Marbella refuerza el mantenimiento de sus playas

Diego López • 10 de septiembre de 2025

Marbella refuerza el mantenimiento de las playas con un nuevo plan de conservación y limpieza.

Marbella. - En la ciudad las playas no son solo un espacio de ocio, son el escaparate y la marca global del municipio. 

Consciente de ello, el ayuntamiento ha presentado un ambicioso plan de conservación y limpieza que, más allá de la estética, busca proyectar una identidad de sostenibilidad y resiliencia frente a los desafíos del litoral mediterráneo.

El programa, de tres años prorrogables por dos más, plantea un cambio de paradigma: dotación estable de personal y maquinaria durante todo el año, no solo en verano, e intervenciones rápidas ante temporales, acumulación de algas o restos vegetales. 

Se suma la promesa de modernizar infraestructuras con vehículos eléctricos y maquinaria avanzada, y de reforzar la identidad cultural mediante la intervención de artistas locales en torretas de vigilancia y barcas tradicionales.

El trasfondo ambiental

Además, las playas marbellíes no son solo arenas doradas para turistas, en ellas conviven sistemas frágiles como las dunas de Artola o la Reserva Ecológica de las Dunas de Marbella, espacios que sufren la presión urbanística y climática. 

El plan municipal asume también la conservación de estas áreas, aunque no detalla cómo se equilibrará el mantenimiento turístico con la protección de hábitats vulnerables. 

Economía y sostenibilidad

Mantener playas impecables se traduce en mantener las reservas hoteleras y el flujo constante 
de visitantes, todo un reto para un modelo que deberá sostener la biodiversidad y resistir el desarrollo urbanístico.

Los baños públicos

Uno de los elementos más llamativos es la instalación de quince nuevos aseos públicos y la decoración artística de torres y barcas. 

Estas intervenciones, aunque puedan parecer anecdóticas, refuerzan la idea de una “experiencia de playa” más integral y con identidad local, aunque da paso a preguntarse si se está invirtiendo más en la imagen que en los problemas estructurales como la erosión y pérdida de arena.

Una oportunidad estratégica

Sí Marbella logra que este plan tenga éxito, podría convertirse en referente de gestión costera para el sur de Europa, donde la mayoría de municipios costeros se ven atrapados en planes de limpieza estacionales y soluciones de emergencia tras temporales. 

Pero si el proyecto se queda en superficie, el riesgo es que el litoral se convierta en un decorado vulnerable, brillante en temporada alta y cada vez más frágil fuera de foco.

Respecto al despliegue técnico, López adelantó que, incluye furgonetas eléctricas, vehículos ATV, maquinaria de limpieza, camiones y herramientas especializadas, junto con siete tractores, cuatro máquinas limpiaplayas y otros equipos, “material que será mantenido por la empresa adjudicataria”. 

