Estabilización de playas
Enrique Rodríguez, Javier Porcuna y María Parra • 26 de septiembre de 2025
Cogen con el paso cambiado al PP de Marbella al presentar su moción sobre la estabilización del litoral.
Marbella. -
La política municipal, a menudo, se juega en los pequeños gestos: un discurso a destiempo o una moción mal calibrada, hace que se pierda el tipo.
Eso fue lo que ocurrió hoy viernes 26 en Marbella durante el pleno ordinario, cuando el concejal Enrique Rodríguez del Partido Popular presentó una moción sobre la estabilización del litoral un día después de que el proyecto recibiera la aprobación ambiental que llevaba años esperando.
El concejal popular llegó con la artillería preparada para exigir al Gobierno central un compromiso con las playas de Marbella y San Pedro Alcántara. Pero la realidad le pasó por delante: el proyecto ya estaba en marcha.
Su intervención, con el paso cambiado, se convirtió en un intento de salvar un terreno político que se desmoronaba bajo sus pies.
En lugar de reformular la moción para reconocer el avance, Rodríguez optó por acusar al PSOE de improvisación, atribuirse la autoría del proyecto y reclamar plazos y presupuestos. ¡Deme un presupuesto! ¡Deme una fecha! ¡Fue el PP quien presentó el proyecto!
El joven político quedó retratado como un político atrapado en una contradicción evidente.
Porque, como le recordaron tanto la oposición socialista (Javier Porcuna) como la concejala de Opción Sampedreña (María Luisa Parra), el PP gobierna Marbella desde hace 16 años y durante los ocho de Mariano Rajoy al frente de Moncloa no se movió un solo grano de arena en este asunto.
El momento más incómodo llegó cuando Javier Porcuna recordó que el exalcalde Pepe Bernal y la actual regidora, Ángeles Muñoz, ofrecieron en 2016 una cofinanciación municipal de 11 millones de euros al Ministerio de Medio Ambiente, entonces en manos del PP. La respuesta fue un “silencio sepulcral”, al fondo, en la mesa presidencial Muñoz agachaba la cabeza.
Porcuna, señor Rodríguez, la parálisis histórica del proyecto no puede atribuirse únicamente al actual Gobierno.

En toda sociedad, la autoridad constituye uno de los pilares fundamentales para la convivencia, el orden y la estabilidad institucional de un país. Sin embargo, cuando la improvisación, el inmediatismo, la avaricia y la descomposición moral se normalizan como prácticas colectivas, comienzan a erosionarse los mecanismos básicos que sostienen la gobernabilidad. El deterioro de la autoridad no ocurre de un momento a otro; es un proceso gradual que se inicia cuando los valores dejan de ser la guía y la ética se convierte en un accesorio prescindible. La improvisación es uno de los males más frecuentes en las sociedades donde no existe visión a largo plazo. Gobernantes, instituciones y también ciudadanos, actúan sin planificación, reaccionando únicamente ante las urgencias del momento. Esta ausencia de planificación crea un vacío de confianza en las autoridades, que pasan a ser percibidas como entidades incapaces de prever problemas y garantizar estabilidad. Una sociedad que improvisa está condenada a depender del azar y no del criterio, debilitando sus cimientos institucionales. Por otro lado, el inmediatismo alimenta una cultura de resultados rápidos, aunque sean superficiales o insostenibles. Este fenómeno se observa tanto en la política como en el sector privado, así como también, en la vida cotidiana de los ciudadanos. Las decisiones se toman buscando impactos inmediatos que generan aprobación o beneficios instantáneos, sacrificando la calidad y la permanencia de las soluciones. Cuando la autoridad se rige por el inmediatismo, pierde su capacidad de dirigir procesos profundos y transformadores. La ciudadanía, al ver esta conducta repetida, también adopta la idea de que lo urgente es más importante que lo correcto. A la improvisación y el inmediatismo se suma la avaricia, quizá el más corrosivo de los factores. La avaricia coloca el interés personal por encima del bien común, y cuando esta práctica se normaliza, las instituciones dejan de servir a la