La crisis de Ángeles Muñoz

Latinpress.es • 18 de marzo de 2023

La crisis de Ángeles Muñoz, y la política de las oportunidades

El patrimonio y los salarios

Uno de los casos más sonados en España en los últimos meses es el del patrimonio de la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz. Primero se estimó que rondaba los 12 millones de euros y, después, los 15, ya que para el cálculo de la primera estimación se hizo sobre su participación en la empresa Parcela Hacienda Property SL en un 50% (2019), para luego pasar en la declaración de 2022 al 100%, lo mismo sucedió con Atraque Hacienda Property SL y, Nave Industrial Hacienda Property SL. 

De la empresa Vivienda Crasel Panorámica S.L., en la que tenía el 49% de participación en 2003, según sus declaraciones de 2019 y 2022, mantenía el mismo nivel de participación.

Muchos han sido los cálculos para conocer el origen de esta importante cantidad patrimonial y, el alto nivel de vida que la alcaldesa lleva; por esta razón han cobrado importancia todas las remuneraciones y puestos de trabajo que ha desempeñado a lo largo de su carrera como médica y como política. 

Muñoz no percibe un salario como alcaldesa de Marbella, pero el Ayuntamiento si le paga las dietas y los desplazamientos a órganos colegiados, una situación salarial compensada al ser senadora por Málaga.

Del Senado devenga 3.173.83€ mensuales, más dietas y gastos de representación, pudiendo superar los 5 mil euros mensuales al recibir una indemnización (2.037,07€) por ser de una circunscripción fuera de Madrid. 

A estas remuneraciones suelen sumárseles otras cantidades por ser portavoz (1.180.33€), o portavoz adjunto (786.88€), la senadora ha sido portavoz adjunta en 2016 y, vice portavoz de la Comisión de Entidades Locales y, vocal en varias Comisiones en 2019 y 2021. 

En todo caso, su salario bruto anual se estima en unos 84.621.76€, el mismo monto que confirmó en la Declaración de Bienes y Rentas de los senadores y diputados.

Aunque sus ingresos como médica no son conocidos, medios especializados estiman que un médico de su misma categoría laboral, especialista interno residente, realizando horas de guardia, estaría en un máximo de los 3.000€ brutos mensuales. 

En septiembre de 2020, José Antón Corpas Jiménez, director de Gestión Económica y Desarrollo Profesional del distrito Costa del Sol del Servicio de Salud, certificó los servicios prestados por Ángeles Muñoz como especialista interno residente en el Hospital Universitario de Málaga, donde su primer contrato fue el 1 de junio de 1984, renovándolo sucesivamente hasta el 31 de diciembre de 1986, dos años y medio en total.

Por otro lado, en la hoja de servicios prestados al Sistema Andaluz de Salud (SAS), como médico de familia, donde pudo devengar hasta los 2.400€ netos mensuales, a valor de 2023, aparecen una serie de contratos laborales temporales, bajas sin remuneración, excedencias por cuidados familiares y, bajas por servicios especiales; todo ello con fecha de inicio del 1º de junio de 1988 hasta el 6 de junio de 2008, no obstante, al intercalarse las bajas, los servicios y otros tipos de consideraciones, el total de años trabajados resulta de 3.8, tal y como lo relaciona el mismo SAS cuando detalla el número de días laborados: 1.420, además, de los 2.5 señalados en el Hospital Universitario.  

No es necesario realizar grandes cuentas para que cualquier ciudadano vuelva a preguntarse cómo se logra poseer ese patrimonio de los 12; 15, o más millones de euros con los salarios anotados arriba.

La crisis y el peso político

El caso de la alcaldesa de Marbella no debe tomarse con filosofía, ni tampoco, como el que la hayan convertido en un blanco fácil, aunque si cabe considerarse como una cuestión de poder político; donde, en todo caso, para aplicarlo hay que tener conocimiento sobre el tema que se denuncia.

Muñoz no es una política local que sólo suma votos para un municipio, su carrera dentro del Partido Popular (PP) es dilatada y, es lógico pensar que lo mismo suceda sobre sus conocimientos acerca de cómo se mueven los hilos dentro del PP.

En su biografía, depositada en el Senado, se detalla su trayectoria desde sus inicios: entre 1996 y 2000 fue diputada en el Parlamento de Andalucía, entre 2000 y 2004 lo fue por Madrid; desde 2004 hasta 2008 por Málaga y, desde 2008 hasta 2012 de nuevo por el Parlamento andaluz, compaginando este último cargo con el de concejal y alcaldesa en el Ayuntamiento de Marbella, donde se desempeñó como tal desde 2007 hasta 2015, cuando José Bernal (PSOE), más Izquierda Unida y Opción Sampedreña (OSP) formaron el tripartito con el apoyo de Costa del Sol Si Puede (Podemos) para lograr la alcaldía de la ciudad hasta 2017, año en el que se produjo la moción - traición PP/OSP para sacar a Bernal.

Durante ese período de dos años (2015-2017), los rumores de encontrar un sustituto de Muñoz fueron reales, algo similar a las encuestas (algunos creen que fue un globo sonda sólo para testar su liderazgo) que el PP mandó a hacer en diciembre de 2022, para conocer el impacto de la trama sueca sobre la popularidad, en votos, de Muñoz, concluyendo que sigue manteniendo muchas posibilidades de repetir la alcaldía.

