El Ayuntamiento no sabe nada del caballo
Marbella y el caballo cojo y desnutrido que incomoda al turismo de postal.
Los controles
La repercusión mediática ha obligado al Ayuntamiento a dar explicaciones públicas sobre un sistema de control sanitario que, según los animalistas, acumula hasta siete años de ausencia, una brecha tan amplia que erosiona la credibilidad de cualquier protocolo institucional.
Sin embargo, Romero nos aseguró que los controles establecidos son anuales, cuando se exige traer la cartilla de las caballerías, un informe veterinario y el justificante de haber pasado todas las inspecciones de la agencia andaluza animal. Apuntando que el caso denunciado no formaría parte de ese control anual, sino una infracción ordinaria, del día a día.
La respuesta de Romero, una mezcla sobre la defensa burocrática con un gesto personalista: dice que, al conocer el caso, tomó su coche y recorrió la ciudad para comprobar con sus propios ojos que los caballos “aparentemente” estaban bien.
Esa reacción, más cercana a la improvisación que a una política pública, contrasta con la contundencia de PACMA al denunciar una “absoluta dejadez” de la administración.
Este episodio ha revelado una contradicción mayor, mientras Marbella insiste en mantener el carruaje como reclamo pintoresco, éste tipo de situaciones borra de un plumazo cualquier intento de folclore romántico, convirtiendo la realidad turística en un símbolo de atraso ético.
Cuando
Latinpress.es, durante la rueda de prensa del pasado martes 9, después de la Junta de Gobierno Local, le preguntó Félix Romero sobre este episodio, nos aseguró que de confirmarse el caso habrá consecuencias sobre el titular de la licencia, señalando que cada vez que hay un servicio, se controla por parte de la corporación para que sea prestado de manera correcta: “Tenemos una ordenanza donde se establece cómo se debe realizar el servicio”, dijo el concejal.
Las dificultades de seguimiento
No obstante el portavoz también apuntó que muchas veces estas noticias que saltan a los medios, lo hacen sin saber quién es el titular de la licencia o dónde se ha sacado la fotografía, aspectos que dificultan mucho el trabajo sobre los servicios del propio ayuntamiento.
Quien denuncia algo tan delicado, debió haberlo hecho formalmente, con todos los datos necesarios, en el ayuntamiento, porque una denuncia a la Guardia Civil nada tiene que ver con el Consistorio, olvidando que esta denuncia fue realizada por una turista extranjera.
Romero supuso que la denuncia debe haber llegado a la Agencia de Seguridad animal de la Junta de Andalucía y que se habrá abierto un expediente; matizando que desconocía si esto se había sucedido.”Nosotros no sabemos qué se hizo”.
En todo caso una situación como la que usted expone, no se puede permitir en Marbella, advirtió el portavoz, reconociendo que no sabía qué decirnos porque eso depende de la delegación de salud animal y en ciertos casos hay niveles que no son competencia del ayuntamiento.
Enviaremos, si es que ya no se ha enviado, a la agencia andaluza esta denuncia para que la constate y saber qué tipo de infracción aplicar al propietario de la licencia.
Así que, el resultado dependerá de lo que diga la agencia de salud animal.