sociedad para convertirse en herramientas de enriquecimiento o privilegio de unos pocos en detrimento de muchos. La autoridad pierde legitimidad cuando sus líderes muestran más afán en acumular poder o recursos que en cumplir con sus funciones. La avaricia provoca desigualdad, injusticia y resentimiento social, generando tensiones y, más temprano que tarde, conducen a conflictos sociales profundos. Finalmente, la descomposición moral cierra el círculo del deterioro. Cuando las normas éticas se relativizan, cuando se justifica lo incorrecto desdeñando lo correcto, y se premia al que actúa sin escrúpulos, la autoridad moral desaparece. Un liderazgo sin autoridad moral no puede exigir disciplina, respeto ni cumplimiento de las leyes. Las sociedades donde la moral se debilita, comienzan a convivir con la corrupción, la violencia, la impunidad y el irrespeto a la dignidad humana. La combinación de estos cuatro elementos —improvisación, inmediatismo, avaricia y descomposición moral— conduce inevitablemente al colapso social. Ninguna sociedad puede sostenerse sin un marco ético y sin una autoridad legítima que inspire confianza a sus gobernados. La reconstrucción comienza cuando se reconoce el problema, se inicia un proceso firme de recuperación de principios éticos, valores morales, planificación responsable, visión estratégica y fortalecimiento institucional. Solo así podrá evitarse que las grietas actuales se conviertan en un derrumbe irreversible. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de LatinPress.es fabriziodeluca823@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®

Marbella. - La ciudad cerró noviembre con cifras que, en otros tiempos, habrían parecido improbables. En un mes tradicionalmente asociado a persianas a medio bajar y a un turismo de transición, la ciudad registró uno de los mejores balances de las dos últimas décadas, confirmando un giro silencioso pero profundo en su modelo turístico. Los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística muestran que más de 42.000 visitantes se alojaron en hoteles durante noviembre, un 31% más que en el mismo mes del año anterior. El peso del turismo internacional —más de 31.000 viajeros— no solo explica el crecimiento, sino que marca un récord histórico en pernoctaciones extranjeras para este mes. Marbella, durante años dependiente de la estacionalidad estival, empieza a comportarse como un destino de calendario completo. Detrás de las cifras hay una estrategia clara. La ciudad ha apostado por eventos de alto impacto y por segmentos que no miran el termómetro antes de viajar: competiciones deportivas internacionales, congresos globales y un turismo premium menos sensible al calendario escolar. El Ironman 70.3 y los encuentros de la Federación Mundial de Ciudades Turísticas no son sólo citas en la agenda municipal; son piezas clave de un engranaje que busca llenar habitaciones cuando antes se asumía el vacío. El resultado es visible en los indicadores clásicos del sector. La ocupación hotelera superó el 54%, la más alta desde 2021, a pesar de que hoy operan en Marbella una veintena más de hoteles que entonces. El precio medio por habitación se mantuvo en niveles históricamente altos —171 euros— y los ingresos por habitación ocupada alcanzaron un récord para un mes de noviembre. No se trata solo de más turistas, sino de turistas que gastan más. El impacto se ha trasladado también al empleo. Más de 3.000 personas trabajaron en establecimientos hoteleros durante el mes, la cifra más alta jamás registrada en noviembre. Para una economía local muy dependiente del turismo, este dato es casi tan relevante como el número de visitantes: habla de estabilidad laboral en un sector acostumbrado a la temporalidad y a los altibajos. Marbella no ha dejado de ser un destino de sol y verano, pero noviembre demuestra que ya no es solo eso. La ciudad parece haber entendido que el verdadero lujo, en el turismo contemporáneo, no es solo atraer visitantes, sino conseguir que vengan cuando antes no lo hacían. Y en ese terreno, también ha empezado a ganar la partida.