Ahora, de nuevo, Muñoz está en la pelea por repetir su cargo de primera edil por quinta vez, aunque muchos ciudadanos están sorprendidos de que no se haya apartado de la candidatura, más cuando recientemente se ha admitido a trámite por el Juzgado de Instrucción número 3 de Marbella una querella contra ella por presuntos delitos de prevaricación administrativa y contra el medio ambiente en la concesión y explotación de un club que, según José Bernal es algo muy sospechoso si se tiene cuenta que ese local es uno de los patrocinadores del coche de carreras del hijo de Ángeles Muñoz. Una situación que, la presidenta de Más País Andalucía, Esperanza Gómez, ha calificado de insostenible para el PP y su apoyo irrestricto a la alcaldesa y senadora.

Algunos piensan en una ambición desmedida, otros, como la candidata por la confluencia de izquierdas en Marbella, Victoria Morales, en el carácter presidencialista que ha establecido dentro de su partido, haciendo imposible encontrar otros perfiles de candidatos, lo que, a su vez, le ha dado un mayor peso específico e influencia local, regional y nacional, haciéndose una importantísima clientela durante los 14 años que tiene gobernando. 

Para Morales, el peso específico está relacionado con las amistades que ha cultivado, una especie de bidireccionalidad de influencias sustentadas en personalidades como Mariano Rajoy, Javier Arena, Núñez Feijóo, Elías Bendodo y Moreno Bonilla. 

Para otros, como el histórico líder de Izquierda Unida en Marbella, Enrique Monterroso, lo que existe es un verdadero blindaje político mucho más allá de las consideraciones éticas y valores morales.

En lo que coinciden todos los políticos y ciudadanos, es en la aparición de una fisura en la carrera política de Muñoz y, en la caída de la confianza dentro de sus votantes, lo que hace pensar que la mayoría absoluta pudiera no reeditarse, sin embargo, Muñoz sale como favorita.

Posibilidades de la oposición

Sabemos que la presión social es el único medio bajo el cual el poder político se manifiesta de forma clara, pero en este caso, eso sólo se sabrá el 28 de mayo cuando los votantes se desnuden, sin justificar sus razones, y elijan al nuevo jefe del Ayuntamiento marbellí.

Para el principal partido de la oposición, considerado como la única opción a la alcaldía, el PSOE y su líder, José Bernal, deben darse una suerte de alternativas para regresar al poder en Marbella, una de ellas es que Muñoz pierda la mayoría absoluta, lo que supondría bajar de los 18.977 votos que alcanzó en 2019; no es imposible que ello pueda darse si se mantiene la caída de simpatizantes, algo que viene sufriendo desde 2007 cuando logró 24.160 papeletas, tal como se refleja en el siguiente cuadro. 
2007 2011 2015 2019
PP 24.160 23.037 19.406 18.977

Otra variable que debería darse, para el regreso socialista, es que la Confluencia de izquierdas, liderada por Victoria Morales, ahora con el apoyo de Podemos, volviera al salón de plenos con sus dos concejales perdidos en 2019 y, que lo mismo sucediera con Podemos (Costa del Sol Si Puede), que en su momento también tuvo otros dos concejales y que, como IU, los perdió en 2019 con la entrada de Ciudadanos y, la huida de votos al Psoe.


Sin embargo, estas variables pueden complicarse más, si no se quiere un Ayuntamiento fragmentado, en este caso Ciudadanos debería perder el único concejal que tiene y, los otros partidos de la derecha como Impulsa Ciudad, Por Mi Pueblo y VOX, no deberían entrar al consistorio, a la vez que el Psoe mantuviese sus actuales 10 concejales y la confluencia de izquierdas lograse 4, logrando la mayoría absoluta.


Todo ello sin contar con una alianza con OSP, responsable de la moción/traición que hubo en 2017, la que ha dejado heridas profundas todavía sin olvidar por los afectados, IU/Psoe/Podemos.


OSP es un partido pequeño del término municipal San Pedro Alcántara, pero con muchas probabilidades de reeditar sus dos concejales y, que pudiera ser la salvación, una vez más, del PP de Ángeles Muñoz si Bernal no logra mantener la evolución de sus votos y la izquierda no logra reaparecer.

2007 2011 2015 2019
Psoe 15.963 11.570 12.444 14.784

Para complicar más el escenario, si se fragmentara el Ayuntamiento con la entrada de VOX, el mantenimiento del concejal de Ciudadanos y, que por sorpresa Por Mi Pueblo lograse otro edil y, la confluencia no lograra 4 ediles, el concejal del Psoe, Javier Porcuna, considera que de repetir Muñoz como la candidata más votada, pero sin lograr la mayoría absoluta, nada le asegura que gobierne ya que nadie pactaría con alguien que está siendo investigada, lo que aporta demasiada incertidumbre e instabilidad para el futuro mediato; Ángel Mora, el candidato de Ciudadanos ha dicho que, llegado el momento tendrían que ver en qué situación se encuentra la política municipal para decidir si se da, o no, un apoyo.


La última y reciente variable, es el que prosperara la querella por prevaricación que se le ha interpuesto a la alcaldesa, lo que pudiera inhabilitarla para ejercer un cargo público.


Futuro político


De salir de la alcaldía Muñoz, es más que probable que su carrera política tocase fondo en los ámbitos locales y no repitiera otra candidatura para 2027, resurgiendo la figura del vicepresidente del PP marbellí y mano derecha de Muñoz, Félix Romero, como primera posibilidad de relevo, aunque también está tocado dentro de la querella.


Si la honradez, la experiencia, el trabajo de barrio cara a cara y, los proyectos de José Bernal, no lograsen convertirlo, una vez más en alcalde, también es posible su abandono definitivo a futuras candidaturas a la alcaldía de Marbella, internándose en tareas regionales desde Málaga.


Poco después de salir de la alcaldía en 2017, Bernal declaró a la prensa su intención de no repetir su candidatura a la alcaldía marbellí. 

