Por Blanca Nieves Palacios
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13 de agosto de 2025
Escuchar hablar y actuar al dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Moreno, autollamado: “alito”, despierta un instinto irrefrenable de agarrarlo, con la autoridad que tenemos los ciudadanos mexicanos y, en tanto sus representados, de manos y pies y colocarlo en uno de los depósitos de basura que están fuera del “edificio del pueblo”, o sea el Congreso de la Unión. Con este justo pensamiento y vista ampliada detectamos que, necesitamos muchos depósitos de basura, pues para desgracia del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y con un pensamiento que aún nos resulta difícil de comprender, AMLO decidió tener política de puerta abierta, lo que permitió que ingresaran a esta nueva organización política liderada por él, alimañas de la peor ralea. Haber formado un comité de empresarios con una función de “asesores” de la presidencia, dejó mucho por decir, sobre todo cuando en ese comité, se incluyó, a dos empresarios nada honestos, Ricardo Salinas Pliego y Alfonso Romo, sin descartar al resto que se han hecho millonarios con el sudor y trabajo del pueblo. Quizá pensaría AMLO: “teniéndolos cerquita los podré controlar”, pero acá, fuera de esas esferas del poder se pensaba: “inocente pobre amigo”. Los errores en política o, los que cometen los políticos, siempre llevan un interés que no se da a conocer, pero la ciudadanía sabe a la perfección que son los secretos los que abundan en las altas esferas cuando se detenta el poder. No es posible dar crédito al hecho de que, invitar a ingresar a MORENA a posicionarse en puestos de una importancia relevante, muy propicios para hacer todo el daño que pudieran en aras de rescatar ese poder que el pueblo les quitó tras casi cien años de poseerlo; nadie en su sano juicio pensaría que llegarían muy agradecidos y dispuestos a fortalecer una verdadera 4ta. Transformación en el país, y terminar con todos los vicios y corruptelas que los enriquecieron ostentando la impunidad y el autoritarismo que el poder les daba. Lo han dicho públicamente una, Lily Téllez y Germán Martínez, que demostrando su verdadera cara de traidores han proferido los peores insultos a quien los “invitó” a sentarse en mullidas sillas del Congreso de la Unión en calidad de diputados o senadores y, con una silenciosa labor de zapa de, Manuel Espino, los Yunes, los Murat y toda esa recua de priistas y panistas que, a través del peor de los Partidos políticos, el Verde Ecologistas, han ingresado al círculo de poder que hoy mantiene MORENA. Hemos escuchado en innumerables ocasiones en las sesiones del Senado, a esa representante de Ricardo Salinas Pliego, Lily Téllez, con un comportamiento y un vocabulario impropio para cualquier lugar en el que se encontrara y lo peor el señalar con su dedo flamígero a la bancada de morenistas de “narcotraficantes”, siendo ésta una acusación que ya debería de habérsele demandado por tal injuria y enviarla al lugar dónde realmente debe estar, la cárcel. Pero no, sube a la máxima tribuna un o una morenista, a intentar dar respuesta a la sarta de groserías que le brotan a Téllez desde su escaño; igualmente, tolerar las acusaciones de un Rubén Moreira, a quien su hermano Humberto le heredara la gubernatura de Coahuila, teniendo un corrupto que se ha apropiado del PRI, mediante las peores mañas que siempre han utilizado, Alejandro Moreno, que nadan en corrupción en esa bancada y aún así gracias al “fuero”, no están en la cárcel. Algo similar ocurre en la bancada del PAN, cuando levanta la voz un Ricardo Anaya, quien todo el sexenio lopezobradorista permaneció escondido de la justicia mexicana en el vecino país del norte, y solo apareció cuando su amigo, Marcos Cortés, a escondida de los mexicanos le dio el fuero, mediante una senaduría plurinominal, pretendiendo ignorar que es el más repudiado de los senadores. Escuchamos a la Presidenta de México, informar a los mexicanos en su conferencia mañanera del pueblo (sin el pueblo), del robo que los expresidentes hicieron en nuestro país, ocasionando un enorme daño a los mexicanos desde: Carlos Salinas de Gortari; Ernesto Zedillo; Vicente Fox; Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, dejándonos endeudados hasta el cuello y los vemos disfrutando en países extranjeros de esa riqueza robada y, … ¡no pasa nada! Sin embargo, la permisividad de los morenistas está ahí, demostrando que ignoran que el poder es para ejercerlo en defensa del pueblo y no lo están haciendo; aun así, no se cansan de repetir la frase: “con el pueblo todo, sin el pueblo nada”. Saludos conciudadanos. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de Latinpress.es Colaboración especial para LatinPress®. bnpb146@hotmail.com