La Marbella de lujo, las calles sucias y los delitos
Antonio Párraga, Isabel Pérez y Nacho López • 11 de julio de 2025
El trasfondo de la Marbella del lujo son las calles con basura y la recurrencia de los delitos.
Marbella. -
Desde sus yates atracados en Puerto Banús hasta los clubes de playa que sirven champán bajo pérgolas de lino blanco, Marbella se ha vendido al mundo como sinónimo de exclusividad, glamour y vida sin preocupaciones.
Pero detrás del escaparate dorado, una creciente preocupación por la seguridad ciudadana y el deterioro de los servicios públicos amenaza con erosionar esa imagen cuidadosamente cultivada.
Los diputados socialistas Isabel Pérez y Nacho López, han señalado que en las últimas semanas, una serie de incidentes violentos han reavivado el debate sobre la capacidad del municipio para garantizar la seguridad de residentes y turistas, recordando que gracias al gobierno de la nación se ha incrementado el número de efectivos policiales gracias al Plan Marbella.
“Marbella no puede seguir siendo noticia por hechos violentos”, advirtió Isabel Pérez.
Su crítica fue más allá: denunció que la falta de compromiso del Ayuntamiento y de la Junta de Andalucía está bloqueando la construcción de una nueva comisaría nacional, una pieza clave para modernizar la respuesta de seguridad en un enclave que atrae tanto al jet set como a estructuras criminales transnacionales.
Calles sucias y vecinos molestos
A pocos pasos del lujo de las boutiques y los hoteles cinco estrellas, las calles de barrios como Las Chapas, Nueva Andalucía o San Pedro muestran una realidad menos fotogénica: basura acumulada, contenedores desbordados, atascos constantes y una creciente frustración ciudadana.
“No es una exageración decir que Marbella está más sucia que nunca”, dijo Pérez. No soy la única en pensarlo, las quejas vecinales, según recoge su formación, se han disparado en las últimas semanas.
Para una ciudad que se posiciona como destino premium en el sur de Europa, mantener un espacio urbano limpio y funcional no es solo una cuestión de salud pública: es parte esencial de su marca.
Con el volumen de visitantes niveles prepandemia — y en algunos sectores incluso los ha superado —, la infraestructura vial y los servicios de mantenimiento no han seguido el ritmo.
En Marbella, donde el marketing del lujo es casi un dogma, ese contraste se ha vuelto más evidente —y más incómodo—.
Mientras el Ayuntamiento organiza eventos glamorosos y promueve inversiones millonarias en el sector inmobiliario de lujo, muchos ciudadanos sienten que los problemas reales quedan relegados a un segundo plano. Algunos lo ven como una desconexión entre la política municipal y las necesidades de quienes viven todo el año en la ciudad.
Marbella enfrenta así un dilema que comparten muchas ciudades-escaparate del siglo XXI: ¿cómo sostener el brillo sin abandonar lo básico? La limpieza de las calles, la seguridad de los barrios y la transparencia en la gestión pública no son sólo demandas ciudadanas. Son, también, condiciones indispensables para que el lujo sea algo más que una fachada.