Por Diego López 26 de diciembre de 2025
Marbella. - A primera vista, la cifra impresiona: más de 1,7 millones de euros invertidos en colegios públicos durante 2025. Es una cantidad respetable en un contexto de ayuntamientos constreñidos por competencias limitadas y presupuestos tensionados. Pero, como ocurre a menudo, el valor real de la inversión no está tanto en el titular como en cuánto toca a cada centro, en qué se gasta y qué puede —y qué no puede— cambiar con ese dinero. Si se distribuye el presupuesto anunciado entre las 111 actuaciones ejecutadas, el promedio ronda los 15.000 euros por intervención. Incluso si algunas obras concentran más recursos —como el caso del CEIP José Banús, donde se han acometido trabajos estructurales de mayor calado— el patrón general apunta a actuaciones de pequeña y mediana escala: mantenimiento, seguridad, accesibilidad, iluminación, patios y cubiertas. Es decir, lo que en el lenguaje administrativo se denomina “conservación”, no transformación. Desde ese punto de vista, el plan cumple una función clara: evita el deterioro progresivo de los centros, reduce riesgos estructurales, mejora condiciones básicas de confort y seguridad y corrige déficits acumulados durante años. Nadie aprende mejor en un aula con goteras, mala iluminación o patios degradados. En ese sentido, el retorno de la inversión es tangible, inmediato y poco discutible: colegios más seguros, más funcionales y más dignos. Sin embargo, el alcance del presupuesto también marca sus límites. Con esta dotación no cabe esperar saltos cualitativos profundos en el modelo educativo ni una modernización integral de los centros. No hay margen para grandes reformas arquitectónicas, ampliaciones significativas, rediseños pedagógicos del espacio o incorporación masiva de tecnologías educativas avanzadas. El presupuesto sirve para sostener el sistema, no para reinventarlo. El reparto territorial equilibrado —Marbella Oeste, Este, San Pedro, Nueva Andalucía y Las Chapas— refuerza además una lógica política conocida: llegar a todos los distritos, evitar agravios comparativos y demostrar presencia municipal en cada barrio. Es una estrategia eficaz en términos de cohesión territorial y percepción ciudadana, pero también diluye el impacto concentrado que tendría una inversión más ambiciosa en menos centros. ¿Qué resultados pueden esperarse, entonces? A corto plazo, mejoras visibles en el día a día escolar: menos incidencias, más seguridad, espacios exteriores más utilizables y centros que envejecen más despacio. A medio plazo, una reducción del coste futuro de reparaciones mayores, gracias a un mantenimiento constante. Lo que no puede esperarse es que este presupuesto, por sí solo, cambie indicadores educativos, reduzca ratios, innove metodologías o cierre brechas sociales vinculadas a la educación. En última instancia, el plan revela tanto una virtud como una carencia estructural. La virtud es la constancia: invertir cada año en lo básico, aunque no luzca. La carencia es la ausencia de una estrategia más ambiciosa, coordinada con otras administraciones, que permita pasar del mantenimiento a la transformación. Porque conservar los colegios es imprescindible. Pero aspirar a algo más que sobrevivir también debería serlo.
Por Ángeles Muñoz 26 de diciembre de 2025
Marbella. - El presupuesto de la Policía Local de Marbella para 2026, alcanza los 31 millones de euros y roza el 9% del gasto municipal total. Según la alcaldesa Ángeles Muñoz, la ciudad ha hecho de la seguridad uno de los pilares de su relato institucional y, con el incremento del 15% se consolida una apuesta sostenida por un modelo de orden público intensivo en recursos, tecnología y presencia policial. Según Muñoz, Marbella se sitúa entre los municipios que más invierten por habitante en su policía local, un dato que el equipo de gobierno exhibe como sinónimo de eficacia y previsión. Un conjunto de prioridades revelan las intenciones del gasto: La renovación del parque móvil, con 22 nuevas motocicletas adquiridas mediante renting. La sustitución completa de los chalecos antibalas y La implantación de dispositivos digitales —PDA y tablets con software operativo —. Apuntan a una policía más tecnificada, más visible y más conectada. A ello se suma la expansión del sistema de videovigilancia, con especial atención a zonas estratégicas como San Pedro Alcántara, donde el refuerzo policial se presenta también como una respuesta a demandas vecinales recurrentes. Igualmente de relevante es la dimensión humana del presupuesto. La previsión de incorporar 37 nuevos mandos y agentes en 2026 —entre policías, oficiales, subinspectores e inspector— refuerza la idea de crecimiento estructural del cuerpo. Para la alcaldesa, Marbella, además de invertir en patrullas y cámaras, quiere consolidarse como polo formativo, un rol que la la primera edil reivindica al situar a la ciudad como referencia en la capacitación policial. Para los críticos, una de las preguntas obligadas es que, de esos 1 de cada 10 euros del presupuesto municipal que se destina a seguridad, ¿a costa de qué se hace, cuáles son las otras prioridades desplazadas? La respuesta puede traducirse en una mayor capacidad de respuesta, disuasión del delito y mejora de la percepción de seguridad, especialmente en un municipio donde la imagen exterior es un activo económico. Para el Gobierno local, el presupuesto de la Policía Local de Marbella refleja una concepción muy definida de la gestión urbana: orden, presencia y tecnología como garantías de estabilidad. En tiempos de presupuestos tensionados, 31 millones de euros también compran una visión de ciudad.
Por Fabrizio Reyes De Luca 25 de diciembre de 2025
