Elecciones legislativas en Venezuela II
Richard Casanova • 8 de marzo de 2025
Elecciones legislativas en Venezuela ¿Participar o abstenerse? Parte II

En nuestra anterior entrega, se intentó poner el foco en las dificultades que caracterizan al entorno electoral hoy y constituyen una seria restricción a la participación.
El objetivo no era promover la abstención como una opción, sino evidenciar los obstáculos y advertir sobre la necesidad de acciones previas que cambiaran el contexto y le dieran viabilidad a la propuesta de participar.
Evidentemente, después de lo que pasó el 28J, es justificable y comprensible que el país -en principio- se muestre contrario a participar.
Era previsible el resultado de proponer esa opción "sin anestesia", es decir, sin las acciones previas antes mencionadas.
En efecto, la equivocada puesta en escena de la propuesta participacionista, la intolerancia de sectores abstencionistas y la incapacidad de diálogo, de lado y lado, no ha logrado motivar a las mayorías y solo ha conducido a un penoso espectáculo de descalificaciones, con la consecuente fractura de la oposición, lo cual debe tener al régimen frotándose las manos.
Tenemos un gobierno en condiciones deplorables, sin respaldo popular ni internacional, sin posibilidad de superar la crisis y con inmensos conflictos internos.
Pero, desafortunadamente, también tenemos en el campo opositor a un liderazgo nacional incapaz de demostrar la madurez política que requiere el momento y, por encima de sus diferencias, construir una opción unitaria para el país.
Esta es una desgracia que abordaremos después. Ahora enfoquémonos en salir del falso dilema de participar vs. abstenerse.
El verdadero debate es qué hacer para cambiar las circunstancias y generar el clima político que pueda dar sentido y eficacia a la propuesta participacionista.
O en caso contrario, que conduzca unitariamente a una alternativa, incluso a la abstención, pero como parte de un proceso y no como una reacción primaria.
Si no se hace un esfuerzo por abatir la comprensible e inmensa abstención que se prevé para las próximas "elecciones", la participación no serviría ni siquiera como "una oportunidad para organizar y movilizar a la sociedad", tal como se ha argumentado.
Los centros de votación desolados ese día no solo serán una derrota del gobierno, sino también para el país democrático, incluidos aquellos que insisten en la participación sin anestesia.
El verdadero desafío para la oposición es qué hacer para recuperar la ruta electoral, dinamitada el 28J, y evitar que una cadena de sucesivos fraudes termine por sepultar lo que queda de ella y despojar definitivamente de valor al voto como instrumento de cambio. Evitar ese escenario es el debate sustancial.
El esfuerzo debe centrarse en dotar a ambas propuestas de un planteamiento estratégico trascendente, porque en las circunstancias actuales, abstenerse o participar puede conducir exactamente al mismo resultado, y ninguna de las opciones trasciende a la coyuntura.
Nadie, ni de un lado ni del otro, ha dado una respuesta política coherente y precisa a la pregunta: ¿Y al día siguiente de las elecciones qué hacemos? Ciertamente, la abstención deja libre el terreno, facilita el avance del gobierno y conduce a la nada. Al día siguiente, ¿cuál es el saldo? ¿Cuál es el próximo paso?
El escenario no es más alentador para quienes promueven la participación desde una posición principista y sin cambiar el contexto actual, sin una estrategia que trascienda al momento electoral.
Al participar, sabemos que el saldo será negativo, no solo por las dificultades para ganar que impone la realidad, sino por la muy probable, más bien obvia, posibilidad de un nuevo fraude electoral, cuyo costo político para el gobierno es casi cero, luego de la cuota que canceló el 28J. A partir de esa fecha, nadie duda que el gobierno sea capaz de robarse las próximas elecciones.
¿Eso debe conducir necesariamente a la abstención? La respuesta es NO, claro. Pero sí debe conducirnos a asumir que recuperar la ruta electoral exige una operación política previa y que la antesala al evento electoral tendría que abrirle viabilidad política a la participación. Esta no puede ser percibida como un acto inútil o, peor aún, como un evento que contribuya a inhumar la victoria opositora del 28J o “pasar la página”. Desafortunadamente, nada se hizo para evitar esa percepción.
Además, tenemos la experiencia de lo difícil que ha sido manejar el post electoral, pese a que una amplia mayoría del país se siente victoriosa con la candidatura de Edmundo González Urrutia.
Aun así, la imposibilidad de "cobrar", la incertidumbre y la vocación represiva del gobierno mantienen desmovilizado al país democrático.