Marbella. — El reciente anuncio de la Junta de Andalucía sobre la licitación del estudio de implantación de la futura Ciudad de la Justicia en Marbella marca, según la alcaldesa de la ciudad, Ángeles Muñoz, el discurso oficial, un "paso decisivo" hacia una infraestructura largamente demandada. Sin embargo, han sido tantos los anuncios sobre la obra que no se sabe si se está ante el verdadero inicio de una solución estructural o simplemente ante otro episodio en la ya extensa narrativa de promesas incumplidas. Muñoz no ha escatimado palabras grandilocuentes: El proyecto será "uno de los grandes logros" de su mandato, subrayando que ha sido el gobierno de Juanma Moreno quien finalmente ha “buscado la solución”. Ya en 2012 Muñoz aseguraba que el ayuntamiento pondría a disposición del Gobierno andaluz una parcela de 15.000m² en la avenida José Manuel Vallés. Más de una década después Marbella carece de una infraestructura judicial digna de su tamaño y complejidad demográfica. El nuevo proyecto contempla 26.000m² de techo construidos, divididos en fases hasta el año 2060. En su primera etapa se duplicará el espacio actual y se construirá sobre una parcela en La Torrecilla, cedida por el Ayuntamiento. El estudio, ahora en licitación, pretende analizar viabilidad técnica, urbanística y eficiencia energética. Pero esta fase, si bien importante, no garantiza la materialización del proyecto. Es un preámbulo, no una obra. Y es aquí donde surgen las dudas. En octubre de 2023, Muñoz y el consejero José Antonio Nieto firmaron un protocolo de colaboración que prometía iniciar esta misma fase de anteproyecto. Ha pasado más de un año, y apenas ahora se licita el estudio. Marbella, con más de 150.000 habitantes empadronados y una población flotante aún mayor, opera actualmente con órganos judiciales distribuidos en tres sedes deficientes. La dispersión dificulta la coordinación, aumenta los tiempos de espera y genera un entorno poco propicio para una justicia eficiente. Ángeles Muñoz tiene ante sí la oportunidad —y también la responsabilidad— de convertir una promesa histórica en un legado tangible. Pero también arrastra el peso de compromisos anteriores que no se concretaron.

Marbella. - Con el objetivo de mejorar la seguridad vial y adaptar la vigilancia al crecimiento urbano de la ciudad, el Ayuntamiento de Marbella y la Jefatura Provincial de Tráfico han firmado una actualización de su convenio de colaboración, con cambios significativos en la delimitación de competencias entre la Policía Local y la Guardia Civil. El nuevo acuerdo establece que todos los enlaces a distinto nivel de la autovía A-7, dentro del término municipal, serán considerados como vías urbanas. Esto implica que la Policía Local asumirá la competencia sobre estas intersecciones, mientras que la Guardia Civil de Tráfico mantendrá el control sobre los carriles de aceleración y deceleración que dan acceso o salida a la autovía. El convenio anterior, en vigor desde hace más de una década, había quedado desfasado ante el notable crecimiento urbanístico de Marbella. La actualización también incluye planimetría detallada para delimitar visualmente las zonas de actuación de cada cuerpo y designa una serie de puntos de control reforzado, como los accesos de Cabopino, Elviria, La Cañada, Nagüeles, Puerto Banús y San Pedro Alcántara. “La seguridad vial no se puede gestionar con criterios de hace veinte años”, afirmó la alcaldesa Ángeles Muñoz durante la firma del acuerdo. “Este documento aclara las competencias y nos permite intervenir con mayor eficacia en los puntos críticos”. Aida Vilaret, jefa provincial de Tráfico, subrayó que la colaboración entre ambos cuerpos ha sido ejemplar, “con este marco renovado, reforzamos un modelo de vigilancia compartida que ya ha demostrado su eficacia en la prevención de accidentes y la gestión del tráfico”. El acuerdo refleja una tendencia creciente entre los municipios costeros de Andalucía: adaptar los sistemas de control vial al uso mixto de infraestructuras que combinan tránsito urbano y de largo recorrido, en zonas con alta densidad de población y afluencia turística.