En toda sociedad, la autoridad constituye uno de los pilares fundamentales para la convivencia, el orden y la estabilidad institucional de un país. Sin embargo, cuando la improvisación, el inmediatismo, la avaricia y la descomposición moral se normalizan como prácticas colectivas, comienzan a erosionarse los mecanismos básicos que sostienen la gobernabilidad. El deterioro de la autoridad no ocurre de un momento a otro; es un proceso gradual que se inicia cuando los valores dejan de ser la guía y la ética se convierte en un accesorio prescindible. La improvisación es uno de los males más frecuentes en las sociedades donde no existe visión a largo plazo. Gobernantes, instituciones y también ciudadanos, actúan sin planificación, reaccionando únicamente ante las urgencias del momento. Esta ausencia de planificación crea un vacío de confianza en las autoridades, que pasan a ser percibidas como entidades incapaces de prever problemas y garantizar estabilidad. Una sociedad que improvisa está condenada a depender del azar y no del criterio, debilitando sus cimientos institucionales. Por otro lado, el inmediatismo alimenta una cultura de resultados rápidos, aunque sean superficiales o insostenibles. Este fenómeno se observa tanto en la política como en el sector privado, así como también, en la vida cotidiana de los ciudadanos. Las decisiones se toman buscando impactos inmediatos que generan aprobación o beneficios instantáneos, sacrificando la calidad y la permanencia de las soluciones. Cuando la autoridad se rige por el inmediatismo, pierde su capacidad de dirigir procesos profundos y transformadores. La ciudadanía, al ver esta conducta repetida, también adopta la idea de que lo urgente es más importante que lo correcto. A la improvisación y el inmediatismo se suma la avaricia, quizá el más corrosivo de los factores. La avaricia coloca el interés personal por encima del bien común, y cuando esta práctica se normaliza, las instituciones dejan de servir a la sociedad para convertirse en herramientas de enriquecimiento o privilegio de unos pocos en detrimento de muchos. La autoridad pierde legitimidad cuando sus líderes muestran más afán en acumular poder o recursos que en cumplir con sus funciones. La avaricia provoca desigualdad, injusticia y resentimiento social, generando tensiones y, más temprano que tarde, conducen a conflictos sociales profundos. Finalmente, la descomposición moral cierra el círculo del deterioro. Cuando las normas éticas se relativizan, cuando se justifica lo incorrecto desdeñando lo correcto, y se premia al que actúa sin escrúpulos, la autoridad moral desaparece. Un liderazgo sin autoridad moral no puede exigir disciplina, respeto ni cumplimiento de las leyes. Las sociedades donde la moral se debilita, comienzan a convivir con la corrupción, la violencia, la impunidad y el irrespeto a la dignidad humana. La combinación de estos cuatro elementos —improvisación, inmediatismo, avaricia y descomposición moral— conduce inevitablemente al colapso social. Ninguna sociedad puede sostenerse sin un marco ético y sin una autoridad legítima que inspire confianza a sus gobernados. La reconstrucción comienza cuando se reconoce el problema, se inicia un proceso firme de recuperación de principios éticos, valores morales, planificación responsable, visión estratégica y fortalecimiento institucional. Solo así podrá evitarse que las grietas actuales se conviertan en un derrumbe irreversible. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de LatinPress.es fabriziodeluca823@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®
Por Laura de Arce 25 de diciembre de 2025
Marbella. - La ciudad cerró noviembre con cifras que, en otros tiempos, habrían parecido improbables. En un mes tradicionalmente asociado a persianas a medio bajar y a un turismo de transición, la ciudad registró uno de los mejores balances de las dos últimas décadas, confirmando un giro silencioso pero profundo en su modelo turístico. Los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística muestran que más de 42.000 visitantes se alojaron en hoteles durante noviembre, un 31% más que en el mismo mes del año anterior. El peso del turismo internacional —más de 31.000 viajeros— no solo explica el crecimiento, sino que marca un récord histórico en pernoctaciones extranjeras para este mes. Marbella, durante años dependiente de la estacionalidad estival, empieza a comportarse como un destino de calendario completo. Detrás de las cifras hay una estrategia clara. La ciudad ha apostado por eventos de alto impacto y por segmentos que no miran el termómetro antes de viajar: competiciones deportivas internacionales, congresos globales y un turismo premium menos sensible al calendario escolar. El Ironman 70.3 y los encuentros de la Federación Mundial de Ciudades Turísticas no son sólo citas en la agenda municipal; son piezas clave de un engranaje que busca llenar habitaciones cuando antes se asumía el vacío. El resultado es visible en los indicadores clásicos del sector. La ocupación hotelera superó el 54%, la más alta desde 2021, a pesar de que hoy operan en Marbella una veintena más de hoteles que entonces. El precio medio por habitación se mantuvo en niveles históricamente altos —171 euros— y los ingresos por habitación ocupada alcanzaron un récord para un mes de noviembre. No se trata solo de más turistas, sino de turistas que gastan más. El impacto se ha trasladado también al empleo. Más de 3.000 personas trabajaron en establecimientos hoteleros durante el mes, la cifra más alta jamás registrada en noviembre. Para una economía local muy dependiente del turismo, este dato es casi tan relevante como el número de visitantes: habla de estabilidad laboral en un sector acostumbrado a la temporalidad y a los altibajos. Marbella no ha dejado de ser un destino de sol y verano, pero noviembre demuestra que ya no es solo eso. La ciudad parece haber entendido que el verdadero lujo, en el turismo contemporáneo, no es solo atraer visitantes, sino conseguir que vengan cuando antes no lo hacían. Y en ese terreno, también ha empezado a ganar la partida.
