Bolivia, por ejemplo, las exportaciones se frenan cuando hay bloqueos de carreteras organizados por la economía ilegal, pero las exportaciones de droga no se interrumpen porque usan avionetas, no carreteras. Y no es solamente aquí que esto ocurre, sino en todos los países donde la economía ilegal predomina y es como si el país entero hubiera optado por el mal, por la vía del pecado. A propósito de esto, la Cepal dice que el crecimiento promedio de la región será este año de 2,2%, pero que Bolivia crecerá solamente en 1,5%, igual que Ecuador, aunque México crecerá apenas en 0,3%. Aquí no hace falta un medidor del predominio del narcotráfico en cada país, porque las cifras de la Cepal lo dicen todo. Los países con menos presencia de narcos, como Paraguay, Guatemala, Costa Rica y Panamá, tendrán este año una tasa de crecimiento superior a 3%, incluso más de 4%. Que México figure con apenas 0,3% es la mejor demostración de que se trata de un país donde el gobierno está sometido al poder de los narcos. La presidente de México sigue repitiendo que su partido, llamado Arena, no irá contra los narcos que controlan 55% del territorio de ese país, sino que para ellos usará la política de “abrazos y no balazos, como había hecho su predecesor en el cargo, del mismo partido. De Ecuador sólo hay que recordar que hace dos meses el presidente Daniel Noboa pidió auxilio al mundo entero, diciendo que su país es atacado por una poderosa transnacional, la del narcotráfico, contra la cual nada puede hacer su gobierno. Y tiene la misma tasa de crecimiento de la economía legal que Bolivia, de 1,5%, lo que confirma que ambos países son asediados por la misma transnacional que impone el reinado de la economía ilegal. Por eso son tan importantes estas elecciones en Bolivia. Los ciudadanos saben que la dictadura masista ha impuesto el reinado de la economía ilegal y, al mismo tiempo, ha decretado la muerte de la economía legal. Ese es el dilema oculto que se presenta en el voto de este 17 de agosto. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de LatinPress.es vacaflorhumberto@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®
Por Humberto Vacaflor Ganam 10 de agosto de 2025
Está muy claro: el MAS recibe instrucciones para no entregar el gobierno a la oposición cuando haya sido derrotado, porque Bolivia es una prenda muy apreciada por la trasnacional del crimen organizado. Los mensajes son muy claros. Ha llegado un avión Antonov de Rusia trayendo armas, además de los venezolanos que vinieron para ajustar el fraude y para desfilar junto a los militares bolivianos y, en caso necesario, ir a la guerra. Lo del avión ruso es la prueba terminante de que Bolivia ha sido incluida en el gran tablero de la geopolítica mundial, aunque ni las FFAA ni el parlamento hubieran pedido una explicación. Si un avión norteamericano habría traído armas o lo que sea en estos días, el gobierno masista y los medios que controla hubieran denunciado el hecho como una invasión, como un atropello a la soberanía y una violación del espacio aéreo. Con el episodio del avión ruso se revela que todo un poder transnacional se moviliza para frenar a un pueblo que en 2019 hizo escapar, perdiendo los calzoncillos, al dictador, con una movilización pacífica, un pueblo que ahora quiere acabar con la dictadura usando los votos. Los rusos, que están a punto de perder la guerra con Ucrania, se dan tiempo para ocuparse de Bolivia, una demostración de que el país es una pieza clave para la transnacional, pieza que no quieren perder. Se trata de un propósito geopolítico, que interesa a Rusia y China, países ansiosos por conservar los espacios conquistados en Sudamérica, pero sobre todo aquellos que aportan al negocio de la droga, vital para esta alianza. Para la dictadura venezolana la plaza de Bolivia es importante porque forma parte esencial de la cadena de territorios que aportan con la droga que comercian en todo el mundo el Cártel de los Soles y el Tren de Aragua. La dictadura cubana, que vive una muy larga agonía y es tolerada por el “imperio” más inepto del mundo desde 1959, habrá logrado matar a la industria azucarera de la isla pero sigue cumpliendo las instrucciones de Moscú, por costumbre, en actitud perruna. Mientras tanto, las encuestas muestran la ingenuidad de quienes no están enterados de que el fraude está intacto, como lo advierte el propio Alejandro Almaraz, que fue parte del MAS pero que, felizmente, recapacitó y ahora está en el frente contrario. Nuestros políticos opositores son tan ingenuos como las encuestas. Ojalá Dios ayude a los bolivianos a librarse de la dictadura más corrupta que ha existido desde 1825. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de LatinPress.es vacaflorhumberto@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®
