Por Victoria Morales
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3 de noviembre de 2025
Marbella. - La decisión de otorgar la Medalla de Honor de la Costa del Sol Occidental al presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, ha despertado un inusual disgusto tanto en círculos políticos como civiles. El presidente de la Mancomunidad, Manuel Cardeña, creó este galardón como el más alto reconocimiento por la labor cumplida y los servicios extraordinarios prestados. Desde la oposición, las críticas no se han hecho esperar. La portavoz de Izquierda Unida en la Costa del Sol Occidental, Victoria Morales, cuestiona la oportunidad y el significado del reconocimiento. “Resulta, como mínimo, chocante que una institución presidida por un dirigente del mismo partido condecore a su superior político. Es una muestra más de cómo el poder se retroalimenta”, señaló Morales en conversación con Latinpress.es. La curiosidad ha crecido porque el proponente y persona que colgará en el pecho de Bonilla la medalla, es su subalterno y presidente de la Mancomunidad, Manuel Cardeña. Por ello nos hemos acercado a la responsable de Izquierda Unida en la Costa del Sol Occidental, Victoria Morales, para preguntarle cómo se vé esta condecoración desde la izquierda. ¿Usted nos podría decir qué acciones o logros concretos excepcionales o merecedores de esta medalla conocen en la figura de Moreno Bonilla? Mire, sus “logros” son parte del ejercicio ordinario de su cargo y de su responsabilidad, no de un servicio ejemplar o extraordinario. Además, no se pueden llamar logros cuando despliegas acciones políticas que van en contra de la defensa de los servicios públicos: La sanidad se ha privatizado, las listas de espera están disparadas (tanto para consultas como para cirugías), falta personal en centros y hospitales (como el Costa del Sol) y, en el momento de la propuesta está en el escenario la crisis de los cribados de cáncer de mama. En urbanismo y vivienda, quién puede negar la especulación urbanística, la privatización de activos con fin social (como la antigua Residencia de Tiempo Libre) y la falta de medidas que frenen el alto precio del alquiler, expulsando a jóvenes y familias trabajadoras de la ciudad. En educación, ha cerrado aulas públicas y centros completos también públicos. Es que no vemos cuál es el mérito que ha encontrado Manuel Cardeña. Bien, pero conocerá algunos resultados que sean medibles, verificables, en la economía, el trabajo o en la sanidad. ¿Nos puede decir alguno? Mire, estamos sufriendo una importante pérdida en la recaudación por la bajada de impuestos a los más ricos, lo que supone una menor capacidad de inversión pública y servicios e infraestructuras sociales, Andalucía sigue siendo la región más pobre según el INE, con mayor paro juvenil (40%) y la última en el PIB por habitante. En relación a la atención sanitaria las listas de espera tanto para consultas como para cirugía siguen batiendo récord y esto supone que no estén cumpliendo con la atención a cirugías un máximo de 120 días. En relación a educación, tenemos el menor gasto por alumno de todo el país, con además el cierre de más de 2.400 aulas públicas y la última comunidad en ejecución de los fondos europeos Ese galardón "no responde a méritos en favor de la ciudadanía" sino que se premia a un responsable cuyas decisiones "han perjudicado gravemente a la sanidad pública, el acceso a la vivienda y el urbanismo". ¿Ha demostrado un liderazgo, integridad o servicio público ejemplar? Es muy cuestionable la ejemplaridad en un contexto de deterioro de los servicios públicos esenciales. La concesión de la medalla es mucho más parecida a un acto de “complacencia" y "elogio", donde el valor del mérito se confunde con el de la "obediencia" o el interés partidista, y no un servicio que vaya "más allá de lo esperado". ¿Qué puede hacer pensar a los andaluces que sea la Mancomunidad quien entregue la medalla? La entrega por parte de una entidad dominada por su propio partido y en la que Moreno Bonilla es la máxima autoridad autonómica, es una operación de "autopromoción partidista" y un "regalo" político. Esto genera desconfianza ante las instituciones por ello desde Izquierda Unida hemos exigido que se retire el reconocimiento y se abra un proceso participativo, que parta de la ciudadanía ¿Te habías enterado de esta iniciativa, alguien llamó a IU? En cuanto tuvimos conocimiento de esto hicimos pública nuestra postura. Exigí públicamente la retirada del reconocimiento, ya que la designación del reconocimiento se hizo "sin consenso y con el rechazo de todas las formaciones de la oposición". Hemos sido contundentes ante esta decisión es "torticera y partidista". ¿Es un acierto estratégico o un error político en contexto preelectoral? Consideramos que es un error político que desvirtúa el valor de la distinción. Otorgar una medalla de reconocimiento "en pleno escándalo sanitario" (la crisis de cribados) y justo antes de las elecciones, no se le ocurre a alguien con dos dedos de frente. El foco se pondrá en la desconexión entre el autobombo y la realidad de los problemas de la ciudadanía (sanidad, vivienda). Dar una medalla a tu jefe, ¿es coherente, aunque la merezca? Es un acto de vasallaje político más que un reconocimiento cívico. Si la Mancomunidad estuviera presidida por un partido distinto o el reconocimiento viniera de una entidad cívica independiente, el gesto tendría mucha más credibilidad. ¿Pudiera sentar un precedente positivo o negativo para futuras distinciones? Contribuye a politizar las distinciones de honor, haciendo que se perciban como una herramienta de propaganda o autobombo del partido gobernante, en lugar de un verdadero homenaje a la trayectoria o al servicio público ejemplar. Esto devalúa la propia medalla de la Costa del Sol y genera desconfianza en la sociedad.