El servicio contará con un ingeniero y un encargado, además de maquinistas, oficiales, peones, limpiadores y responsables-capataz, “además de personal de refuerzo para los meses de mayor afluencia, caracterizándose por mantener durante todo el año una dotación adaptada que garantice un óptimo nivel de calidad”, ha apuntado.
Por Javier García y Eduardo Díaz 10 de septiembre de 2025
Marbella. - La ciudad ha preparado, para el inicio del curso escolar 2025-2026, un importante y novedoso despliegue policial: 42 agentes locales distribuidos en 44 centros educativos. El operativo no se presenta sólo como un refuerzo logístico para el tráfico y las aglomeraciones en horas punta; es, en palabras de los responsables municipales, un intento de redefinir la relación entre la escuela, la policía y la comunidad. La novedad La novedad más significativa es la introducción del “policía tutor”, una figura que busca un contacto directo con los directores de los colegios y un acompañamiento más próximo a los alumnos. La idea suena cercana a iniciativas aplicadas en Estados Unidos y el norte de Europa, donde se ha debatido intensamente la presencia policial en las aulas como un apoyo a la convivencia. El Ayuntamiento de Marbella enmarca la medida dentro de un plan integral: combatir el absentismo, reforzar la limpieza de los centros con nuevo personal y, en San Pedro Alcántara, invertir 300.000 euros anuales en mantenimiento. Sobre el papel, la estrategia proyecta una visión de escuela segura, ordenada y protegida. El operativo marbellí se convierte así, en una especie de ensayo que tiene como principal objetivo reforzar la confianza de las familias en las fuerzas de seguridad. El operativo fue presentado por el teniente de alcalde sampedreño, Javier García, y el concejal del área, José Eduardo Díaz, en el colegio Al-Ándalus. Díaz ha detallado que el dispositivo “estará desplegado en las entradas y salidas, donde se producen los momentos de mayor afluencia, dando seguridad, organizando el tráfico y permitiendo que se pueda realizar el curso con normalidad”. Asimismo, el edil ha recordado que “también disponemos de una unidad de grupo de familia, que realiza labores de prevención en cuanto al absentismo y en conexión directa con el equipo directivo” y ha añadido que, desde la concejalía de Recursos Humanos se va a incorporar de cara al inicio escolar una treintena de nuevo personal para reforzar la limpieza.
Por A la izquierda Mabel Domínguez, Manolo Osorio María Parra 10 de septiembre de 2025
San Pedro Alcántara. Marbella.- En rueda de prensa el partido Opción Sampedreña (OSP), dijo que San Pedro Alcántara y Nueva Andalucía, solo fueron un calendario político para la alcaldesa de Marbella. Los concejales Manuel Osorio y María Luisa Parra, junto a la presidenta de la formación, Mabel Domínguez, dibujaron un paisaje que contrasta con el imaginario que el turismo internacional suele asociar a Marbella: calles sucias, parques abandonados, mobiliario roto, instalaciones deportivas inseguras y una agenda cultural prácticamente inexistente. La limpieza de calles y la seguridad ciudadana, los servicios básicos de cualquier ciudad moderna, se presentan aquí como logros pendientes, dijo Oso; las más de 110 quejas vecinales canalizadas a través de OSP son la radiografía de una comunidad que percibe que el gobierno local ha bajado la guardia. Particularmente revelador es el caso de las instalaciones deportivas y del pabellón Elena Benítez, con baños inaccesibles y salidas de emergencia cerradas con candados. La crítica no es únicamente técnica, sino ética: cuando se ponen en riesgo derechos básicos —como la accesibilidad o la seguridad en un evento masivo— lo que está en juego no es un error administrativo, sino la confianza ciudadana en que su ayuntamiento actúa como garante de lo público. La cultura La dimensión cultural refuerza la narrativa de abandono, en pleno agosto, con una población flotante que multiplica la actividad y el consumo, Marbella apenas ofreció una docena de actos oficiales. Fue incapaz de desplegar una programación cultural que trascendiera un par de obras de teatro o un cine de verano tardío. El episodio del concierto de Manuel Carrasco, con 30.000 asistentes atrapados en un caos de tráfico y falta de previsión, opera como metáfora de lo que OSP denuncia: una ciudad que convoca grandes acontecimientos sin la mínima capacidad organizativa para gestionarlos. El “bochorno” no es solo logístico, es reputacional: la marca Marbella, asociada históricamente al lujo y la sofisticación, queó reducida a un atasco interminable. Pero lo más incisivo de la intervención de OSP no es la acumulación de quejas, sino la conclusión política: “No