Por eso, para los promotores de la participación hoy, tampoco es sencillo responder a la pregunta: ¿Qué hacer al día siguiente? No debe ser una respuesta explícita, pues las estrategias no se divulgan, pero tiene que percibirse un planteamiento estratégico. No se trata de conocer el camino, pero sí de tener claro el norte.
No es nada nuevo que luego de un evento electoral, la organización construida tienda a diluirse y el país entre en su cotidianidad, la gente se desmoviliza políticamente para ocuparse del día a día.
Entonces, pareciera que -frente al autoritarismo- la ruta electoral es necesaria, pero no suficiente. Y para dar continuidad a la movilización, resulta obvio que ese "día a día" que ocupa al ciudadano común debe estar también en la agenda de lucha del liderazgo que promueve un cambio político.
Ahora que el panorama electoral se muestra oscuro, se ve con más claridad lo que algunos tenemos años planteando: es imprescindible darle contenido social a la lucha política. Y que el evento electoral no sea solo para conquistar o preservar espacios, sino la expresión de un proyecto de país.
Que el objetivo no sea solo derrotar a quienes ejercen el poder, sino hacer realidad un sueño colectivo, inspirado en un amplio consenso nacional. Es decir, no basta con derrotar a la incompetente, fracasada y muy corrupta "revolución bolivariana", sino que el país debe tener un horizonte que sea capaz de motivarlo y movilizarlo, más allá de la coyuntura electoral: la fuerza inspiradora “al día siguiente”.
Ahora, ¿el liderazgo nacional está trabajando en la construcción de ese gran acuerdo nacional? ¡No! Al contrario, pensando en ese objetivo, ¿en qué contribuye ese debate irrespetuoso, a veces cruento y hasta estúpido, entre participar y abstenerse? ¿Cómo ayuda a promover una visión mucho más amplia, solidaria y trascendente de la política venezolana? Un liderazgo responsable debe reflexionar sobre estos asuntos y actuar en consecuencia.
Con el apoyo de la sociedad civil, de factores internacionales y del mundo político, quizás sea momento de convocar a un gran acuerdo que pueda sacar al país de la eterna incertidumbre y darle solidez a la frágil Unidad Democrática, que logre trascender a cada coyuntura, dotar de contenido a la lucha por un cambio e inspirar a la nación en torno a un proyecto nacional amplio, participativo e incluyente.
Eso sugiere repensar la política en tiempos de autoritarismo e innovar en las formas del activismo. Es claro que seguir haciendo lo mismo jamás conducirá a un resultado distinto. ¡Dios bendiga a Venezuela!
(*) Diputado - CLEANZ / Anzoátegui.
La opinión del autor no coincide necesariamente con la de LatinPress.es richcasanova@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®

Las críticas de la “oposición al nuevo gobierno, en particular a la Presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo (CSP), resultan ser muy criticables por el hecho de que, en los seis años en los que estuvo como Andrés Manuel López Obrador (AMLO), al sentirse los Partidos, Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) “despojados del poder que detentaron casi cien años y, al no querer entender ni aceptar que, el pueblo ya estaba harto de tanta corrupción, impunidad, autoritarismo, represión, enriquecimientos ilícito, entreguismo a empresas extranjeras de todas nuestras riquezas con ayuda de mexicanos prestanombres , los ciudadanos optaron por otra opción. Esta opción se presentó con AMLO, cuyo lema de campaña era: “por el bien de todos, primero los pobres”; “barreré la corrupción, como se barren las escaleras, de arriba hacia abajo”. Eso fue más que suficiente para que los mexicanos se volcaran en las urnas en 2018 a votarle, logrando 30’113,438 votos, apoyado por el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), formado, éste, por miles de ciudadanos pues la promesa era clara: “con el pueblo todo, sin el pueblo nada”. La fuerza de este movimiento y el rechazo al PRI y al PAN se patentizó en 2024 posteriormente por CSP, que obtuvo, 35’923,969 votos. Ante esta fuerza ciudadana la “oposición”, partidariamente hablando, no supo en su arrogancia y soberbia, rescatar la confianza del pueblo, al permitir que un millonario empresario, Claudio Xavier Gonzáles Guajardo dirigiera esa “oposición” conformada por el PRI y PAN, que fueron los verdugos de los mexicanos durante tantas décadas y que se encontraban ya, en estado agónico. Su fracaso ha sido rotundo, se quedaron solos, pues sus Partidos rémoras, brincaron ni tardos ni perezosos a hacer alianza con el nuevo Partido político MORENA. AMLO, por aquello de que, “la unión hace la fuerza”, les abrió las puertas, no solo a ellos sino a todos aquellos que decidieran ingresar a MORENA, vinieran del Partido que fuera. Dos errores Gran error, se dijo, pues