Hay una forma eficaz de medir los cambios en la vida: mirar hacia atrás. Recordar dónde estábamos hace diez, veinte o cincuenta años. Cómo era nuestra familia, nuestro trabajo, nuestra vivienda, nuestro coche; cómo era, en definitiva, nuestra vida. Quiénes éramos entonces y quiénes somos ahora. El paso del tiempo se entiende mejor así, por contraste. Es inevitable que aparezcan la nostalgia y cierta idealización del pasado, pero los cambios profundos se imponen con claridad. Saltan a la vista y resultan inapelables. Hablando de España los datos objetivos son los que son. A nivel europeo y me atrevo a decir que más allá, me es difícil encontrar una historia de éxito tan enorme como los últimos cincuenta años españoles. Hace 50 años España era pobre, inculta y subdesarrollada. Secuestrada por una dictadura y por la moral católica. Era un convento y un cuartel. Hoy al final de este 2025 España es uno de los países más prósperos, más libres del planeta y con más derechos ciudadanos alcanzados. Nuestra esperanza de vida supera los 83 años, de las más altas del planeta, y el índice de desarrollo humano que tenemos está entre las naciones con mejores condiciones de vida. Somos una democracia plural y europeísta. Tenemos una sanidad pública, universal y gratuita; una educación de calidad y disfrutamos de libertades civiles que hace medio siglo parecían inalcanzables. Nuestra renta per cápita duplica con creces la media mundial. Es un país donde las mujeres no sólo votan sino que deciden y gobiernan. Y es uno de los lugares del mundo donde amar a quienes queramos o decir lo que pensamos no nos cuesta la cárcel como antes. Medio siglo ha dado para mucho. No ha habido en la historia de España una transformación mayor que la vivida en este medio siglo. En ningún momento del pasado hubo una etapa de mayor prosperidad; nunca un período mejor que celebrar. No diré que todo sea perfecto; en ningún país lo es y aquí tampoco. Hay muchísimos temas por mejorar, como es el caso de la vivienda o las desigualdades entre nosotros, especialmente entre la infancia. Las libertades , tan duramente conseguidas , están hoy cuestionadas. La democracia también corre el riesgo de una involución autoritaria. La prosperidad económica no ha alcanzado a todos los lugares por igual. El ascensor social sigue averiado aunque casi todos los jóvenes hoy llegan a la universidad. La memoria sigue siendo la gran asignatura pendiente y a una buena parte de los españoles les molesta que se recuerde lo nefasta que fue la dictadura, el período del franquismo. Nuestro presente es muy mejorable, ciertamente. Pero si miramos medio siglo atrás, simplemente no hay color. A ojos de cualquier extranjero la trasformación de España es apreciada con admiración. No así los propios españoles que parecemos no valorar debidamente los objetivos alcanzados. ¿Por qué nos cuesta tanto a los españoles reconocer los méritos de nuestro propio país? ¿ Por qué tenemos la autoestima tan baja? Como todos los traumas, para entenderlo hay que mirar al pasado, a la muy deficiente construcción nacional española ya desde siglos atrás. No sólo no abrazamos en su día el concepto de nación que nos equiparaba a la Europa ilustrada sino que , en algunos momentos de nuestra historia nos enorgulleció aquello de que cuanto más analfabeto, más patriota. La ignorancia en el pasado y una ensalada de falsos mitos sustituyeron a un verdadero proyecto nacional con una idea de España con un futuro común. En media España de derechas, se instaló con el tiempo una idea de España enfrentada a la otra media a la que llega a tachar de antiespaña, tanto que a la izquierda esa imagen provocó una reacción, una respuesta. Se confundió federalismo ( que viene de frater, hermano) con debilidad de la nación. Se sigue confundiendo hoy en día. Por favor, miremos lo justo el retrovisor; miremos la historia de cincuenta años atrás para entender cómo hemos llegado hasta aquí. En los dos últimos siglos España perdió todas sus colonias, vivió cuatro guerras civiles, sufrió varias dictaduras, y se convirtió en una caricatura de El Quijote, alguien con sueños de una gloria pasada pero comiéndose los mocos. Y así llegó España a 1.975, con una nación de ciudadanos pero agrietada. Una patria donde quienes la celebran piensan en desfiles militares en vez de hospitales públicos o escuelas. Algunos de estos supuestos patriotas no se dan cuenta de la incoherencia que supone llevar una pulserita rojigualda en la muñeca y esconder su dinero en paraísos fiscales. Por eso nos sigue costando tanto querernos como país. Porque durante demasiado tiempo el patriotismo fue monopolio de los reaccionarios y el rechazo a la bandera fue la respuesta natural de quienes defendían la libertad y el progreso. En España, el amor a la patria se confundió con el amor a la dictadura. Tanto es así que, como