Por Enrique Monterroso Madueño 25 de diciembre de 2025
Hay una forma eficaz de medir los cambios en la vida: mirar hacia atrás. Recordar dónde estábamos hace diez, veinte o cincuenta años. Cómo era nuestra familia, nuestro trabajo, nuestra vivienda, nuestro coche; cómo era, en definitiva, nuestra vida. Quiénes éramos entonces y quiénes somos ahora. El paso del tiempo se entiende mejor así, por contraste. Es inevitable que aparezcan la nostalgia y cierta idealización del pasado, pero los cambios profundos se imponen con claridad. Saltan a la vista y resultan inapelables. Hablando de España los datos objetivos son los que son. A nivel europeo y me atrevo a decir que más allá, me es difícil encontrar una historia de éxito tan enorme como los últimos cincuenta años españoles. Hace 50 años España era pobre, inculta y subdesarrollada. Secuestrada por una dictadura y por la moral católica. Era un convento y un cuartel. Hoy al final de este 2025 España es uno de los países más prósperos, más libres del planeta y con más derechos ciudadanos alcanzados. Nuestra esperanza de vida supera los 83 años, de las más altas del planeta, y el índice de desarrollo humano que tenemos está entre las naciones con mejores condiciones de vida. Somos una democracia plural y europeísta. Tenemos una sanidad pública, universal y gratuita; una educación de calidad y disfrutamos de libertades civiles que hace medio siglo parecían inalcanzables. Nuestra renta per cápita duplica con creces la media mundial. Es un país donde las mujeres no sólo votan sino que deciden y gobiernan. Y es uno de los lugares del mundo donde amar a quienes queramos o decir lo que pensamos no nos cuesta la cárcel como antes. Medio siglo ha dado para mucho. No ha habido en la historia de España una transformación mayor que la vivida en este medio siglo. En ningún momento del pasado hubo una etapa de mayor prosperidad; nunca un período mejor que celebrar. No diré que todo sea perfecto; en ningún país lo es y aquí tampoco. Hay muchísimos temas por mejorar, como es el caso de la vivienda o las desigualdades entre nosotros, especialmente entre la infancia. Las libertades , tan duramente conseguidas , están hoy cuestionadas. La democracia también corre el riesgo de una involución autoritaria. La prosperidad económica no ha alcanzado a todos los lugares por igual. El ascensor social sigue averiado aunque casi todos los jóvenes hoy llegan a la universidad. La memoria sigue siendo la gran asignatura pendiente y a una buena parte de los españoles les molesta que se recuerde lo nefasta que fue la dictadura, el período del franquismo. Nuestro presente es muy mejorable, ciertamente. Pero si miramos medio siglo atrás, simplemente no hay color. A ojos de cualquier extranjero la trasformación de España es apreciada con admiración. No así los propios españoles que parecemos no valorar debidamente los objetivos alcanzados. ¿Por qué nos cuesta tanto a los españoles reconocer los méritos de nuestro propio país? ¿ Por qué tenemos la autoestima tan baja? Como todos los traumas, para entenderlo hay que mirar al pasado, a la muy deficiente construcción nacional española ya desde siglos atrás. No sólo no abrazamos en su día el concepto de nación que nos equiparaba a la Europa ilustrada sino que , en algunos momentos de nuestra historia nos enorgulleció aquello de que cuanto más analfabeto, más patriota. La ignorancia en el pasado y una ensalada de falsos mitos sustituyeron a un verdadero proyecto nacional con una idea de España con un futuro común. En media España de derechas, se instaló con el tiempo una idea de España enfrentada a la otra media a la que llega a tachar de antiespaña, tanto que a la izquierda esa imagen provocó una reacción, una respuesta. Se confundió federalismo ( que viene de frater, hermano) con debilidad de la nación. Se sigue confundiendo hoy en día. Por favor, miremos lo justo el retrovisor; miremos la historia de cincuenta años atrás para entender cómo hemos llegado hasta aquí. En los dos últimos siglos España perdió todas sus colonias, vivió cuatro guerras civiles, sufrió varias dictaduras, y se convirtió en una caricatura de El Quijote, alguien con sueños de una gloria pasada pero comiéndose los mocos. Y así llegó España a 1.975, con una nación de ciudadanos pero agrietada. Una patria donde quienes la celebran piensan en desfiles militares en vez de hospitales públicos o escuelas. Algunos de estos supuestos patriotas no se dan cuenta de la incoherencia que supone llevar una pulserita rojigualda en la muñeca y esconder su dinero en paraísos fiscales. Por eso nos sigue costando tanto querernos como país. Porque durante demasiado tiempo el patriotismo fue monopolio de los reaccionarios y el rechazo a la bandera fue la respuesta natural de quienes defendían la libertad y el progreso. En España, el amor a la patria se confundió con el amor a la dictadura. Tanto es así que, como vemos a estas alturas, cincuenta años después a la democracia le está costando construir su propio relato, echar raíces. El resultado es esta paradoja: un país que está viviendo su mejor época y, sin embargo, no se la cree. Superar esta contradicción no exige olvidar el pasado sino comprenderlo. Mirarlo de frente, sin miedo. Recordar de dónde venimos es la única manera de saber quiénes somos. La historia de España no es solo la de sus reyes ni las de sus guerras inciviles sino también la de quienes lucharon por la libertad, por la ciencia, la cultura, la justicia y la igualdad. Ahí está la verdadera herencia nacional que deberíamos reivindicar. Tenemos motivos de sobra para recuperar nuestra estima, nuestro patriotismo español. No permitamos que España sea propiedad privada y la registren a su nombre. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de Latinpress.es. emonte7@hotmail.com Colaboración especial para LatinPress®
Por Isabel Pérez y Ángeles Muñoz 23 de diciembre de 2025