por años, habíamos venido sosteniendo una lucha contra un régimen que impuso la desigualdad, aumentó la pobreza, e institucionalizó la corrupción; el triunfo del pueblo fue contundente, a costa de miles de vidas, de mucho dolor y sufrimiento, ganamos una lucha de clases, no solo una votación ni una presidencia, no era pues cosa de invitar a los victimarios a ser partícipes de este nuevo gobierno del pueblo. El segundo gran error fue que, al abrir la puerta, cómo si se tratara de una fiesta, se les obsequiaran los mejores puestos a esos corruptos, advenedizos a los que se llamó: “prianistas”: Senadores; Diputados; Secretarios de Estado; Directores de oficinas; de la Secretaría de Salud; concesiones y más concesiones, mineras, carreteras, Banqueras, aeroportuarias; marítimas; permisos y más permisos a empresas para instalarse y contaminar todo lo contaminable, argumentando que, “son miles de millones de pesos que benefician al país” . Así empezaron, como en anteriores gobiernos prianistas, a surgir fraudes, desvíos, desapariciones de miles de millones de pesos y robos hasta en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y no se aplica la justicia. ¡Insólito! Se tiene la mayoría en el Congreso de la Unión y se cuenta con el apoyo del pueblo y prianistas, sin embargo se dan vuelo insultando a la Presidenta señalándole, calumniándola y disfamándola como, narcotraficante y hasta los mismos diputados y senadores morenistas y en ese mismo Poder Legislativo, sin aportar prueba alguna. Pero aun así, no se atreven a desaforarlos y demandarlos por delitos que se castigan con cárcel. A la vista de todo México y más allá de nuestras fronteras, vemos el envalentonamiento de priistas corruptos, exgobernadores y sus golpeadores amparados en el nefasto e indignante “fuero”, insultando y golpeando al Presidente de la Cámara de Senadores y ante quien se les pusiera enfrente; esos pelafustanes que mantenemos siguen ahí, gritando, ofendiendo, golpeando, insultando y cobrando sus jugosos salarios. Los mexicanos a la expectativa, están esperando se aplique la ley con todo el rigor que el caso merece y, con fuero o sin fuero se les juzgue como lo que son: unos verdaderos delincuentes. No se quiere en nuestra casa, que es el Congreso de la Unión, a personas indeseables que amenazan hasta de muerte a sus colegas ahí donde se aprueban las leyes en beneficio de los mexicanos. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de Latinpress.es Colaboración especial para LatinPress®. bnpb146@hotmail.com

San Pedro Alcántara. Marbella. - Luego del anuncio, por parte de la alcaldesa Ángeles Muñoz, sobre el presupuesto de 1.3 millones de euros para el mantenimiento y modernización de los colegios públicos, hasta finales de año, Manuel Osorio, portavoz de Opción Sampedreña, dijo que esas grandes cifras no resisten un análisis, convirtiéndose en intervenciones cosméticas, muy lejos de resolver los problemas estructurales. El concejal señaló que, al final, lo que tocará por centro son unos 40.000 euros. En términos prácticos, se trata de un presupuesto que alcanza para una capa de pintura, alguna reparación menor, pero no para sustituir instalaciones eléctricas obsoletas, renovar baños inservibles o poner fin a goteras que llevan años sin resolverse. La denuncia de OSP pone sobre la mesa un dilema político más amplio. Las familias y el profesorado exigen soluciones integrales —gimnasios funcionales, patios con sombra, sistemas eléctricos seguros—, mientras que el consistorio opta por una estrategia de visibilidad rápida: obras menores que pueden exhibirse como logros en el corto plazo. Es, en esencia, una política de escaparate. La denuncia es más llamativa cuando se observa que parte de esos fondos, según denuncia la oposición, terminan desviados hacia desbroces y limpieza de parcelas, operaciones que poco o nada tienen que ver con la mejora educativa. Osorio ha citado como ejemplo el CEIP Fuente Nueva con baños insalubres para niños de tres años y un gimnasio cerrado desde hace años. Son deficiencias que trascienden la estética y que afectan directamente a la dignidad y la salud de los alumnos. No obstante, Ángeles Muñoz ha recordado que el consistorio ha destinado ya 1,7 millones de euros en 2024 y en los primeros meses de este año, además de los 4 millones ejecutados en el mandato anterior, añadiendo otra partida de 1,3 millones para 2026. La primera edil habla así, de un total de 7 millones de euros destinados a los 40 centros públicos de primaria que hay en el municipio, lo que arroja un presupuesto por centro de 175 mil euros, pero si se considerasen los 81 centros infantiles existentes, el monto total se reduciría a los 58 mil euros, una cifra superior a la denunciada por OSP, pero escasa para solución de obras de cierta importancia.