se puede gestionar peor un municipio”. La basura OSP advirtió que la suciedad de las calles cala poco en el votante ideologizado, pero lo hace y mucho en el vecino que, al sacar la basura tropieza con una alcantarilla hundida o encuentra un parque infantil en penumbras. Para los concejales la imagen de San Pedro y Marbella se jugó en los escaparates de Puerto Banús, no en la limpieza de una acera secundaria. La capacidad de un municipio de primer orden turístico no debería medirse solo por la magnitud de sus eventos o por la nómina de celebridades que lo visitan, sino por su habilidad para garantizar dignidad y seguridad en lo cotidiano. OSP ha apostado por exponer esa contradicción. El reto, ahora, es si la denuncia encontrará eco entre los vecinos y si el gobierno municipal ofrecerá respuestas más allá de la reacción defensiva. Manuel Osorio dijo que cuando son los propios ciudadanos quienes se ven obligados a limpiar sus calles, lo que está en crisis no es solo la gestión de un verano: es la noción misma de ciudadanía.
Por Isabel Pérez 10 de septiembre de 2025
Marbella. - Tras dieciséis años en el poder, Ángeles Muñoz sigue ocupando el sillón de mando en Marbella, pero su proyecto político parece estar cada vez más desgastado. Lo que en su día se presentó como un liderazgo firme para recuperar el prestigio de una ciudad marcada por la corrupción del caso Malaya, hoy es señalado por la oposición como un modelo agotado, más cercano a la propaganda que a la gestión transformadora. La portavoz socialista Isabel Pérez ha sido clara en su diagnóstico: Muñoz “ya no va a mejorar la nota”. El símil escolar no es casual. Marbella, un municipio que aspira a jugar en las grandes ligas del turismo internacional, parece estancado en asignaturas pendientes que nunca termina de aprobar: limpieza, movilidad, vivienda asequible, patrimonio histórico, planificación urbanística. Los suspensos acumulados La lista de carencias es larga y repetitiva. A pesar de los recursos extraordinarios que el municipio recibe gracias a su potencia turística, la ciudad sufre problemas básicos de servicios públicos, como la recogida de basura. El urbanismo, que debería ser el tablero estratégico para ordenar el futuro, permanece sin nuevo plan desde hace más de una década, mientras el debate se centra en operaciones puntuales y privatizaciones cuestionadas, señaló Pérez. La vivienda se ha convertido en un examen imposible de aprobar para buena parte de los vecinos: los precios empujan hacia fuera a las clases medias y jóvenes, en una ciudad que corre el riesgo de ser un escaparate de lujo sin comunidad estable detrás. En paralelo, el patrimonio histórico –del Convento de la Trinidad a la Casa del Gobernador– se percibe como un asunto marginal para un Ayuntamiento más preocupado por grandes anuncios que por la rehabilitación de espacios con valor identitario. La economía en rojo La gestión financiera tampoco ofrece motivos para un aprobado. Mientras otros municipios liquidan deuda y ganan margen de maniobra, Marbella sigue recurriendo al crédito bancario, un movimiento que la oposición interpreta como un camino hacia la fragilidad económica. La paradoja es que, pese al músculo turístico, el Ayuntamiento no logra traducir esa riqueza en estabilidad presupuestaria ni en inversiones públicas estructurales. El riesgo del cortoplacismo Quizá el mayor reproche político hacia Muñoz es el de haber instalado a Marbella en la improvisación y el cortoplacismo. La líder socialista asegura que la ciudad vive de un brillo turístico que no se traduce en un proyecto sólido de futuro. Los vecinos perciben que los grandes problemas –movilidad, vivienda, planificación– se enuncian campaña tras campaña, pero no se resuelven. Un liderazgo en tiempo de descuento El relato que se construye en torno a Muñoz es el de una alcaldesa que aprobó con nota en sus primeros exámenes –recuperar la estabilidad tras la corrupción, devolver confianza institucional, atraer inversión privada–, pero que ha ido acumulando suspensos en las pruebas de madurez: planificación urbana, cohesión social, sostenibilidad financiera. Marbella necesita pasar de curso, dice la también diputada nacional socialista, pero la alcaldesa ya no tiene ni la energía ni las ideas para guiarla hacia la siguiente etapa.
Por Félix Romero 10 de septiembre de 2025
Marbella. - En la Marbella que se vende al mundo como destino de lujo, con un modelo turístico anclado en la nostalgia de los carruajes tirados por caballos, un vídeo de apenas unos segundos ha puesto en jaque el relato oficial: un caballo cojo y visiblemente desnutrido trabajando en plena calle. La escena, difundida en redes sociales y denunciada ante la Guardia Civil, expone la tensión entre tradición y bienestar animal en la Costa del Sol. Latinpress.es sacó a la luz la denuncia del partido animalista PACMA, y su cobertura no tardó en provocar un eco en otros periódicos locales y nacionales.