vemos a estas alturas, cincuenta años después a la democracia le está costando construir su propio relato, echar raíces. El resultado es esta paradoja: un país que está viviendo su mejor época y, sin embargo, no se la cree. Superar esta contradicción no exige olvidar el pasado sino comprenderlo. Mirarlo de frente, sin miedo. Recordar de dónde venimos es la única manera de saber quiénes somos. La historia de España no es solo la de sus reyes ni las de sus guerras inciviles sino también la de quienes lucharon por la libertad, por la ciencia, la cultura, la justicia y la igualdad. Ahí está la verdadera herencia nacional que deberíamos reivindicar. Tenemos motivos de sobra para recuperar nuestra estima, nuestro patriotismo español. No permitamos que España sea propiedad privada y la registren a su nombre. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de Latinpress.es. emonte7@hotmail.com Colaboración especial para LatinPress®

Marbella. - El Ayuntamiento ha aprobado hoy, en Pleno extraordinario, de forma definitiva, con los votos a favor del equipo de Gobierno y en contra del resto de grupos políticos, el presupuesto municipal para el ejercicio 2026, que asciende a casi 450 millones de euros y entrará en vigor el 1 de enero. La alcaldesa, Ángeles Muñoz, ha subrayado que, tras la exposición pública, se han analizado y resuelto las alegaciones presentadas, “incorporando aquellas que corregían errores materiales o aportaban mejoras desde el punto de vista técnico”. “ La oposición presentó alegaciones sin un verdadero trabajo detrás ”, dijo Muñoz, calificando, como a los de 2025, como “los más sociales, más rigurosos y los mejores. Las cuentas contemplan un incremento del 18% (12MM€) en la delegación de Derechos Sociales. De nuevo aparece aparcamiento en el Albergue África (8MM€), la Ciudad de la Justicia y las futuras instalaciones para Policía Nacional y Guardia Civil. Además, en San Pedro Alcántara se ejecutarán actuaciones con una inversión global de 70MM€. La alcaldesa ha señalado que en 2026 se acometerá la rehabilitación integral de la Casa Consistorial, en la Plaza de Los Naranjos, con una inversión de 3,8MM€. con una duración de ocho meses. En cuanto a las alegaciones del PSOE Marbella, presentadas por Isabel Pérez, que pedían mejorar el acceso a la vivienda, fueron rechazadas por el PP local. No fue un no rotundo, ni siquiera un no claro. Al responder a las alegaciones del Partido Socialista, Muñoz no negó las propuestas, más bien las dejó caer por agotamiento verbal: “ Cuando usted presenta alegaciones por 10 millones dentro de un presupuesto de 450… ”, comenzó, como si la aritmética pudiera sustituir al argumento. A partir de ahí se fue deshilachando. “ A ustedes les cambian los presupuestos de arriba abajo, ni de abajo arriba; no se los han leído … (spoiler) El cierre fue aún más revelador: No han presentado nada. El no ya estaba decidido, solo faltaba encontrar una forma ordenada de pronunciarlo, pero Muñoz no la encontró. No fue un rechazo por incompatibilidades legales, falta de financiación o prioridades distintas, no hubo nada de eso. Por ello la alcaldesa se volvió un lío al no saber cómo justificar su decisión. El gobierno local en lugar de abrir un espacio de negociación, blindó su presupuesto, asumiendo el coste político de aparecer como un ejecutivo poco permeable al diálogo y, respondiendo de manera atropellada. La postura de Ángeles Muñoz no fue un gesto técnico ni un desacuerdo contable, se ha tratado de una decisión política, con implicaciones que dibujan con nitidez el modelo de ciudad que el gobierno local está dispuesto a impulsar. Las propuestas socialistas, valoradas en algo más de 10,6MM€, estaban concentradas en un eje claro: vivienda y políticas sociales. No planteaban aumentar el gasto global, sino redistribuirlo, retirando fondos de partidas de publicidad institucional y de obras que el PSOE considera impropias por corresponder a la Junta de Andalucía como la carretera de Istán que da acceso a la urbanización Dolce Gabbana. El PP, sin embargo, optó por un rechazo total, sin incorporar ninguno de los planteamientos. Tampoco prosperaron iniciativas dirigidas a colectivos vulnerables: personas sin hogar, familias con dificultades de conciliación, personas con diversidad funcional o colectivos LGTBI. El rechazo afectó a todo un paquete de medidas que buscaban reforzar el papel del ayuntamiento como red de protección social. Iniciativas para mejorar la iluminación de las calles con una inversión de 300.000 euros, un Plan Municipal de Atención y Pernoctación para Personas Sin Hogar dotado con 459.034,73 euros, y medidas para favorecer la conciliación familiar y laboral por valor de 273.834,82 euros, que incluían el aumento de plazas en guarderías municipales y la puesta en marcha de ludotecas públicas, también fueron rechazadas.