Marbella. - El portavoz del gobierno local, Félix Romero, confirmó la aprobación para articular los mecanismos presupuestarios necesarios para hacer frente a sentencias judiciales por valor de 16,7 millones de euros derivadas de actuaciones de la época GIL, apostando, según Romero, por la opción más eficiente y menos gravosa para afrontar las deudas históricas: el Fondo de Ordenación de la Entidades Locales. Para la portavoz del PSOE Marbella, Isabel Pérez, ha desmentido estas afirmaciones del equipo de Gobierno sobre el origen de la deuda municipal. Dijo que mentían porque no todas las sentencias vienen de la época de Gil; muchas provienen de la etapa del PP, como cuando rescataron de mala manera los cementerios. Para Pérez lo que se ha aprobado es que la ciudad se endeude por 16,7 millones de euros para afrontar sentencias judiciales, mientras por otro lado, destina 19,7 millones de fondos municipales a sufragar accesos a la futura Ciudad de la Justicia, una infraestructura que, por naturaleza competencial, corresponde a la Junta de Andalucía. El resultado es un mensaje contradictorio: pedir dinero prestado al Estado para tapar deudas históricas, al tiempo que se asume el coste de proyectos que deberían estar financiados desde Sevilla. La operación ha sido calificada por portavoz, como un “regalo” al gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla. No se trata solo de un desacuerdo presupuestario, sino de una cesión de la autonomía financiera municipal, cuando un ayuntamiento financia obras autonómicas, erosiona la lógica del reparto de competencias y convierte la cooperación institucional en un desequilibrio que beneficia a unos actores políticos sobre otros. En este caso, Marbella no solo paga la factura, sino que asume el desgaste político de justificar ante sus ciudadanos por qué sus impuestos financian proyectos de la Junta. El crédito como hipoteca de futuro Los 16,7 millones que se piden al Estado a través del Fondo de Ordenación llegan con una hipoteca hasta 2041: planes de ajuste, restricciones fiscales y potenciales subidas de impuestos como el de la basura. En términos de gobernanza, este juego de equilibrios alimenta la sospecha de que las prioridades no responden tanto al interés general como a la alineación política con la Junta de Andalucía. Los fondos PIE El Pleno también dio luz verde a modificaciones presupuestarias por valor de 7,4 millones de euros para reforzar inversiones y servicios públicos en materias como playas, medio ambiente o conservación de los distritos. Según Félix Romero, esta medida se enmarca en el último cuatrimestre del año, “un periodo clave para optimizar los recursos y dar respuesta a proyectos y obligaciones antes de finalizar 2025”, sin embargo, Isabel Pérez advierte del uso de 4,6 millones de la Participación en los Ingresos del Estado (PIE). Estos recursos, transferidos desde Madrid para fortalecer servicios básicos y cohesión territorial, Pérez asegura que han sido empleados en parte para una carretera autonómica que conduce a una urbanización privada de lujo vinculada a la marca Dolce & Gabbana. El problema no es solo contable. Simbólicamente, supone desviar fondos que deberían reducir desigualdades hacia proyectos que las profundizan. Una ciudad con quejas persistentes sobre la recogida de basura, espacios públicos deteriorados y tensiones sociales no puede permitirse que sus recursos terminen reforzando enclaves exclusivos. La portavoz socialista advierte que el ayuntamiento continúa endeudándose mientras se pagan con fondos municipales obras que son competencia de la Junta, calificando a los gestores del gobierno local de improvisadores.