San Pedro Alcántara, Marbella. – En una época en la que el cambio climático redefine la forma en que se habitan y exhiben las ciudades, San Pedro Alcántara apuesta por las flores para encarar el verano y la modernidad. El núcleo urbano ha lanzado una campaña de embellecimiento floral coincidiendo con la temporada alta del turismo. A simple vista, parece una maniobra estética tradicional: unas 18.000 nuevas plantas adornan calles, rotondas y balcones. Pero en el fondo, esta decisión conecta con una narrativa más amplia que se extiende por toda la cuenca mediterránea: cómo embellecer sin derrochar, cómo recibir turistas sin dañar aún más un ecosistema al borde del estrés hídrico. “Queremos que la imagen que ofrece San Pedro en verano sea la de un municipio cuidado”, dijo Javier García, teniente de alcalde del distrito. El adjetivo no es gratuito: "cuidado" remite tanto al orden estético como a la conciencia ecológica. En una región en la que el turismo representa el corazón económico y el agua se ha vuelto un bien estratégicamente escaso, los detalles florales se transforman en un mensaje político. Las especies seleccionadas —pentas, sumpatiens, espinas de Cristo— no son meramente ornamentales, comparten una característica clave: son resistentes a la insolación directa y requieren un consumo mínimo de agua. Una floración pensada para durar, para sobrevivir al sol andaluz y a la larga temporada seca que marca el calendario estival. Turismo y narrativa verde El turismo ya no se mide solo en número de visitantes, sino en la capacidad del territorio para recibirlos sin autodestruirse. Para destinos como Marbella y sus núcleos cercanos, el paisaje ha sido siempre parte del producto turístico: la belleza del entorno es capital simbólico, un capital que debe ser administrado con otro tipo de inteligencia. Ya no basta con jardines exuberantes o fuentes majestuosas: lo que se premia —y se valora cada vez más en la mente del viajero— es la armonía con el clima y el entorno. En una época donde todo se mide en impactos —económicos, ambientales, sociales—, un macetero colgante en una calle andaluza puede decir mucho más de lo que parece.

Marbella. - En la Costa del Sol, donde los áticos con vistas al Mediterráneo se venden por millones y las urbanizaciones de lujo florecen entre campos de golf, la fiscalidad se ha convertido en un nuevo campo de batalla. Pero esta vez, no se trata de la rentabilidad del ladrillo, sino de una discriminación silenciosa que divide a los propietarios por su pasaporte. Un sistema fiscal con doble rasero Los inversores inmobiliarios comunitarios, aquellos con nacionalidad de un país de la Unión Europea, disfrutan de una tributación preferente en España: pagan un 19% sobre sus rentas inmobiliarias y tienen derecho a deducir los gastos asociados al arrendamiento de sus propiedades. En cambio, los extracomunitarios —incluidos británicos post-Brexit, suizos, estadounidenses, canadienses y latinoamericanos— deben tributar al 24% y no pueden deducirse ni un euro en concepto de gastos. Esta situación ha abierto una primera pregunta: ¿Se puede entender que la solución pasaría por mantener las retribuciones actuales (19 y 24%), pero permitiendo que todos se puedan deducir los gastos asociados a los arrendamientos? Pedro de Pablos Soldevilla, director de Fiscalidad en Cremades Calvo-Sotelo Abogados ha asegurado que estamos ante una clara violación del principio de igualdad tributaria en un mercado que se supone europeo y globalizado. En una reciente ponencia en Marbella, De Pablos señaló que una sentencia inminente de la Audiencia Nacional podría poner fin a esta asimetría, que penaliza precisamente a los países que más inversión extranjera aportan al mercado inmobiliario español. La paradoja es que ciudades como Marbella, Mallorca o Barcelona —dependientes de inversores de alto poder adquisitivo, muchos de ellos extracomunitarios— podrían estar desincentivando esas inversiones con un trato fiscal que roza lo punitivo. La grieta pos-Brexit El Brexit ha sido un punto de inflexión. Muchos británicos, tradicionalmente los mayores compradores extranjeros de vivienda en España, vieron cómo sus condiciones fiscales se endurecieron de la noche a la mañana. Lo que antes era una inversión segura en la jubilación, ahora debe repensarse con calculadora en mano. El caso es que si se equiparan ambos inversores en las deducciones, se podría estar abriendo las puertas a los grandes inversionistas y al encarecimiento de los alquileres o venta de las viviendas. En el escenario de las deducciones, los expertos en derecho fiscal advierten que la discriminación podría ser inconstitucional y recomiendan solicitar devoluciones de ingresos indebidos ante los tribunales, apoyándose en recientes sentencias como la del Tribunal Superior de Justicia de Illes Balears, que reconoce trato desigual en el Impuesto sobre el Patrimonio. El nuevo IVA turístico Otro cambio estructural que sacude al mercado es la introducción del 21% de IVA en los alquileres turísticos, un movimiento que ha levantado