Marbella. - El Ayuntamiento ha aprobado hoy, en Pleno extraordinario, de forma definitiva, con los votos a favor del equipo de Gobierno y en contra del resto de grupos políticos, el presupuesto municipal para el ejercicio 2026, que asciende a casi 450 millones de euros y entrará en vigor el 1 de enero. La alcaldesa, Ángeles Muñoz, ha subrayado que, tras la exposición pública, se han analizado y resuelto las alegaciones presentadas, “incorporando aquellas que corregían errores materiales o aportaban mejoras desde el punto de vista técnico”. “ La oposición presentó alegaciones sin un verdadero trabajo detrás ”, dijo Muñoz, calificando, como a los de 2025, como “los más sociales, más rigurosos y los mejores. Las cuentas contemplan un incremento del 18% (12MM€) en la delegación de Derechos Sociales. De nuevo aparece aparcamiento en el Albergue África (8MM€), la Ciudad de la Justicia y las futuras instalaciones para Policía Nacional y Guardia Civil. Además, en San Pedro Alcántara se ejecutarán actuaciones con una inversión global de 70MM€. La alcaldesa ha señalado que en 2026 se acometerá la rehabilitación integral de la Casa Consistorial, en la Plaza de Los Naranjos, con una inversión de 3,8MM€. con una duración de ocho meses. En cuanto a las alegaciones del PSOE Marbella, presentadas por Isabel Pérez, que pedían mejorar el acceso a la vivienda, fueron rechazadas por el PP local. No fue un no rotundo, ni siquiera un no claro. Al responder a las alegaciones del Partido Socialista, Muñoz no negó las propuestas, más bien las dejó caer por agotamiento verbal: “ Cuando usted presenta alegaciones por 10 millones dentro de un presupuesto de 450… ”, comenzó, como si la aritmética pudiera sustituir al argumento. A partir de ahí se fue deshilachando. “ A ustedes les cambian los presupuestos de arriba abajo, ni de abajo arriba; no se los han leído … (spoiler) El cierre fue aún más revelador: No han presentado nada. El no ya estaba decidido, solo faltaba encontrar una forma ordenada de pronunciarlo, pero Muñoz no la encontró. No fue un rechazo por incompatibilidades legales, falta de financiación o prioridades distintas, no hubo nada de eso. Por ello la alcaldesa se volvió un lío al no saber cómo justificar su decisión. El gobierno local en lugar de abrir un espacio de negociación, blindó su presupuesto, asumiendo el coste político de aparecer como un ejecutivo poco permeable al diálogo y, respondiendo de manera atropellada. La postura de Ángeles Muñoz no fue un gesto técnico ni un desacuerdo contable, se ha tratado de una decisión política, con implicaciones que dibujan con nitidez el modelo de ciudad que el gobierno local está dispuesto a impulsar. Las propuestas socialistas, valoradas en algo más de 10,6MM€, estaban concentradas en un eje claro: vivienda y políticas sociales. No planteaban aumentar el gasto global, sino redistribuirlo, retirando fondos de partidas de publicidad institucional y de obras que el PSOE considera impropias por corresponder a la Junta de Andalucía como la carretera de Istán que da acceso a la urbanización Dolce Gabbana. El PP, sin embargo, optó por un rechazo total, sin incorporar ninguno de los planteamientos. Tampoco prosperaron iniciativas dirigidas a colectivos vulnerables: personas sin hogar, familias con dificultades de conciliación, personas con diversidad funcional o colectivos LGTBI. El rechazo afectó a todo un paquete de medidas que buscaban reforzar el papel del ayuntamiento como red de protección social. Iniciativas para mejorar la iluminación de las calles con una inversión de 300.000 euros, un Plan Municipal de Atención y Pernoctación para Personas Sin Hogar dotado con 459.034,73 euros, y medidas para favorecer la conciliación familiar y laboral por valor de 273.834,82 euros, que incluían el aumento de plazas en guarderías municipales y la puesta en marcha de ludotecas públicas, también fueron rechazadas.
Por Félix Romero 22 de diciembre de 2025
Marbella. - La delegación de Movilidad del Ayuntamiento ha realizado su balance del año, destacando el incremento del uso del transporte público, que ha alcanzado “una cifra récord de 6,8 millones de viajeros. Félix Romero ha subrayado el intenso volumen de trabajo y las constantes dificultades que se presentan y se resuelven a diario. Los más de 6,8 millones de viajeros registrados en el transporte público de Marbella durante 2025 son, sin duda, una cifra llamativa. Hablan de uso, de aceptación y de una política municipal que ha sabido incentivar el autobús con una herramienta poderosa: la gratuidad para los empadronados. Sin embargo, los grandes números también pueden ocultar las grietas del sistema. La primera de ellas es estructural: el crecimiento del uso del transporte público no ha ido acompañado de una reducción clara y medible del tráfico privado. Marbella sigue siendo una ciudad dominada por el coche, especialmente en horas punta y en temporadas de alta ocupación turística. Parte del problema reside en la geografía urbana. Marbella es larga, fragmentada y dependiente de ejes viarios saturados. El transporte público mejora, pero sigue siendo poco competitivo en tiempos de desplazamiento frente al vehículo privado en trayectos interurbanos o transversales. Para muchos residentes, el autobús es gratuito, sí, pero sigue siendo lento. Además, la gratuidad no ha supuesto que cada uno de esos 6,8 millones de viajes representen la misma caída de desplazamientos en coche. En muchos casos, son desplazamientos que antes se hacían a pie, o trayectos cortos multiplicados por la ausencia de coste, es decir, el éxito cuantitativo del transporte no ha sido posible de cuantificar en cuanto a la presión ambiental. No obstante Romero ha asegurado que con las láminas fotocatalíticas en vehículos del transporte colectivo y escolar, se ha podido eliminar hasta el 95% de la polución y, que está en nuestras manos el control de la calidad del aire