Marbella. - Los polígonos industriales suelen quedar relegados al margen de la agenda urbana, se consideran espacios meramente funcionales, sin el atractivo de los centros históricos ni el pulso social de los barrios residenciales. Sin embargo, Marbella parece querer dar un giro hacia la modernización de estos enclaves con la reciente renovación del alumbrado en el Polígono de La Ermita —con 170 luminarias LED de última generación—. La iniciativa parece un gesto de reconocimiento a los empresarios y trabajadores que mantienen en marcha buena parte del motor económico de la ciudad con una lógica empresarial basada en la seguridad y la eficiencia, algo que podrá mejorar mucho más con la aportación de un alumbrado más estable, uniforme y sostenible. La energía En un polígono repleto de pequeñas y medianas empresas, el menor coste energético y la fiabilidad del servicio, reduce incertidumbres. López ha informado que con la nueva luminaria habrá menos puntos oscuros, más vigilancia y mejor mantenimiento, lo que también favorece inversiones a largo plazo. En cuanto al impacto ambiental, se reducirán 35 toneladas de CO₂ al año, lo que supone ahorrar casi 23.000 euros en electricidad. La iniciativa, que se ha ejecutado sin coste directo para el Ayuntamiento, integrándose como mejora dentro del contrato de suministro eléctrico, ha supuesto la colocación de 140 luminarias de 65 y 30 de 80 vatios, en sustitución de las anteriores de mayor consumo (100 de 150 vatios y 70 de 200 vatios). “Estamos reemplazando equipos obsoletos por luminarias que multiplican por ocho su vida útil, alcanzando hasta 100.000 horas de funcionamiento. Esto significa menos incidencias, menos costes de mantenimiento y un servicio más estable para todos”, ha explicado, aseguró López. En términos de política pública, significa que los beneficios para empresarios y vecinos se alcanzan sin tensiones presupuestarias, un detalle que suma confianza en la gestión municipal. Al final, lo que está en juego es algo más que la luz que ilumina calles y naves industriales. Es la idea de que las ciudades que cuidan sus polígonos envían un mensaje poderoso: que el trabajo y la producción local no son invisibles, que son un pilar central del futuro económico.

Marbella. - El big data Brainsre.news acaba de publicar un estudio de la experta María Moreno sobre los cinco municipios más caros en España. Con un precio medio que roza los 2,8MM€ por inmueble, la ciudad andaluza ha dejado de ser un mercado turístico de alto standing para convertirse en un polo de inversión internacional de primer nivel. Madrid y Barcelona, históricamente las plazas de referencia para medir el pulso inmobiliario español, parecen haber perdido protagonismo en el segmento más exclusivo. Mientras en la capital del reino el ticket medio se sitúa en 769.839€ y en Barcelona en 963.000€, Marbella multiplica esas cifras por cuatro y por tres respectivamente. Este diferencial revela una brecha estructural: en las grandes ciudades, la demanda sigue siendo potente, pero más diversificada y sometida a tensiones regulatorias (alquiler asequible, topes a los precios, políticas urbanísticas). En cambio, Marbella se mueve en un terreno distinto, donde el producto inmobiliario ya no responde a la necesidad de vivienda local, sino a una lógica de inversión y prestigio global. Claves de este fenómeno Demanda internacional ultraprime. Marbella se ha consolidado como refugio para grandes patrimonios europeos y latinoamericanos, atraídos por su clima, conectividad y el estilo de vida mediterráneo. A diferencia de Madrid o Barcelona, el perfil del comprador no busca residencia habitual, sino segunda o tercera vivienda, pagando a menudo en efectivo y sin dependencia de crédito bancario. Escasez relativa de suelo y proyectos exclusivos. La oferta de nuevas promociones se concentra en enclaves concretos —con vistas al mar, cerca de campos de golf o urbanizaciones cerradas—, lo que eleva los precios de manera exponencial. Efecto “marca Marbella”. La ciudad proyecta una imagen asociada al lujo, al ocio de élite y a la privacidad. Ello, reforzado por un ecosistema de restauración, hoteles y servicios de alto nivel, convierte cada promoción inmobiliaria en un producto aspiracional. Flujos financieros y geopolíticos. La inestabilidad en otras regiones del Mediterráneo han redirigido capital hacia destinos como Marbella, vista como un puerto seguro para activos inmobiliarios. En Madrid y Barcelona se concentra la mayor actividad económica y cultural de España, pero también enfrentan una presión social y política sobre el acceso a la vivienda. El crecimiento en Barcelona (44% interanual) y Madrid (13,8%) es notable, aunque más ligado a la demanda de clase media-alta y a proyectos en zonas centrales. Allí el comprador busca vivir, trabajar y educar a sus hijos, lo que limita la escalada a niveles desorbitados. En Marbella, en cambio, el comprador compra estatus y exclusividad, un bien mucho más elástico en precio. El big data Brainsre.news asegura que el precio medio actual de la vivienda de obra nueva en España, está en los 4.382€m², tras registrar un crecimiento del 34% en tasa interanual y del 4,5% en los últimos tres meses. El ranking de los cinco municipios del país donde el ticket promedio para adquirir una vivienda es más elevado, coloca en el lugar número 5 a Madrid con un