Por Humberto Vacaflor Ganam 3 de agosto de 2025
Desde hace 200 años, peruanos y chilenos dicen que fue un error la creación de la República de Bolívar, y los otros vecinos les han dado la razón avanzando sobre sus territorios, como si fueran de nadie. Esta nueva república conoció el hielo desde su nacimiento y optó por encerrarse en sus cada vez más apretadas fronteras, hasta llegar al momento presente, cuando es considerada un incordio, un mal vecino. Convertida desde hace veinte años en “Estado plurinacional”, tres vecinos la repudian ahora por albergar a los terroristas de Hezbollah, y la presidente de uno de ellos la ha definido como un Estado fallido. Hay que buscar mucho para encontrar argumentos que justifiquen motivos para sentirse orgullosos de pertenecer a esta nacionalidad. Fue conocida como la cuna de la plata, lo que dio el nombre a un país vecino y a un río, la segunda mayor cuenca hidrográfica del continente, pero ni siquiera eso sirvió para que los países de la región la tomaran en serio. Cuando se acabó la plata, que le dio el motivo de existir, la república sacó de la manga al estaño, vital para las guerras mundiales, hasta que se acabó en 1985. Un actor silencioso, que había acompañado a los mitayos desde 1545 en Potosí, la coca, estaba asechando, y en 1860 dio a luz uno de sus elementos que habrían de marcar el surgimiento de una nueva realidad, la de los sueños. Después de haber enviado la plata al mundo, para los dueños y los piratas, pasó a enviar el secreto para soñar despiertos, a todo el mundo. A alguien se le ocurrió que se debía prohibir el uso de ese elemento y entonces surgió el negocio de venderlo como algo ilegal. De esa manera nació una de las actividades económicas más prósperas del mundo, que ha decidido incursionar en la política, hasta ahora con mucho éxito. En este momento, esa actividad económica sustenta al frente que se atreve a jugar a la geopolítica mundial. El país donde se acuñó la moneda de la primera globalización mundial conduce ahora, medio milenio después, el negocio del elemento clave de uno de los frentes que dividen el mundo. Pero sus vecinos lo siguen considerando un incordio, un exportador de pecados, y querrían que dejara de existir para que se produzca una repartija “amigable” de su territorio, como lo propuso, a principios de siglo, un político chileno. Como en Macondo, ahora la pregunta es si las estirpes condenadas a 200 años de soledad tienen una segunda oportunidad sobre la tierra. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de LatinPress.es vacaflorhumberto@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®
Por Humberto Vacaflor Ganam 27 de julio de 2025
Hace ya 200 años se creó en estas tierras la República de Bolívar, convertida hoy en el Estado Plurinacional de Bolivia, y a punto de cambiar otra vez de nombre. Se había ido un imperio, o lo que quedaba de él, llegado a estas tierras en septiembre de 1535, cuando don Diego de Almagro, derrotado por los Pizarro en Cusco, iba hacia el Sur y, abatido, lo primero que hace es fundar un pueblo al que le pone un nombre que delata su estado de ánimo: Paria. Sigue adelante y se establece en Tupiza con la intención de seguir hacia Chile y también encontrar un rápido acceso al Atlántico. Diez años después, su inverosímil tocayo, Diego Huallpa, nacido en Chivilvaca, hizo en las faldas del Sumaj Orco la famosa fogata, en abril de 1545, que diera nacimiento al fabuloso Potosí. Como dijo el padre Barba, que a todo cerro en forma de teta hay que buscarle la veta, éste había comenzado a ser explotado por la cultura Tiwanacu, en el año 1000 según los investigadores Mark B. Abbott de la universidad de Pittsburg y Alexander P. Wolfe, de la universidad de Alberta, en Edmonton, Canadá, que publicaron su estudio en la revista Science. El imperio español fue el que en 1624 fundó en estas tierras la Universidad Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca, doce años antes