por medio de los sensores instalados accesibles mediante códigos QR en marquesinas. Otro punto débil es la intermodalidad. Marbella carece aún de una red eficaz de conexión entre autobús, taxi, bicicleta y aparcamientos disuasorios. El estacionamiento regulado ordena el espacio, pero no siempre funciona como incentivo real para dejar el coche y continuar en transporte público. La ciudad sigue pidiendo al ciudadano que elija entre sistemas, no que los combine. En cuanto a la tecnología, los avances existen —apps, tarjetas, sensores—, pero la experiencia del usuario sigue siendo irregular. Sobre la información en tiempo real no siempre es fiable, las frecuencias no se adaptan con rapidez a incidencias o picos de demanda y la percepción de saturación en determinadas líneas persiste, especialmente en verano y en zonas como San Pedro Alcántara, Nueva Andalucía o el eje de la A-7. El taxi, aunque reforzado con subvenciones y nuevas licencias, también refleja una tensión no resuelta: más vehículos no siempre equivalen a mejor servicio si no se acompaña de una redistribución eficiente por zonas y horarios. La escasez puntual, especialmente nocturna o en eventos, sigue siendo una queja recurrente. Y luego está el gran ausente del balance: el peatón. La inversión en señalización y semaforización es notable, pero Marbella continúa arrastrando déficits en continuidad peatonal, cruces seguros e itinerarios accesibles en barrios periféricos. La movilidad sostenible no se mide solo en viajeros transportados, sino en la facilidad para moverse sin coche, sin autobús y sin miedo. En definitiva, la política de movilidad de Marbella ha avanzado, pero todavía no ha cambiado el modelo. Ha hecho más amable el transporte público sin hacerlo plenamente competitivo. Ha sumado usuarios sin restar coches. Ha invertido en tecnología sin resolver del todo la experiencia diaria del desplazamiento. Romero señaló la importancia de la tarjeta municipal de movilidad gratuita que ha alcanzado las 93.000 activas, tras registrar 11.500 nuevas altas, así como el importante ámbito del transporte escolar y universitario al que ha dado una cobertura a más de 900 usuarios de 24 centros a través de 37 rutas.
Por Policía Nacional 21 de diciembre de 2025
Marbella. - La Policía Nacional ha desarticulado una organización especializada, presuntamente, en dar vuelcos a otros narcotraficantes. La investigación ha permitido frustrar “in fraganti” un asalto armado a una “guardería”, situada en la localidad de Benalmádena, en la que se ocultaban casi dos toneladas de hachís. Han sido detenidas cuatro personas como integrantes del grupo especializado en cometer los asaltos así como el hombre que custodiaba la droga en la vivienda; además se han practicado cuatro registros domiciliarios en las localidades de Benalmádena, Estepona y Benahavís, en los que se hallaron efectos que podrían considerarse un “kit de vuelcos”. La operación se inició cuando los agentes, que realizaban una investigación sobre este grupo criminal especializado en sustraer sustancia estupefaciente a otros narcotraficantes, se percataron de que estaban planificando un asalto a una vivienda en la que se ocultaban casi dos toneladas de hachís. Los asaltantes llegaron a la “guardería” a bordo de una furgoneta y, mientras uno de ellos se quedaba al volante de la misma, los tres restantes cubrían sus rostros con pasamontañas y accedían al interior. Una vez dentro de la vivienda, los miembros de la organización golpearon violentamente a la víctima y la maniataron con bridas, mientras lo amenazaban con armas de fuego. Tras obtener las llaves de la vivienda y el mando del garaje accedieron al parking con la furgoneta y, con la víctima maniatada, los asaltantes comenzaron a cargar en el vehículo los fardos de hachís que la organización guardaba en la vivienda. Ante la inmediatez de la acción criminal, y el riesgo para la vida de la víctima, se estableció un dispositivo policial urgente para acceder a la vivienda en dos grupos. Uno de los equipos accedió por la puerta principal y se encontró al hombre maniatado y con claros signos de haber sido golpeado, por lo que se le dio asistencia y se le liberó de las bridas que sujetaban sus manos. De forma simultánea observaron que los asaltantes, sintiéndose cercados por los agentes, se lanzaron por la terraza de la vivienda hacia la propiedad vecina para huir a la carrera hacia una de las puertas peatonales de la urbanización. Tras una persecución a pie se logró interceptar y detener a los cuatro integrantes de la organización criminal. Además, una vez que el hombre que custodiaba las dos toneladas de hachís fue asistido, se procedió igualmente a su detención. Kit de vuelcos Los agentes llevaron a cabo cuatro registros domiciliarios en las localidades de Benalmádena, Estepona y Benahavís, donde intervinieron un “kit de vuelcos” compuesto, entre otros efectos, por un revólver, un lanzadestellos policial, armas de fuego simuladas, inhibidores y detectores de frecuencia, localizadores GPS, pasamontañas, guantes, chalecos reflectantes, bridas y herramientas de apertura.
Por Isabel Pérez 21 de diciembre de 2025