precio de la vivienda de obra nueva situado actualmente en una media de 769.839€, tras registrar una subida anual del 13,8%, mientras que en tasa intertrimestral se ha retraído un 5,4%. En cuanto al periodo que un inmueble de obra nueva pasa en el mercado hasta que se vende, es de 4,2 meses. Cifra que lleva bajando de manera consecutiva los últimos tres trimestres. En Barcelona, en cuarto lugar, el ticket medio de venta de vivienda de obra nueva se sitúa en máximos históricos con 962.816€, tras subir un 44,4% en tasa interanual y un 13,4% en los últimos tres meses. El tiempo de publicación es de 5,8 meses, cifra que alcanzó su máximo en el tercer trimestre del pasado año con 8,4 meses, y a partir de ahí comenzó a descender. El tercer puesto lo ocupa San Sebastián, donde en el último año, el precio medio ha crecido un 15,8%, hasta situarse en 1.055.527€, mientras que en tasa intertrimestral ha avanzado un 9,5%, según datos de big data inmobiliario Brainsre. El tiempo medio de publicación de la obra nueva en la ciudad es de 4,3 meses. Esta variable se mantuvo estable entre 2021 y finales de 2023, después aumentó hasta registrar un pico en el segundo trimestre de 2024 y desde entonces ha descendido hasta el nivel actual. El segundo municipio más caro en España es Palma, en el municipio balear, el precio de la vivienda de obra nueva se sitúa en 1,4MM€, tras registrar una subida anual del 64,1% y trimestral del 11,5%. El tiempo de publicación en la capital de la isla de Mallorca, se sitúa en 3,6 meses. Cifra que creció a raíz de la pandemia del coronavirus pero que lleva descendiendo desde el tercer trimestre de 2021. Marbella El más caro de todos los municipios españoles es Marbella, tiene los precios más altos de obra nueva en todo el país. En este municipio, el ticket medio ha aumentado un 43,5% en el último ejercicio hasta los 2,8MM€, mientras que en tasa intertrimestral ha avanzado otro 3,7%. En la ciudad el precio de la vivienda nueva se había situado por debajo del de segunda mano a lo largo de los últimos años hasta el tercer trimestre de 2024, cuando se puso por encima. Entre el segundo trimestre y el último del pasado año, el precio se disparó. El tiempo de publicación de obra nueva en la ciudad marbellí es de 4,3 meses. Cifra que ha bajado bastante desde el tercer trimestre de 2024 cuando ascendía a 7,6 meses.

Marbella. - En la ciudad las playas no son solo un espacio de ocio, son el escaparate y la marca global del municipio. Consciente de ello, el ayuntamiento ha presentado un ambicioso plan de conservación y limpieza que, más allá de la estética, busca proyectar una identidad de sostenibilidad y resiliencia frente a los desafíos del litoral mediterráneo. El programa, de tres años prorrogables por dos más, plantea un cambio de paradigma: dotación estable de personal y maquinaria durante todo el año, no solo en verano, e intervenciones rápidas ante temporales, acumulación de algas o restos vegetales. Se suma la promesa de modernizar infraestructuras con vehículos eléctricos y maquinaria avanzada, y de reforzar la identidad cultural mediante la intervención de artistas locales en torretas de vigilancia y barcas tradicionales. El trasfondo ambiental Además, las playas marbellíes no son solo arenas doradas para turistas, en ellas conviven sistemas frágiles como las dunas de Artola o la Reserva Ecológica de las Dunas de Marbella, espacios que sufren la presión urbanística y climática. El plan municipal asume también la conservación de estas áreas, aunque no detalla cómo se equilibrará el mantenimiento turístico con la protección de hábitats vulnerables. Economía y sostenibilidad Mantener playas impecables se traduce en mantener las reservas hoteleras y el flujo constante de visitantes, todo un reto para un modelo que deberá sostener la biodiversidad y resistir el desarrollo urbanístico. Los baños públicos Uno de los elementos más llamativos es la instalación de quince nuevos aseos públicos y la decoración artística de torres y barcas. Estas intervenciones, aunque puedan parecer anecdóticas, refuerzan la idea de una “experiencia de playa” más integral y con identidad local, aunque da paso a preguntarse si se está invirtiendo más en la imagen que en los problemas estructurales como la erosión y pérdida de arena. Una oportunidad estratégica Sí Marbella logra que este plan tenga éxito, podría convertirse en referente de gestión costera para el sur de Europa, donde la mayoría de municipios costeros se ven atrapados en planes de limpieza estacionales y soluciones de emergencia tras temporales. Pero si el proyecto se queda en superficie, el riesgo es que el litoral se convierta en un decorado vulnerable, brillante en temporada alta y cada vez más frágil fuera de foco. Respecto al despliegue técnico, López adelantó que, incluye furgonetas eléctricas, vehículos ATV, maquinaria de limpieza, camiones y herramientas especializadas, junto con siete tractores, cuatro máquinas limpiaplayas y otros equipos, “material que será mantenido por la empresa adjudicataria”. El servicio contará con un ingeniero y un encargado, además de maquinistas, oficiales, peones, limpiadores y responsables-capataz, “además de personal de refuerzo para los meses de mayor afluencia, caracterizándose por mantener durante todo el año una dotación adaptada que garantice un óptimo nivel de calidad”, ha apuntado.