ampollas entre propietarios particulares, pero que podría acelerar la profesionalización del sector. Hasta ahora, muchos arrendadores ofrecían viviendas vacacionales sin tributar por IVA, o bajo regímenes difusos. Con la nueva normativa, estos alquileres se equiparan legalmente a una actividad empresarial, lo que obliga a aplicar un IVA del 21% en cada reserva. A cambio, los propietarios podrán deducirse el IVA de sus gastos operativos, desde reformas hasta campañas de marketing digital. Sin embargo, este nuevo contexto puede encarecer el precio final para el turista —un factor nada menor en un contexto inflacionista—, los analistas del sector señalan que no afectará negativamente al grueso del negocio. Para algunos interesados, este cambio beneficiaría al operador profesionalizado y desplazaría al particular ocasional. Si se sube el IVA al 21%, aunque después se pueda deducir en otros gastos, ¿impactaría en los precios de los alquileres turísticos, aumentando el rendimiento neto? Además, esto no sería contrario a la nueva ley europea del control a los alquileres turísticos y temporales? Como en todo escenario económico, también hay un lado bueno: Los propietarios tienen más motivación para realizar mejoras y conservar la propiedad en buen estado. El trasfondo La propuesta tiene del trasfondo potenciar la inversión inmobiliaria con efectos mixtos, es decir, atraer más capital al mercado de alquiler en las zonas con alta demanda, pero podría subir los precios de compra, dificultando el acceso a la vivienda para compradores particulares. Si los propietarios sienten que tienen cubiertos ciertos costos vía deducciones, podrían mantener precios más competitivos o invertir más en sus inmuebles, pero también podrían mantener precios altos sabiendo que parte de los gastos se compensa fiscalmente. Otro punto muy importante para estas aspiraciones es que el Estado podría perder ingresos fiscales porque recaudaría menos por las deducciones, lo que podría suponer una menor disponibilidad de recursos públicos, si no se compensa por otro lado. Así las cosas ¿Quién se beneficia más? Los pequeños propietarios pueden aprovechar estas deducciones pero, los grandes inversores o empresas inmobiliarias con asesoría fiscal sofisticada sacan mucho más provecho, especialmente combinando depreciación, refinanciación y otras estrategias legales para minimizar impuestos.

San Pedro Alcántara. Marbella. - Con los bancos de madera resecos testigos del tiempo sin uso que llevan, con las fuentes secas, las ramas de los árboles muertos, y un columpio oxidado balanceado solo por la brisa, el parque de los Tres Jardines de San Pedro Alcántara, lo que alguna vez fue un símbolo de renacimiento urbano, se ha convertido en un retrato desolador de abandono institucional. El parque, inaugurado como una de las grandes apuestas ambientales y comunitarias del Ayuntamiento de Marbella, hoy está en el centro de una polémica que toca fibras profundas: el valor que una ciudad otorga a sus espacios públicos, y la fragilidad de estos cuando caen fuera del foco político. Opción Sampedreña (OSP) no ha ahorrado palabras en su crítica hacia la alcaldesa Ángeles Muñoz y su equipo del Partido Popular. La acusan de condenar al deterioro no solo al parque, sino a buena parte del entramado público de San Pedro. En una comparecencia reciente, los concejales María Luisa Parra y Manuel Osorio ofrecieron una imagen demoledora: basura acumulada, vegetación agonizante, estructuras rotas y una comunidad desconectada del que fuera su pulmón verde. “Esto no es un accidente, es una decisión política”, denunció Parra. 400.000 euros y un sueño evaporado El parque albergaba jardines temáticos —árabe, mediterráneo, tropical—, y se convirtió en emblema de una idea más ambiciosa: los huertos urbanos, una inversión municipal de 400.000 euros en 2019, un proyecto que buscaba fomentar el autocultivo, la participación vecinal y el contacto con la tierra en un entorno urbano. Hoy, de todo eso, apenas quedan rastros. Según OSP, la infraestructura está destruida: las maderas podridas, los cultivos inexistentes, la caseta de herramientas desaparecida. “Literalmente, ha volado. Nadie sabe dónde está”, ironizó Parra. El parque, que pudo haber sido una escuela viviente de sostenibilidad, ahora actúa más como recordatorio del abismo entre las promesas municipales y la realidad cotidiana. En San Pedro, esta negligencia se agrava por la sensación de agravio comparativo. Según OSP, el distrito ha sido sistemáticamente marginado frente a otras zonas de Marbella más turísticas o céntricas. “La alcaldesa gobierna desde una pantalla de Instagram”, denunció Parra. “Aquí no hay agua en las fuentes ni baños en condiciones. Y nadie responde”. Lo que está en juego Más allá del deterioro físico, lo que está en juego es el sentido de pertenencia y bienestar de una comunidad, parques como el de los Tres Jardines no son lujos; son piezas clave en la salud mental, el tejido social y la resiliencia ambiental de las ciudades. OSP ha prometido movilizaciones en otoño.

