Por Ángeles Muñoz y Eduardo Díaz
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27 de junio de 2025
Marbella. - La aprobación del nuevo Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) de Marbella, el primero de Andalucía adaptado a la controvertida ley LISTA, marca un hito urbanístico en la ciudad. Pero, como toda gran promesa, llega con una letra pequeña que exige atención. La gran promesa: La accesibilidad La alcaldesa Ángeles Muñoz no escatimó en emotividad. Con un discurso intencionadamente cercano apeló al arraigo, a la dignidad del hogar y a la exclusión creciente que padecen los jóvenes y las familias trabajadoras de Marbella. Hemos reservado un 40% del nuevo suelo rústico transformable y hasta un 30% del urbano para vivienda protegida, lo que significa tener un modelo de ciudad que no se rinda a la desigualdad disfrazada de crecimiento. Con estos datos, su compromiso con la vivienda protegida parece, al menos en el papel, sólido, s in embargo, el verdadero desafío no está en las cifras sino en su ejecución. Marbella es un mercado inmobiliario altamente tensionado por la inversión internacional, lo que la hará enfrentarse a presiones especulativas y litigios legales; además, ¿quién vigilará que ese 40% se traduzca efectivamente en hogares accesibles y no en titulares políticamente rentables? La votación en el pleno municipal evidenció grietas profundas: el apoyo de PP y VOX contrastó con el rechazo del PSOE y la abstención de OSP. Un instrumento común para el municipio, en palabras de Eduardo Díaz, con 2 exposiciones públicas y con casi 300 alegaciones, dio como resultado un documento ambicioso y técnicamente sólido, no obstante, ello quedó desmentido por la propia votación; el PGOM nace con mayoría pero sin consenso, en un contexto donde la planificación urbanística debería ser un pacto transversal y no una bandera partidista. 74% de alegaciones rechazadas. La alcaldesa presumió de un proceso de participación “sin precedentes”, citando exposiciones públicas y reuniones con colectivos. Sin embargo, durante la segunda exposición (el actual documento presentado) se recibieron 147 alegaciones, 40 fueron estimadas total o parcialmente, lo que supone que más de un 74% fueron rechazadas. No se trata de si hubo audiencia, sino de sí se escuchó. Informes sectoriales. Eduardo Díaz aseguró con rotundidad que los 67 informes sectoriales que acompañan al documento fueron favorables. Un hito excepcional que, según el portavoz, confirma la calidad y la solvencia técnica del documento. Regularización o blanqueo urbanístico Uno de los puntos más delicados del nuevo PGOM es la integración de miles de viviendas fuera de ordenación, consecuencia de la anulación de planes anteriores. Aunque se argumenta que se protege así a compradores de buena fe, el movimiento también puede leerse como un perdón masivo a irregularidades pasadas. Crecimiento verde La administración promete una ciudad más verde, más inclusiva, más conectada. Pero el plan amplía en 12,5MMm² el suelo urbano y permite transformar 30 millones de m² de suelo rústico, asegurando que será una ciudad mejor y más conectada. Dijo que tenían previstos 2.3MMm² para sistemas generales de áreas libres. que protege al litoral. Seis objetivos estratégicos El portavoz popular, Eduardo Díaz resaltó que el documento se sostiene en seis objetivos estratégicos: Construido con participación y mirada larga. Se reconoce la realidad existente. Se reconocen las necesidades futuras. Se ordena el suelo con sensatez. Se protegen los valores ambientales y patrimoniales. Se abren oportunidades al desarrollo sostenible. Aprobación final Manuel Osorio, portavoz de Opción Sampedreña destacó que lo que se aprobaba era un documento local que deberá enviarse al área ambiental de la Junta de Andalucía y que ésta lo regresará al ayuntamiento para su aprobación final. Unos trámites que llevarán entre 4 o 6 meses. Isabel Pérez (PSOE) abundó en los detalles señalando que, el documento presentado es parte de lo que anteriormente se conocía como el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que necesitará de otro trámite que es el Plan de Ordenación Urbana (POU) para enviarse a Medio Ambiente donde se aprobará finalmente y donde la oposición pierde todo el contacto con el documento (POU y PGOM). El POY todavía no está redactado, apuntó Pérez, recordando a la alcaldesa que cuando el Psoe gobierno Marbella, el PP le exigía el PGOM en un año y ellos llevan 8 y les falta el POU.