Marbella. - La ciudad ha preparado, para el inicio del curso escolar 2025-2026, un importante y novedoso despliegue policial: 42 agentes locales distribuidos en 44 centros educativos. El operativo no se presenta sólo como un refuerzo logístico para el tráfico y las aglomeraciones en horas punta; es, en palabras de los responsables municipales, un intento de redefinir la relación entre la escuela, la policía y la comunidad. La novedad La novedad más significativa es la introducción del “policía tutor”, una figura que busca un contacto directo con los directores de los colegios y un acompañamiento más próximo a los alumnos. La idea suena cercana a iniciativas aplicadas en Estados Unidos y el norte de Europa, donde se ha debatido intensamente la presencia policial en las aulas como un apoyo a la convivencia. El Ayuntamiento de Marbella enmarca la medida dentro de un plan integral: combatir el absentismo, reforzar la limpieza de los centros con nuevo personal y, en San Pedro Alcántara, invertir 300.000 euros anuales en mantenimiento. Sobre el papel, la estrategia proyecta una visión de escuela segura, ordenada y protegida. El operativo marbellí se convierte así, en una especie de ensayo que tiene como principal objetivo reforzar la confianza de las familias en las fuerzas de seguridad. El operativo fue presentado por el teniente de alcalde sampedreño, Javier García, y el concejal del área, José Eduardo Díaz, en el colegio Al-Ándalus. Díaz ha detallado que el dispositivo “estará desplegado en las entradas y salidas, donde se producen los momentos de mayor afluencia, dando seguridad, organizando el tráfico y permitiendo que se pueda realizar el curso con normalidad”. Asimismo, el edil ha recordado que “también disponemos de una unidad de grupo de familia, que realiza labores de prevención en cuanto al absentismo y en conexión directa con el equipo directivo” y ha añadido que, desde la concejalía de Recursos Humanos se va a incorporar de cara al inicio escolar una treintena de nuevo personal para reforzar la limpieza.

San Pedro Alcántara. Marbella.- En rueda de prensa el partido Opción Sampedreña (OSP), dijo que San Pedro Alcántara y Nueva Andalucía, solo fueron un calendario político para la alcaldesa de Marbella. Los concejales Manuel Osorio y María Luisa Parra, junto a la presidenta de la formación, Mabel Domínguez, dibujaron un paisaje que contrasta con el imaginario que el turismo internacional suele asociar a Marbella: calles sucias, parques abandonados, mobiliario roto, instalaciones deportivas inseguras y una agenda cultural prácticamente inexistente. La limpieza de calles y la seguridad ciudadana, los servicios básicos de cualquier ciudad moderna, se presentan aquí como logros pendientes, dijo Oso; las más de 110 quejas vecinales canalizadas a través de OSP son la radiografía de una comunidad que percibe que el gobierno local ha bajado la guardia. Particularmente revelador es el caso de las instalaciones deportivas y del pabellón Elena Benítez, con baños inaccesibles y salidas de emergencia cerradas con candados. La crítica no es únicamente técnica, sino ética: cuando se ponen en riesgo derechos básicos —como la accesibilidad o la seguridad en un evento masivo— lo que está en juego no es un error administrativo, sino la confianza ciudadana en que su ayuntamiento actúa como garante de lo público. La cultura La dimensión cultural refuerza la narrativa de abandono, en pleno agosto, con una población flotante que multiplica la actividad y el consumo, Marbella apenas ofreció una docena de actos oficiales. Fue incapaz de desplegar una programación cultural que trascendiera un par de obras de teatro o un cine de verano tardío. El episodio del concierto de Manuel Carrasco, con 30.000 asistentes atrapados en un caos de tráfico y falta de previsión, opera como metáfora de lo que OSP denuncia: una ciudad que convoca grandes acontecimientos sin la mínima capacidad organizativa para gestionarlos. El “bochorno” no es solo logístico, es reputacional: la marca Marbella, asociada históricamente al lujo y la sofisticación, queó reducida a un atasco interminable. Pero lo más incisivo de la intervención de OSP no es la acumulación de quejas, sino la conclusión política: “No se puede gestionar peor un municipio”. La basura OSP advirtió que la suciedad de las calles cala poco en el votante ideologizado, pero lo hace y mucho en el vecino que, al sacar la basura tropieza con una alcantarilla hundida o encuentra un parque infantil en penumbras. Para los concejales la imagen de San Pedro y Marbella se jugó en los escaparates de Puerto Banús, no en la limpieza de una acera secundaria. La capacidad de un municipio de primer orden turístico no debería medirse solo por la magnitud de sus eventos o por la nómina de celebridades que lo visitan, sino por su habilidad para garantizar dignidad y seguridad en lo cotidiano. OSP ha apostado por exponer esa contradicción. El reto, ahora, es si la denuncia encontrará eco entre los vecinos y si el gobierno municipal ofrecerá respuestas más allá de la reacción defensiva. Manuel Osorio dijo que cuando son los propios ciudadanos quienes se ven obligados a limpiar sus calles, lo que está en crisis no es solo la gestión de un verano: es la noción misma de ciudadanía.