Por Ángeles Muñoz 10 de septiembre de 2025
Marbella. - Aprovechando el inicio del nuevo curso político, la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, reunió en el municipio a un centenar de simpatizantes para animarles a que la mantengan como primera edil en 2027. Muñoz lanzó el mensaje de una gestión cumplida: “Lo que prometimos lo hemos cumplido”. Una afirmación que, sin embargo, abre la puerta a un escrutinio inevitable. ¿A qué “cumplimientos” de envergadura se refiere cuando aún existen proyectos emblemáticos, como el centro de salud Ricardo Soriano, anunciado hace años con gran expectativa y que sigue sin estar operativo? La estrategia del discurso de Muñoz respondió a un patrón clásico: presentar la legislatura como un ciclo de compromisos cerrados y cumplidos para consolidar la narrativa de estabilidad y eficacia. Pero la realidad urbana de Marbella muestra claroscuros. Aunque la ciudad exhibe cifras de empleo relativamente sólidas y un atractivo internacional innegable, persisten déficits en infraestructuras sanitarias, movilidad, limpieza y vivienda. Esa brecha entre discurso y experiencia cotidiana de los ciudadanos será el terreno donde se dirima la credibilidad del mensaje en las futuras elecciones. Respecto a 2027, Muñoz fue explícita al recordar que será el año de las próximas elecciones municipales, expresando su intención de “revalidar el apoyo mayoritario”. No dijo con todas las letras que será candidata, pero la formulación deja poco margen a la duda. En política, cuando un líder en ejercicio habla en primera persona de volver a ganar, el mensaje implícito es que seguirá al frente de la candidatura salvo que un imprevisto o la dirección nacional lo impidan. El discurso de la líder conservadora buscó transmitir unidad y fuerza interna, apelando a un éxito pasado para proyectar confianza futura. Pero el reto para Muñoz no será solo mantener la cohesión del PP local, al que califica de ejemplo de PP nacional, sino sostener la narrativa del cumplimiento frente a vecinos que, en cuestiones concretas, pueden no compartir esa visión tan optimista. El empleo Acudiendo al pasado, Ángeles Muñoz recordó que cuando llegó por primera vez a la alcaldía, el ayuntamiento estaba arruinado y disuelto y que hoy gracias al trabajo suyo y al de su equipo, Marbella es un referente en Europa, con la menor tasa de paro de Andalucía y con capacidad de atraer empresas y proyectos internacionales. Ese es nuestro mayor orgullo”. Dentro de un discurso electoralista buscó mantener la tesis de que solo las empresas crean empleo, olvidando las reformas laborales o los incrementos de los salarios mínimos y, que la mayoría de los empleos creados en el municipio son de baja cualificación. Sobre la capacidad de la ciudad para atraer grandes empresas y proyectos internacionales, cuesta encontrar un sector que no sea el de servicios y del mundo inmobiliario.
Por Félix Romero 9 de septiembre de 2025
Marbella. - El Ayuntamiento de Marbella celebrará este viernes, 12 de septiembre, un pleno extraordinario que, aunque revestido de un carácter eminentemente técnico, encierra un trasfondo político y económico que ilustra la tensión permanente entre la gestión presupuestaria y el peso del pasado judicial de la ciudad. Latinpress.es le pidió al portavoz del Gobierno local, Félix Romero, que explicara los temas de mayor calado a tratar. Bueno, el primer bloque del debate se centrará en la aprobación de modificaciones de crédito, un mecanismo que permite reasignar partidas del presupuesto municipal. Se trata de un trámite aparentemente rutinario, pero crucial en este momento del año: cuanto más se tarde en aprobar y publicar en el Boletín Oficial de la Provincia, más difícil será ejecutar los pagos antes de que finalice el ejercicio. En otras palabras, los tiempos administrativos pueden convertirse en un obstáculo para que el dinero llegue a su destino, dejando al gobierno local ante el riesgo de inejecución y de pérdida de margen de maniobra política. El segundo gran asunto, apuntó Romero, es el Fondo de Ordenación, un instrumento estatal que ofrece a los ayuntamientos la posibilidad de refinanciar deudas derivadas de sentencias firmes. Según el portavoz, Marbella conoce muy bien este terreno. Desde que el Tribunal Supremo ampliara de cinco a quince años el plazo de prescripción en casos vinculados a la era de Jesús Gil, el consistorio ha visto multiplicarse los litigios en su contra. Lo que antes