Marbella. - La delegación de Movilidad del Ayuntamiento ha realizado su balance del año, destacando el incremento del uso del transporte público, que ha alcanzado “una cifra récord de 6,8 millones de viajeros. Félix Romero ha subrayado el intenso volumen de trabajo y las constantes dificultades que se presentan y se resuelven a diario. Los más de 6,8 millones de viajeros registrados en el transporte público de Marbella durante 2025 son, sin duda, una cifra llamativa. Hablan de uso, de aceptación y de una política municipal que ha sabido incentivar el autobús con una herramienta poderosa: la gratuidad para los empadronados. Sin embargo, los grandes números también pueden ocultar las grietas del sistema. La primera de ellas es estructural: el crecimiento del uso del transporte público no ha ido acompañado de una reducción clara y medible del tráfico privado. Marbella sigue siendo una ciudad dominada por el coche, especialmente en horas punta y en temporadas de alta ocupación turística. Parte del problema reside en la geografía urbana. Marbella es larga, fragmentada y dependiente de ejes viarios saturados. El transporte público mejora, pero sigue siendo poco competitivo en tiempos de desplazamiento frente al vehículo privado en trayectos interurbanos o transversales. Para muchos residentes, el autobús es gratuito, sí, pero sigue siendo lento. Además, la gratuidad no ha supuesto que cada uno de esos 6,8 millones de viajes representen la misma caída de desplazamientos en coche. En muchos casos, son desplazamientos que antes se hacían a pie, o trayectos cortos multiplicados por la ausencia de coste, es decir, el éxito cuantitativo del transporte no ha sido posible de cuantificar en cuanto a la presión ambiental. No obstante Romero ha asegurado que con las láminas fotocatalíticas en vehículos del transporte colectivo y escolar, se ha podido eliminar hasta el 95% de la polución y, que está en nuestras manos el control de la calidad del aire por medio de los sensores instalados accesibles mediante códigos QR en marquesinas. Otro punto débil es la intermodalidad. Marbella carece aún de una red eficaz de conexión entre autobús, taxi, bicicleta y aparcamientos disuasorios. El estacionamiento regulado ordena el espacio, pero no siempre funciona como incentivo real para dejar el coche y continuar en transporte público. La ciudad sigue pidiendo al ciudadano que elija entre sistemas, no que los combine. En cuanto a la tecnología, los avances existen —apps, tarjetas, sensores—, pero la experiencia del usuario sigue siendo irregular. Sobre la información en tiempo real no siempre es fiable, las frecuencias no se adaptan con rapidez a incidencias o picos de demanda y la percepción de saturación en determinadas líneas persiste, especialmente en verano y en zonas como San Pedro Alcántara, Nueva Andalucía o el eje de la A-7. El taxi, aunque reforzado con subvenciones y nuevas licencias, también refleja una tensión no resuelta: más vehículos no siempre equivalen a mejor servicio si no se acompaña de una redistribución eficiente por zonas y horarios. La escasez puntual, especialmente nocturna o en eventos, sigue siendo una queja recurrente. Y luego está el gran ausente del balance: el peatón. La inversión en señalización y semaforización es notable, pero Marbella continúa arrastrando déficits en continuidad peatonal, cruces seguros e itinerarios accesibles en barrios periféricos. La movilidad sostenible no se mide solo en viajeros transportados, sino en la facilidad para moverse sin coche, sin autobús y sin miedo. En definitiva, la política de movilidad de Marbella ha avanzado, pero todavía no ha cambiado el modelo. Ha hecho más amable el transporte público sin hacerlo plenamente competitivo. Ha sumado usuarios sin restar coches. Ha invertido en tecnología sin resolver del todo la experiencia diaria del desplazamiento. Romero señaló la importancia de la tarjeta municipal de movilidad gratuita que ha alcanzado las 93.000 activas, tras registrar 11.500 nuevas altas, así como el importante ámbito del transporte escolar y universitario al que ha dado una cobertura a más de 900 usuarios de 24 centros a través de 37 rutas.