Marbella. - La Costa del Sol, una de las regiones turísticas más populares de Europa, ha dado un paso significativo hacia la seguridad hídrica con la renovación de una planta desaladora que ahora triplica su capacidad de producción de agua. La ampliación permitirá pasar de 6 a 20hm³ anuales, una mejora crucial en medio de un contexto de sequías recurrentes y aumento estacional de población. La alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, y el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, inauguraron oficialmente la modernizada instalación este lunes. Las obras, con una inversión de 8 millones de euros, forman parte de un plan más amplio del Gobierno andaluz para reforzar la infraestructura hídrica de la región. “Hace apenas un año estábamos enfrentando una de las sequías más duras en décadas”, recordó Muñoz durante el acto. “Esta actuación es una muestra clara de voluntad política y visión de futuro”. La planta, construida a finales de los años 90 y propiedad del Estado, había estado operando por debajo de su capacidad original durante años. Con su restauración, la desaladora ahora cubre entre el 15 y el 20% de las necesidades hídricas de la Costa del Sol. Según Moreno, también será posible transferir recursos hacia otras zonas, como Málaga capital y la comarca de la Axarquía, gracias a la interconexión de los sistemas hidráulicos. La medida se produce en un momento crítico para el sur de España, donde el cambio climático y la presión demográfica —con una población que se triplica en verano— han elevado el riesgo de escasez de agua. “Este no es un proyecto aislado”, subrayó Moreno. “Es parte de una planificación integral para garantizar que el agua deje de ser un problema estructural en Andalucía”.
Marbella. - Por más que el verano en Marbella prometa cultura y brisa mediterránea, hay algo que ha dejado de funcionar en el corazón verde de la ciudad. El Parque de la Constitución — no es sólo un jardín urbano, sino un lugar que alberga un auditorio y un observatorio astronómico — sin embargo parece descomponerse bajo la doble sombra del desinterés institucional y la resignación de los vecinos. Manuel Núñez, coordinador de Izquierda Unida Marbella–San Pedro lo ha denunciado con cifras: 325.000 euros invertidos en 2019 en la reforma del Auditorio José Pernía Calderón y desde entonces, nada. Sin embargo, más que un balance financiero, el estado del parque revela una fractura persistente entre los espacios públicos y los ciudadanos que deberían habitarlos. El parque está sucio, los baños rotos, el escenario del auditorio visiblemente deteriorado, las gradas cubiertas de polvo. El observatorio astronómico, ese raro lujo urbano con vocación científica y comunitaria, permanece cerrado desde hace años. Todo esto ocurre mientras se celebran festivales, teatro, encuentros corales: cultura en espacios que no han sido preparados para ser dignos de la cultura. Señaló Núñez. Aquí el abandono no responde a la pobreza sino al desinterés y al olvido elegido. Se dirá que las prioridades son otras, que la administración local invierte en otros frentes. Pero la cuestión no es sólo presupuestaria. Es simbólica. Los parques, en particular, cumplen una función vital: son los lugares donde el individuo deja de ser sólo consumidor y se convierte en ciudadano. Son aulas verdes, escenarios improvisados, refugios democráticos. Cuando se los descuida, se envía un mensaje claro: lo común no importa. La denuncia de IU no es sólo una lista de carencias. Es una llamada de atención a la idea misma de lo público. El parque, en definitiva, no está muriendo sólo por falta de pintura, sino por ausencia de mirada institucional y ciudadana. No basta con programar conciertos si no hay bancos limpios donde sentarse. No tiene sentido hablar de turismo de calidad si los ciudadanos locales no pueden acceder a espacios dignos. Y no se puede defender la cultura cuando el escenario se resquebraja bajo los pies de los artistas.