de que en Boston fuera fundada la Universidad de Harvard por los ingleses. Los que se demoraron mucho en crear universidades en sus dominios fueron los portugueses: la primera universidad de Brasil nació en 1930. En cambio, los españoles se adelantaron mucho con sus universidades en los virreinatos de este continente y crearon la primera de ellas en 1551, en México. Hace 200 años se fue el imperio español y hace 20 años llegó el gobierno que repudia todo lo español, pero que, de todos modos, en su constitución, aprobada en 2009 a las patadas, en un cuartel de Oruro, dicta, en el artículo quinto, “son idiomas del Estado el castellano y todos los idiomas de los pueblos indígenas, originario, campesinos”. En la lista de esos idiomas adicionales al castellano, la CPE incluye al quechua, quizá en homenaje al imperio de los Incas, que impuso su idioma en algunas regiones del país y expulsó a los pueblos que no lo aceptaban, como el pueblo Chicha, al que le aplicó el exilio compulsivo, el miti mae. Bueno, 200 años después, los bolivianos luchan contra otro imperio, al que le importan un bledo las universidades y la educación, el imperio de los narcos, en manos de una transnacional poderosa. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de LatinPress.es vacaflorhumberto@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®
Por Humberto Vacaflor Ganam 20 de julio de 2025
Cuando los países vecinos han marginado a Bolivia de los corredores interoceánicos que proyectan construir, entre los candidatos para las elecciones del 17 de agosto no se escucha ninguna propuesta dirigida a sacar al país del ostracismo. El corredor del sur pasará casi tocando Yacuiba, pero no incluirá a Bolivia por decisión unánime de Brasil, Paraguay, Argentina y Chile. El ferrocarril que han decidido construir Brasil y China, que desembocará en el Pacífico en el puerto de Chancay, pasará raspando Cobija, pero no incluirá el territorio boliviano. Rodrigo Paz, que figura con muy pocas posibilidades en las encuestas, acaba de proponer que Bolivia aspire a convertirse en una “zona franca regional”, lo que sería reconocer el rol de facto que ya tiene nuestra geografía. Es el único candidato que tiene una idea para darle al país un rol menos indigno que el actual, de exportador de pecados. Para que los vecinos nos desprecien tiene que ver, sobre todo, la relación idílica que tiene el gobierno del MAS con el régimen terrorista de Irán y su brazo Hezbollah. Los gobiernos de Argentina, Chile y Perú han expresado, con grados diferentes de preocupación, el temor que tienen de que los terroristas iraníes incursionen en sus países. La ministra argentina Patricia Bullrich asegura que hay por lo menos 800 agentes de Hezbollah en Bolivia, la frontera, listos para volver a atormentar a su país. El periodista brasileño Leonardo Coutinho dijo que Irán tiene el propósito de lanzar una “guerra asimétrica” contra Estados Unidos desde Sudamérica, contando con los gobiernos “proxis” que tiene en algunos países de la región, como los de Bolivia, Venezuela y Brasil. Pero la propuesta que está faltando de los candidatos tendría que repetir lo que dijo en su país el presidente Daniel Noboa: “Ecuador está recibiendo el ataque de una transnacional, la del narcotráfico, y necesita la ayuda de una alianza internacional para defenderse”. Bolivia sufre los mismos embates de aquella transnacional, que ha logrado arrebatar a la soberanía un amplio territorio, que ha conseguido controlar todos los poderes, ha destruido todas las instituciones y ha provocado el peor desastre económico de sus 200 años. Se trata del mayor desafío que enfrenta Bolivia, con un pueblo que está inerme porque todas sus posibilidades de defenderse han sido barridas por el gobierno impuesto por la transnacional. Hablar de otros temas es someterse al mandato de la dictadura, de no mencionar el dramático momento que vive el país. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de LatinPress.es vacaflorhumberto@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®
Por Humberto Vacaflor Ganam 13 de julio de 2025