Marbella. - Tras dieciséis años en el poder, Ángeles Muñoz sigue ocupando el sillón de mando en Marbella, pero su proyecto político parece estar cada vez más desgastado. Lo que en su día se presentó como un liderazgo firme para recuperar el prestigio de una ciudad marcada por la corrupción del caso Malaya, hoy es señalado por la oposición como un modelo agotado, más cercano a la propaganda que a la gestión transformadora. La portavoz socialista Isabel Pérez ha sido clara en su diagnóstico: Muñoz “ya no va a mejorar la nota”. El símil escolar no es casual. Marbella, un municipio que aspira a jugar en las grandes ligas del turismo internacional, parece estancado en asignaturas pendientes que nunca termina de aprobar: limpieza, movilidad, vivienda asequible, patrimonio histórico, planificación urbanística. Los suspensos acumulados La lista de carencias es larga y repetitiva. A pesar de los recursos extraordinarios que el municipio recibe gracias a su potencia turística, la ciudad sufre problemas básicos de servicios públicos, como la recogida de basura. El urbanismo, que debería ser el tablero estratégico para ordenar el futuro, permanece sin nuevo plan desde hace más de una década, mientras el debate se centra en operaciones puntuales y privatizaciones cuestionadas, señaló Pérez. La vivienda se ha convertido en un examen imposible de aprobar para buena parte de los vecinos: los precios empujan hacia fuera a las clases medias y jóvenes, en una ciudad que corre el riesgo de ser un escaparate de lujo sin comunidad estable detrás. En paralelo, el patrimonio histórico –del Convento de la Trinidad a la Casa del Gobernador– se percibe como un asunto marginal para un Ayuntamiento más preocupado por grandes anuncios que por la rehabilitación de espacios con valor identitario. La economía en rojo La gestión financiera tampoco ofrece motivos para un aprobado. Mientras otros municipios liquidan deuda y ganan margen de maniobra, Marbella sigue recurriendo al crédito bancario, un movimiento que la oposición interpreta como un camino hacia la fragilidad económica. La paradoja es que, pese al músculo turístico, el Ayuntamiento no logra traducir esa riqueza en estabilidad presupuestaria ni en inversiones públicas estructurales. El riesgo del cortoplacismo Quizá el mayor reproche político hacia Muñoz es el de haber instalado a Marbella en la improvisación y el cortoplacismo. La líder socialista asegura que la ciudad vive de un brillo turístico que no se traduce en un proyecto sólido de futuro. Los vecinos perciben que los grandes problemas –movilidad, vivienda, planificación– se enuncian campaña tras campaña, pero no se resuelven. Un liderazgo en tiempo de descuento El relato que se construye en torno a Muñoz es el de una alcaldesa que aprobó con nota en sus primeros exámenes –recuperar la estabilidad tras la corrupción, devolver confianza institucional, atraer inversión privada–, pero que ha ido acumulando suspensos en las pruebas de madurez: planificación urbana, cohesión social, sostenibilidad financiera. Marbella necesita pasar de curso, dice la también diputada nacional socialista, pero la alcaldesa ya no tiene ni la energía ni las ideas para guiarla hacia la siguiente etapa.

Marbella. - En la Marbella que se vende al mundo como destino de lujo, con un modelo turístico anclado en la nostalgia de los carruajes tirados por caballos, un vídeo de apenas unos segundos ha puesto en jaque el relato oficial: un caballo cojo y visiblemente desnutrido trabajando en plena calle. La escena, difundida en redes sociales y denunciada ante la Guardia Civil, expone la tensión entre tradición y bienestar animal en la Costa del Sol. Latinpress.es sacó a la luz la denuncia del partido animalista PACMA, y su cobertura no tardó en provocar un eco en otros periódicos locales y nacionales.