Marbella. - De nuevo la ciudad conoce la aprobación de licencias urbanísticas por casi 67 millones de euros, confirmando su estatus como uno de los enclaves residenciales más codiciados de España. El portavoz del ayuntamiento, Félix Romero, celebró la aprobación de dos complejos residenciales en Nueva Andalucía con un total de 94 viviendas con locales comerciales, felicitándose por el retorno fiscal que superará los 2,6 millones de euros, lo que contribuirá a sostener los servicios públicos. Para Romero en pleno verano la ciudad vibra con la actividad de obras y reformas, lo que da una idea clara del potencial económico del municipio. Frente a esta buena noticia, muchos vecinos de a pie se enfrentan a una realidad más compleja: empleos precarios, precios inalcanzables y un modelo urbano que continúa empujándolos hacia la periferia. Viviendas nuevas, ¿para quién? La mayoría de las promociones recientes se sitúan en el segmento alto del mercado, con precios que superan los 500.000 euros por vivienda, una cantidad que coloca estos inmuebles fuera del alcance de la mayoría de los marbellíes, cuyo salario medio se encuentra, según el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía 2023, entre los 1.410 euros mensuales brutos para las mujeres y 1.620 para los hombres. Paradójicamente, mientras se construye a un ritmo creciente, la demanda de vivienda asequible se intensifica. El Ayuntamiento, por ahora, parece centrado en facilitar la inversión sin imponer condiciones claras en términos de vivienda protegida, regulación de precios o contratos estables. La falta de políticas inclusivas podría hipotecar el futuro social de la ciudad.

Marbella. — En un acto cargado de afirmaciones elogiosas y lecturas selectivas del pasado, frente al congreso de Nuevas Generaciones, el presidente andaluz Juanma Moreno Bonilla volvió a emplear su habitual tono de moderación institucional para reafirmar la hegemonía del Partido Popular en una de sus plazas fuertes: Marbella. Una intervención compuesta por una narrativa política cuidadosamente construida, combinando un revisionismo histórico, un oportunismo electoral y una cierta autocomplacencia institucional, Bonilla no dudó en decir que el empuje económico actual de la ciudad se le debe a su alcaldesa Ángeles Muño. Le dijo a Muñoz que era uno de los rostros más consolidados del PP en Andalucía, olvidando la larga sombra de controversias que han rodeado a su entorno familiar y político. Insistió en que el "resurgir de Marbella" se debe a su alcaldesa, tras una etapa socialista que describió como "ridícula, ideológica y absurda", simplificando la compleja historia urbana reciente, omitiendo deliberadamente los años más oscuros del urbanismo desregulado y la corrupción, que se gestaron —al menos en parte— bajo gobiernos municipales que no fueron necesariamente de izquierdas. Exaltó a Marbella como “epicentro del turismo selecto” y motor de mayor número y calidad de empleo gracias al turismo: “Marbella es el epicentro del turismo selecto y referencia internacional, que genera mejor empleo y de más calidad a través del turismo”. Una cita que le desvincula de la realidad local y apunta a una visión elitista del desarrollo económico, que sigue priorizando el modelo de turismo de alto poder adquisitivo sin entrar en una reflexión crítica sobre la sostenibilidad del mismo. No se detuvo en la temporalidad laboral que supone el continuar dependiendo exclusivamente del turismo como único motor de desarrollo. “Trabajar como lo hacéis no es fácil porque existen otras fuerzas políticas que dicen lo que los jóvenes y no tan jóvenes quieren oír”, le dijo a los jóvenes peperos. “Afortunadamente estamos nosotros (PP), los que ponemos serenidad, sensatez, sentido común, las razones más eficientes a largo plazo que no ilusionantes en el corto”. Esa dicotomía fue uno de los elementos más reveladores de su discurso. Una frase que no solo buscaba minimizar el descontento real que también existe entre sus propias nuevas generaciones, sino que dibuja una caricatura paternalista hacia el votante joven, como si la política sólo pudiera moverse entre