El presidente Luis Arce propuso en la reunión del BRICS la creación de un fondo para ayudar a los países que hubieran sido afectados por catástrofes. Cuando volvió a Bolivia admitió, sin mostrar sentimientos de culpa, que su gobierno no puede garantizar la provisión normal de gasolina y diésel. En casi 20 años, su partido había hecho lo necesario para acabar con la “Bolivia saudí” que en 2005 estaba a punto de exportar gas natural a EEUU y México. Ahora, los demasiados candidatos opositores a la presidencia no tienen la menor idea de las medidas que hacen falta para sacar a Bolivia de la peor crisis de su historia. La catástrofe, en este caso, había consistido en la llegada de un gobierno inepto, pero sobre todo corrupto, que traía bajo el poncho un proyecto inconfesable: imponer la economía ilegal. En eso ha sido muy eficiente, porque ahora la producción de droga ha llegado al altiplano, donde los viveros de marihuana, a cargo de narco-ayllus, cultivan plantines que son llevados al Chapare para madurar. Y, en la otra dirección, la geografía del narcotráfico atraviesa el departamento de Santa Cruz, donde los asaltos a tierras privadas se dan en un corredor que parte del Chapare y culmina en San Matías, la frontera con Brasil. Miles de avionetas llevan la “merca” a los países vecinos, de tal modo que sean cubiertos los mercados del Atlántico y del Pacífico, como si todo fuera ordenado por una transnacional. Unas 6.001 dragas operan en los ríos de la región amazónica, todas de chinos o “cooperativas”, formando parte de la minería ilegal. La economía legal ha sido exterminada, comenzando por la industria petrolera y el agro ha sido atacado por los avasalladores que, ahora se sabe, actúan en coordinación con el INRA, oficinas donde las tierras asaltadas son declaradas, de inmediato “fiscales” o “no saneadas”. El norteamericano Mark Falcoff había dicho en 2005 que los países no se suicidan, pero que Bolivia podía ser la excepción y, a partir de ese criterio, lanzó el presagio de que la geografía política de Sudamérica cambiaría cuando el territorio boliviano haya sido absorbido por los vecinos. La destrucción ha sido un éxito. No queda nada en pie. Los candidatos que se proponen desplazar al partido de la destrucción no tienen ideas claras porque saben que la tarea es demasiado grande. Quizá la idea de pedir ayuda internacional, una especie de Plan Marshal, aduciendo que, de veras, el país ha sido víctima de una catástrofe, pueda servir. En algo habría acertado Luis Arce. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de LatinPress.es vacaflorhumberto@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®
Por Humberto Vacaflor Ganam 6 de julio de 2025
Los arcistas y los evistas se han unido en el parlamento para aprobar los contratos que entregan el litio a rusos y chinos, pero los potosinos tienen muchos motivos para oponerse. Una ciudad que se crea en 1545, cuando Diego Huallpa hace su inverosímil fogata, está a pocos años de recordar los 500 años de aquella fecha, harta de frustraciones. En China hay una ciudad que se llama Ushi, nombre que significa “sin estaño”, y que se lo pusieron como un amuleto, convencidos de que allí donde se explota estaño reina la mala suerte. Estaño y cualquier otro metal. Pues es de la China que viene ahora una empresa interesada en explotar el litio de Uyuni y, como era previsible, los potosinos no lo aceptan ni lo aceptarán, con la misma determinación que los movió en 1991 para rechazar el contrato con la norteamericana Lithco. Lo curioso es que arcistas y evistas, que se odian como buenos masistas, están unidos ahora para aprobar esos contratos con empresas provenientes de unas potencias “amigas”. Más curiosa todavía esta alianza porque el cocalero Morales criticó en abril pasado la “entrega” del litio por parte de Arce apuntando a que no se explicaba ni la duración del contrato ni el que se le concediese la ventaja de tener “costos recuperables”. La explicación de esta repentina alianza es que estos masistas quieren asegurarse que durante treinta años van a recibir las migajas que ofrecen chinos y rusos, migajas que las perderían si un próximo gobierno concediera la explotación del litio a empresas “occidentales”. Esta alianza se propone garantizar una “indemnización” para los masistas. Sin embargo, para los potosinos se presenta ahora una opción diferente, pecaminosa pero diferente, que están practicando los llamados “narco-ayllus”, dedicados a la producción y comercio de cocaína y marihuana. Esta opción, descubierta por casualidad, supone, para el caso de la marihuana, negociar con una yerba que la producen en enormes viveros regados con agua provista por el gobierno masista y financiados con dineros provenientes de organismos internacionales muy, pero muy incautos, o cómplices. Es la primera vez, desde 1545, que los potosinos tienen la posibilidad de optar entre un metal y una droga, o dos. La plata no les ha dejado nada, a parte de la fama, de haber acuñado la moneda de la primera globalización del mundo, el famoso “cuarto real” que, según don Francisco Quevedo, “nace en las Indias honrado, donde el mundo le acompaña; viene a morir en España y es en Génova enterrado“. O capturado por los piratas ingleses. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de LatinPress.es vacaflorhumberto@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®
Por Humberto Vacaflor Ganam 28 de junio de 2025
Tendría que ser un chiste, pero el ministro de desarrollo rural dice que la agricultura del país creció desde 2005 “gracias al modelo económico, social comunitario productivo” del MAS. Y lo dice en serio, como si estuviera convencido de que eso es así, pero además critica a quienes olvidan hacerle homenajes al modelo, como los organizadores de un foro de candidatos realizado la semana pasada. Sin ruborizarse, el ministro dice que el actual gobierno ha “saneado” la propiedad de tierras agrícolas en 96%, pero olvida mencionar que, en esta gestión, las tierras avasalladas han aumentado en 17.900 hectáreas. Por supuesto que no alude al caso de Las Londras, de 2021, donde periodistas y policías fueron secuestrados y torturados por los avasalladores, unos masistas que siguen gozando de impunidad porque sus “hermanos” jueces no quieren juzgarlos. Las tierras tomadas de esa manera criminal siguen bajo el control de los “interculturales”, una especie de mercenarios pagados por los cocaleros que van ampliando el área de cultivo de la hoja. Ni siquiera menciona el ministro los incendios de bosques, en lo que Bolivia es el campeón del mundo –igual que en la corrupción­– y que son parte del negocio, porque la tierra arrasada está lista para el cultivo de la coca. Gran parte de la tierra “forestal” ha sido declarada fiscal, lo que quiere decir que es muy susceptible de ser quemada y convertirse en nuevos Chapares, como ha ocurrido también con todos los parques nacionales. Para el masismo, todo lo fiscal debe ser quemado, sobre todo si no puede ser monetizado. Pero si es tierra, la prioridad es usarla para la coca. Dice el ministro que el “modelo” del MAS ha conseguido que crezca el cultivo de la soya de 1,8 a 2,5 millones de hectáreas. No les digas a los paraguayos, porque ellos, que en 2005 tenían también 1,8 millones de hectáreas, ahora tienen 9 millones. Los paraguayos exportaban 2.000 millones de dólares en soya y ahora exportan 8.000 millones, mientras los bolivianos seguimos en 2.000 millones, gracias al modelo masista. El ministro dice que hay que agradecer a ese modelo que ha prohibido las exportaciones de carne de res para que baje el precio en el mercado interno, pero ocurrió lo contrario. Los paraguayos, en cambio, exportaron carne por 1.776 millones de dólares el año pasado y siguen comiendo asado. Quizá la explicación de todo esto esté en el hecho de que la coca es una droga que inhibe el hambre, y de paso el cansancio. La idea es tener un país de “jachulis” (palabra tupiceña). La opinión del autor no coincide necesariamente con la de LatinPress.es vacaflorhumberto@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®
Por Humberto Vacaflor Ganam 22 de junio de 2025
El narco mayor no cree que pueda durar mucho un gobierno que desplace al MAS del poder, una posibilidad que anuncian las encuestas que no toman en cuenta al fraude. “A ver si aguantan”, ha dicho, en el mismo tono que el ejército chileno pudo haber usado después de sembrar 250.000 minas antipersonales en la frontera en 1978: a “ver si pasan”. Sabe el comandante del ejército de mercenarios del narco que desde 2006 todo ha sido destruido en Bolivia por su mandato de matar la economía legal para reemplazarla por la ilegal. Ahora, según proclama su jefe de campaña, el uruguayo Sebastián Marset, el narcotráfico puede sostener la economía Bolivia, o lo que quede de Bolivia. Pero algo falló en esta estrategia política, porque la crisis provocada por el MAS ha estallado cuando todavía ese partido está en el gobierno, si vamos a llamar gobierno al de Luis Arce. Es probable que los ideólogos