se podía dar por amortizado volvió a la vida jurídica, generando una “avalancha” de reclamaciones que durante los últimos cuatro años han presionado las finanzas municipales. Aquí radica la importancia de la decisión de este viernes: el Fondo de Ordenación permite a Marbella fraccionar esas obligaciones en el tiempo, con tipos de interés reducidos, y garantizar que los acreedores puedan cobrar de manera inmediata gracias a un crédito ICO. Es un salvavidas financiero que, sin embargo, también encierra un mensaje político: la ciudad sigue pagando hoy por los excesos y malas prácticas de hace dos décadas. El plazo para solicitar esta herramienta de cara a 2026 vence el 15 de septiembre, lo que convierte al pleno en una cita cargada de urgencia. El gobierno local busca ganar tiempo y estabilidad, pero también enviar una señal de que el Ayuntamiento es capaz de ordenar sus cuentas en un contexto aún marcado por las sombras judiciales de su pasado. En definitiva, lo que se presenta como una sesión técnica y administrativa es, en realidad, un reflejo de las tensiones de Marbella entre presente y pasado: por un lado, la necesidad inmediata de garantizar la ejecución del presupuesto; por otro, la obligación de seguir lidiando con un legado judicial que continúa condicionando la capacidad de la ciudad para mirar hacia adelante.
Por Félix Romero 9 de septiembre de 2025
Marbella. - Pareciera que el nuevo centro de salud Ricardo Soriano, la rehabilitación del Faro y la finalización de El Trapiche se han convertido en símbolos de un urbanismo político que privilegia la foto sobre la función. La secuencia se repite: “histórico avance”, con un agravante, mientras el nuevo centro ambulatorio permanece cerrado, la presión sobre los centros de salud existentes crece, con listas de espera que minan la confianza en el sistema público. El centro de salud Ricardo Soriano, El Faro y El Trapiche, han sido presentados a la sociedad marbellí como inaugurados, pero todos permanecen vacíos. Ahora, la promesa de que alguno pueda empezar a funcionar en 2026 vuelve a situar la política urbana y sanitaria en la frontera difusa entre la gestión y la estrategia electoral. El portavoz del gobierno local, Félix Romero, quiso ser cauto al hablar de plazos. “No puedo darle ninguna fecha”, le dijo a Latinpress.es , subrayando que la puesta en marcha depende de la Junta de Andalucía. Sin embargo, deslizó una comparación que encierra la lógica de muchas administraciones en tiempos de campaña: preguntando a los periodistas si tenían hijos, y si estos estudiaban más cuando se acercaban los exámenes. “Pues es lo mismo”, concluyó. La metáfora revela un patrón recurrente en la política española —y global—: el esfuerzo se intensifica cuando se acerca la prueba decisiva, que en este caso serían las elecciones municipales de 2027. Las inauguraciones, aunque simbólicas, funcionan como recordatorios visuales de la acción de gobierno, son una especie de “buenas notas” que se muestran al electorado después de meses de parálisis burocrática. El problema es que, como en el caso de los estudiantes, la preparación de última hora puede dejar lagunas. Los centros de salud, saturados desde hace años, no necesitan gestos apresurados, sino una planificación sostenida y recursos estables. Si las inauguraciones se concentran en los meses previos a las urnas, corren el riesgo de percibirse menos como una respuesta a las necesidades de la ciudadanía y más como parte del temario electoral. Al final, la metáfora de Romero no es inocente: confiesa que la política local estudia más cuando se examina, aunque estudie todos los días. Lo que queda en duda es si, en esta carrera hacia los exámenes de 2026, los alumnos de la democracia llegarán preparados para manejar la siempre frágil memoria vecinal.
Por Francisco Gómez 8 de septiembre de 2025
Marbella. — En un país donde acceder a la universidad supone a menudo un reto financiero y vital, el Grupo Alfil ha encontrado una forma de dejar huella en su ciudad natal. Ayer, en un salón del Hotel Baviera, la empresa entregó la decimotercera edición de las Becas Francisco Gómez Reyes, un programa que desde 2013 ha reconocido el esfuerzo académico y deportivo de más de 600 jóvenes marbellíes. Este año, 30 universitarios fueron distinguidos: 25 por méritos académicos y 5 por logros deportivos. Todos ellos continuarán sus estudios en la Universidad de Málaga, con alojamiento en la Residencia Universitaria Alfil, situada en el campus de Teatinos. El presidente del grupo, Francisco Gómez Palma, resumió en pocas frases la filosofía que sostiene estas becas: “La diferencia entre ser buenos y ser excelentes está en ese esfuerzo diario, en esa disciplina que no se ve, pero que marca el camino. Esa es la actitud que hoy premiamos”. Durante el acto, Gómez Palma adelantó además un nuevo proyecto social: “Tu Primer Hogar”, una iniciativa para ayudar a jóvenes y familias a acceder a su primera vivienda incluso sin disponer de ahorros. Una propuesta que, de concretarse, aspira a incidir en uno de los problemas más acuciantes de la juventud española: la emancipación. En Marbella, donde el acceso a la vivienda y la permanencia en la universidad se convierten con frecuencia en barreras, el compromiso del Grupo Alfil parece perseguir una idea sencilla pero ambiciosa: acompañar a los jóvenes en los momentos más decisivos de su vida.