Marbella.- En un debate presupuestario marcado por grandes cifras, infraestructuras visibles y acusaciones cruzadas de propaganda, el Grupo Municipal Socialista ha decidido mover el foco presentando sus alegaciones a los presupuestos de Marbella para 2026, valoradas en algo más de 10,6 millones de euros. La portavoz socialista, Isabel Pérez, ha destacado que no se articulan como una enmienda técnica aislada, sino como una impugnación del modelo de prioridades del gobierno local. Isabel Pérez no ha suavizado el diagnóstico. Ha calificado las cuentas elaboradas por el equipo de Ángeles Muñoz como un “auténtico desastre” y ha defendido que, más que corregirse, deberían rehacerse. Aun así, el PSOE opta por una estrategia pragmática: introducir propuestas concretas que reorienten el presupuesto hacia lo que consideran las verdaderas urgencias de la ciudad. El eje central es la vivienda. Cinco millones de euros para un Plan Municipal de Vivienda Asequible y 1,1 millones en ayudas al alquiler de larga duración constituyen el corazón de las alegaciones. En una ciudad donde el mercado inmobiliario ha expulsado progresivamente a residentes de renta media y baja, el PSOE plantea una intervención municipal directa para frenar lo que describe como un proceso de desarraigo social. A diferencia de los grandes desarrollos urbanísticos anunciados en otros ámbitos del debate municipal, las propuestas socialistas no miran al largo plazo del planeamiento, sino al presente inmediato de las familias, jóvenes y trabajadores que no pueden asumir los precios del alquiler. La vivienda deja de ser una promesa futura y se convierte en una política de emergencia. El segundo gran bloque de las alegaciones se sitúa en las políticas sociales. El PSOE propone reforzar la atención a personas sin hogar mediante un plan específico de pernoctación y acompañamiento, ampliar las ayudas a personas con diversidad funcional y fortalecer a entidades sociales que operan en el territorio. La lógica es clara: ampliar la red de cuidados municipales en un contexto de creciente desigualdad urbana. A ello se suman medidas de conciliación familiar y laboral —con inversión en guarderías y servicios complementarios—, formación específica para la atención al colectivo LGTBI y una apuesta por la creación de una Escuela Municipal de Hostelería. Esta última propuesta conecta lo social con lo económico: mejorar la empleabilidad en uno de los sectores estratégicos de Marbella sin depender exclusivamente de la iniciativa privada. Las alegaciones incluyen también una partida destinada a la conservación del patrimonio histórico en riesgo de derrumbe, un recordatorio de que la política social no se limita a las personas, sino también a los espacios que configuran la identidad urbana. Para financiar este paquete, el Grupo Socialista plantea una redistribución interna del presupuesto: reducir partidas de publicidad institucional y retirar fondos de obras que consideran competencia de la Junta de Andalucía, como determinadas infraestructuras viarias. El planteamiento no es aumentar el gasto global, sino cambiar su orientación. Más allá de si el equipo de gobierno acepta o no estas propuestas, las alegaciones cumplen una función política clara: fijar el marco del debate. Frente a un presupuesto que la oposición acusa de centralizado y orientado a la imagen, el PSOE coloca la vivienda y los cuidados como línea divisoria. No es solo una discusión contable, sino una disputa sobre qué tipo de ciudad quiere ser Marbella y a quién deben servir prioritariamente sus cuentas públicas. El presupuesto aún no está cerrado. Pero el relato sí empieza a definirse: entre quienes defienden la estabilidad y la gestión continuista, y quienes reclaman que las cifras reflejen, de forma más directa, las tensiones sociales que atraviesan la ciudad.
Por Humberto Vacaflor 21 de diciembre de 2025
Antonio Saravia, nuestro Libertario, sospecha que el actual gobierno cree tener una bola de cristal que le permite saber cual será el precio internacional del petróleo de aquí hasta junio próximo. Se refiere a la decisión del gobierno, en el DS 5503, de fijar el precio de los derivados del petróleo para el mercado interno por seis meses, en lugar de dejarlo flotar según el precio internacional del crudo. Saravia sabe que, en este momento, cuando el precio del petróleo está de bajada, un litro de gasolina cuesta en Nueva York 82 centavos de dólar, es decir el equivalente de Bs 5,56, cuando en Bolivia se cotiza ahora en Bs 6,96. ¡Estamos pagando por la gasolina más que un neoyorquino! Si se aplicaba el precio internacional, el aumento hubiera sido solamente de Bs 3,74 a Bs 5,56. Para resignarnos hay que recordar que Estados Unidos es el tercer exportador de petróleo del mundo y Bolivia dejó de producirlo desde que llegó el MAS. Por supuesto que el gobierno tiene motivos de peso para haber tomado esa decisión, en lugar de liberar los precios y dejarlos fluctuar según cómo vaya el precio internacional del crudo. La crítica del Libertario es que el gobierno ha tomado la decisión de eliminar la subvención, algo que él apoya, pero la mantiene al fijar el precio que tendrá la gasolina (y todos los combustibles) por seis meses. Otra crítica que tiene Saravia es a la decisión del gobierno de no cerrar todavía ninguna de las 45 o más empresas estatales deficitarias y cerradas, creadas por el cocalero Morales y luego por Luis Arce sólo para contratar a sus seguidores, que siguen cobrando salarios, aunque no trabajen. La observación de Saravia es que el gobierno ha cargado sobre las espaldas de los ciudadanos un pesado fardo, pero que debería ponerse al hombro por lo menos alguna mochila, como la de encarar el cierre de las empresas quebradas. A esa mochila habría que añadirle algunos pesos, como la toma del Chapare y de su gobernante, la liberación de los 350 presos políticos por las causas de “golpe I” y “golpe II”, y que están presos “por el capricho” del cocalero Morales, según admitió Luis Arce hace un año. Dice el ministro Marco Antonio Oviedo que lo del Chapare se resolverá, como Dios manda, a partir de enero, cuando será cambiada la política frente a los cocaleros y los narcos. En suma, lo que dijo el ministro es que en enero comienza a actuar la DEA. El gobierno paraguayo ha autorizado la instalación de bases militares de Estados Unidos en su territorio y el ecuatoriano ha hecho lo mismo en el puerto de Manta. La nueva estrategia hemisférica de EEUU es abrir bases militares en toda la región. Welcome. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de LatinPress.es vacaflorhumberto@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®