de la transnacional del crimen organizado hayan previsto que Bolivia dejaría de existir si la sometían durante diez años a la maquinaria de demolición. En este momento, como es público y notorio, lo que tenemos es un Estado fallido, pero lo que esperan los estrategas es que llegue el momento del descontrol total, como ocurrió en Somalia en 1991, que muy rápido se convirtió en un territorio disputado por mafias de todas las especialidades. Quizá se pueda decir ahora que ese objetivo está muy próximo, si se observan los hallazgos causales hechos por la policía sobre cómo la cocaína ha dejado de ser monopolio en la industria del narcotráfico. Ya se tiene una mafia de la cocaína, con su comandante y narco mayor, y ahora nos enteramos de que la marihuana andina le hace competencia, con el detalle de que los capos son colombianos. Hay otros elementos que muestran la llegada del momento en que el país se convierta en un territorio donde pululan las mafias de todos los colores, como en Somalia. La división que se da en las FFAA es algo muy notorio, sobre todo después del asesinato de un comandante dentro de los predios del regimiento que dirigía en Montero. Tan eficientes son los que manejan este proyecto que ese asesinato ha sido olvidado de inmediato, mientras el narco mayor sigue diciendo que tiene el respaldo de 80% de los militares del país. Por lo tanto, la sospecha del engendro del mal tiene sustento. Es poco probable que un gobierno que desplace al MAS pueda sobrevivir ahora que el país agoniza. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de LatinPress.es vacaflorhumberto@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®
Por Humberto Vacaflor Ganam 16 de junio de 2025
La guerra lanzada contra el país por el narco mayor ha permitido comprobar que en este momento el mapa del narcotráfico atraviesa Bolivia de Este a Oeste, desde Llallagua hasta San Matías. Los bloqueos, es cierto, se han concentrado en Cochabamba, pero la telaraña tiene hilos que atraviesan Santa Cruz, en la ruta hacia San Matías y Puerto Suárez, y penetran en el Altiplano, hasta Llallagua y Oruro. Este avance no fue idea del narco mayor boliviano, que es solamente un títere, ni siquiera iletrado, sino de la transnacional que maneja este negocio desde lejos, mezclándolo con geopolítica. Sólo con este avance geográfico es posible que las exportaciones de cocaína boliviana cubran ahora los mercados del Pacífico y del Atlántico. La penetración de esta industria en territorio cruceño fue respaldada por el gobierno del MAS con inversiones millonarias, como la planta de urea de Bulo Bulo, que costó 930 millones de dólares, construida en el Chapare pensando en que su producto debía ser exportado a Brasil y Argentina, casualmente los destinos preferidos de la droga. El plan mas atrevido consistió en llevar ripio del Chapare a Santa Cruz en gigantescos camiones de propiedad de unos empresarios decididos a vender el producto traído de una distancia de 340 kilómetros, a menor precio que el extraído en el río Piraí. Tan agresiva fue la campaña que los empresarios dedicados a extraer y vender áridos de los ríos de Santa Cruz fueron perseguidos por los alcaldes del masismo, y destrozados sus equipos, porque hacían competencia al producto traído desde el Chapare. De esa manera, con otros detalles, se consolidó el corredor que atraviesa Santa Cruz, pasando por Concepción y la Chiquitanía, hacia la frontera sur con Brasil, el mayor mercado de la droga de las Américas. Pero la cocaína no tiene la exclusividad en los planes del masismo, según se ha podido comprobar en Uncía, donde existen viveros dedicados a la producción de marihuana. Esto ha sido mencionado por algunos analistas, pero lo que no han dicho hasta ahora es que esos viveros fueron construidos por el gobierno del MAS y financiados por organismos internacionales, como el FMI. Tampoco se dice que tanto con Llallagua como en Uncía, la economía legal, desde la minería hasta la producción de papa y quinua, le están haciendo frente al avance del narcotráfico. Ese es el problema del proyecto narco. Los bolivianos, en más de 80%, rechazan que el país se convierta en el Afganistán de Sudamérica. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de LatinPress.es vacaflorhumberto@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®
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