Por Félix Romero 8 de septiembre de 2025
Marbella. - La renovación del acuerdo entre el Ayuntamiento de Marbella y la empresa Telpark, además de una campaña comercial, ofrece descuentos de larga estancia en aparcamientos céntricos y tarifas especiales para cargar coches eléctricos. El programa, que fija tarifas de hasta 12 horas por 1.99 euros, busca ofrecer a ciudadanos y turistas una razón clara para acercarse al centro sin miedo a la factura del parking. Y, en paralelo, pretende dar oxígeno a restaurantes y tiendas que compiten con la comodidad de los centros comerciales periféricos o el auge del comercio online. Otras ciudades españolas como Madrid, Valencia, Sevilla o Málaga incluso no cobran a los vehículos eléctricos por aparcar. Se trata de una especie de bonos subvencionados por ayuntamientos, convenios con asociaciones de comerciantes o descuentos condicionados a las compras. El resultado suele ser tangible pero limitado, registrándose un aumento en la afluencia a las zonas comerciales tradicionales, aunque a menudo los beneficios se concentran en el corto plazo y en franjas horarias específicas, como el mediodía o las tardes de fin de semana. En Marbella, los datos oficiales indican que más de 3.500 personas se han beneficiado del acuerdo en los últimos años. La cifra es modesta para una ciudad con un turismo tan intenso, pero apunta a un patrón claro: el aparcamiento barato se convierte en un incentivo psicológico. La percepción de estar pagando "casi nada" por estacionar durante horas puede inclinar la balanza a favor de una tarde de compras o de una comida en el centro. Pagar menos por recargar El añadido de este año es el 30% de descuento en la carga de vehículos eléctricos. Con todo, esta iniciativa también tiene su respectiva oposición: los urbanistas advierten que fomentar el uso del coche privado no es compatible con las metas de movilidad sostenible. Por ello, muchos apuntan a que la solución a largo plazo pasa más por reforzar el transporte público y los espacios peatonales que por abaratar parkings. Sin embargo, en la política municipal el pragmatismo suele imponerse: los comerciantes quieren clientes, los clientes quieren facilidad, y el ayuntamiento busca resultados inmediatos en consumo y vitalidad urbana. En este triángulo, acuerdos como el de Marbella se entienden mejor no como una solución definitiva, sino como un mecanismo transitorio para mantener el pulso económico del centro histórico en un tiempo en el que la ciudad compite no solo con destinos turísticos internacionales, sino también con el sofá y la pantalla del móvil.
Por Ángeles Muñoz, Antonio Casero y Carmen Díaz 8 de septiembre de 2025
Marbella. - El Ayuntamiento de Marbella ha intensificado su plan de mantenimiento y modernización de los colegios públicos, comprometiendo más de 1,3 millones de euros en obras que se desarrollarán hasta finales de año. La alcaldesa, Ángeles Muñoz, acompañada por la directora general de Cultura y Enseñanza, Carmen Díaz, subrayó que la iniciativa responde a las demandas de las direcciones escolares y de las asociaciones de padres, con el objetivo de garantizar instalaciones “seguras, modernas y adaptadas a las necesidades reales de los escolares”. La inversión forma parte de un programa continuado que, según el consistorio, ha destinado ya 1,7 millones de euros en 2024 y en los primeros meses de este año, además de los 4 millones ejecutados en el mandato anterior. El plan contempla otra partida de 1,3 millones para 2026. Durante el verano, el CEIP Xarblanca fue uno de los centros beneficiados con trabajos de carpintería, fontanería, pintura y reparación de persianas, además de la renovación de sus pistas polideportivas, una actuación replicada en otros siete colegios y que se extenderá a la totalidad de los centros en los próximos meses. “El respaldo municipal repercute directamente en la calidad de vida de la comunidad educativa”, señaló Antonio Casero, director del CEIP Xarblanca, que atiende a cerca de 500 alumnos y 850 familias.