el ilusionismo irresponsable y el pragmatismo tecnocrático del PP. En materia de infraestructuras, Moreno esgrimió una larga lista de inversiones: la ampliación progresiva del hospital por 93 millones de euros, los centros de salud, la carretera de Istán, los institutos de San Pedro y Las Chapas y, la rehabilitación de viviendas en las Albarizas. Pero no abordó el ritmo de ejecución, la calidad de los servicios resultantes, ni la situación de los barrios más vulnerables. La mención a la desaladora —advirtiendo que la infraestructura cuya ampliación no es competencia directa de la Junta— fue otro ejemplo del intento del presidente de apropiarse simbólicamente de logros administrativos compartidos. Finalmente, la frase de cierre dirigida a Muñoz fue: —"vamos cumpliendo los hitos, aunque queden cosas por hacer"— condensó el tono triunfalista del acto. No hubo espacio para la autocrítica, sin mención al acceso a la vivienda o la gentrificación que afecta a gran parte de la población local. El discurso de Juanma Moreno en Marbella fue más que una declaración de logros y un acto de reafirmación ideológica. Envuelto en formas moderadas, pero con un fondo marcadamente partidista, Moreno llamó a los jóvenes a luchar por su futuro porque también podían llegar a ser presidente de su comunidad.

MARBELLA. - La ciudad mantiene la apuesta por consolidarse como uno de los focos más ambiciosos de inversión hotelera de Europa. Marbella viene experimentando, en el sector de la hospitalidad, un flujo constante de capital que no sólo redefine el paisaje urbano, sino que reorienta el perfil del turista que la ciudad busca atraer. El más reciente ejemplo está en la apertura del “ME Marbella”, propiedad de la cadena Meliá, tras una remodelación integral valorada en 20MM€, una cifra que, aunque relevante, es solo una pieza de un panorama mucho más amplio: más de 300MM€ se han invertido en el sector hotelero local desde 2022, una cifra significativa incluso en un mercado turístico tan maduro como el español. “Estamos hablando de inversiones que no solo transforman hoteles, sino que reconfiguran el tejido económico y social de la ciudad”, dijo José Eduardo Díaz, concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Marbella. Turismo como Política de Desarrollo Económico La apuesta por el lujo no es casual. Marbella está en plena reconversión hacia un modelo turístico de alto poder adquisitivo, siguiendo el ejemplo de destinos como Saint-Tropez o Portofino. El relanzamiento del hotel en Puerto Banús, bajo la prestigiosa marca ME by Meliá, refleja esta ambición. Ahora convertido en un cinco estrellas con 200 habitaciones —incluyendo una suite tipo penthouse de más de 2.000m² con piscina privada— el establecimiento busca atraer a un tipo de viajero más exigente, dispuesto a pagar tarifas premium a cambio de experiencias exclusivas. Según Luis Domínguez, director del hotel, la respuesta del cliente ha sido “excelente desde el primer día”. Impacto Laboral y Urbanístico Las cifras de empleo también son reveladoras. Solo este hotel ha incrementado su plantilla de 180 a casi 300 empleados. A nivel municipal, se estima que las reformas hoteleras derivadas del decreto de modernización de la Junta de Andalucía han generado más de 2.500 empleos directos desde su implementación. La cooperación público-privada, un tema a menudo espinoso en otros contextos europeos, ha funcionado aquí con notable fluidez. Las licencias de obra, tradicionalmente un cuello de botella, se han acelerado para facilitar las reformas a gran escala. Además, el edil subraya que estas inversiones no solo mejoran la infraestructura hotelera, sino que traen consigo avances en eficiencia energética y sostenibilidad, en línea con las exigencias de una clientela internacional más consciente del impacto ambiental. Los analistas del sector turístico ven con interés cómo Marbella está manejando la tensión entre el crecimiento y la preservación de su identidad local. Si logra mantener el equilibrio, podría convertirse en un caso de estudio sobre cómo atraer capital privado sin renunciar al control público del desarrollo urbano.