Marbella. - La Policía Nacional ha desarticulado una organización especializada, presuntamente, en dar vuelcos a otros narcotraficantes. La investigación ha permitido frustrar “in fraganti” un asalto armado a una “guardería”, situada en la localidad de Benalmádena, en la que se ocultaban casi dos toneladas de hachís. Han sido detenidas cuatro personas como integrantes del grupo especializado en cometer los asaltos así como el hombre que custodiaba la droga en la vivienda; además se han practicado cuatro registros domiciliarios en las localidades de Benalmádena, Estepona y Benahavís, en los que se hallaron efectos que podrían considerarse un “kit de vuelcos”. La operación se inició cuando los agentes, que realizaban una investigación sobre este grupo criminal especializado en sustraer sustancia estupefaciente a otros narcotraficantes, se percataron de que estaban planificando un asalto a una vivienda en la que se ocultaban casi dos toneladas de hachís. Los asaltantes llegaron a la “guardería” a bordo de una furgoneta y, mientras uno de ellos se quedaba al volante de la misma, los tres restantes cubrían sus rostros con pasamontañas y accedían al interior. Una vez dentro de la vivienda, los miembros de la organización golpearon violentamente a la víctima y la maniataron con bridas, mientras lo amenazaban con armas de fuego. Tras obtener las llaves de la vivienda y el mando del garaje accedieron al parking con la furgoneta y, con la víctima maniatada, los asaltantes comenzaron a cargar en el vehículo los fardos de hachís que la organización guardaba en la vivienda. Ante la inmediatez de la acción criminal, y el riesgo para la vida de la víctima, se estableció un dispositivo policial urgente para acceder a la vivienda en dos grupos. Uno de los equipos accedió por la puerta principal y se encontró al hombre maniatado y con claros signos de haber sido golpeado, por lo que se le dio asistencia y se le liberó de las bridas que sujetaban sus manos. De forma simultánea observaron que los asaltantes, sintiéndose cercados por los agentes, se lanzaron por la terraza de la vivienda hacia la propiedad vecina para huir a la carrera hacia una de las puertas peatonales de la urbanización. Tras una persecución a pie se logró interceptar y detener a los cuatro integrantes de la organización criminal. Además, una vez que el hombre que custodiaba las dos toneladas de hachís fue asistido, se procedió igualmente a su detención. Kit de vuelcos Los agentes llevaron a cabo cuatro registros domiciliarios en las localidades de Benalmádena, Estepona y Benahavís, donde intervinieron un “kit de vuelcos” compuesto, entre otros efectos, por un revólver, un lanzadestellos policial, armas de fuego simuladas, inhibidores y detectores de frecuencia, localizadores GPS, pasamontañas, guantes, chalecos reflectantes, bridas y herramientas de apertura.

Marbella.- En un debate presupuestario marcado por grandes cifras, infraestructuras visibles y acusaciones cruzadas de propaganda, el Grupo Municipal Socialista ha decidido mover el foco presentando sus alegaciones a los presupuestos de Marbella para 2026, valoradas en algo más de 10,6 millones de euros. La portavoz socialista, Isabel Pérez, ha destacado que no se articulan como una enmienda técnica aislada, sino como una impugnación del modelo de prioridades del gobierno local. Isabel Pérez no ha suavizado el diagnóstico. Ha calificado las cuentas elaboradas por el equipo de Ángeles Muñoz como un “auténtico desastre” y ha defendido que, más que corregirse, deberían rehacerse. Aun así, el PSOE opta por una estrategia pragmática: introducir propuestas concretas que reorienten el presupuesto hacia lo que consideran las verdaderas urgencias de la ciudad. El eje central es la vivienda. Cinco millones de euros para un Plan Municipal de Vivienda Asequible y 1,1 millones en ayudas al alquiler de larga duración constituyen el corazón de las alegaciones. En una ciudad donde el mercado inmobiliario ha expulsado progresivamente a residentes de renta media y baja, el PSOE plantea una intervención municipal directa para frenar lo que describe como un proceso de desarraigo social. A diferencia de los grandes desarrollos urbanísticos anunciados en otros ámbitos del debate municipal, las propuestas socialistas no miran al largo plazo del planeamiento, sino al presente inmediato de las familias, jóvenes y trabajadores que no pueden asumir los precios del alquiler. La vivienda deja de ser una promesa futura y se convierte en una política de emergencia. El segundo gran bloque de las alegaciones se sitúa en las políticas sociales. El PSOE propone reforzar la atención a personas sin hogar mediante un plan específico de pernoctación y acompañamiento, ampliar las ayudas a personas con diversidad funcional y fortalecer a entidades sociales que operan en el territorio. La lógica es clara: ampliar la red de cuidados municipales en un contexto de creciente desigualdad urbana. A ello se suman medidas de conciliación familiar y laboral —con inversión en guarderías y servicios complementarios—, formación específica para la atención al colectivo LGTBI y una apuesta por la creación de una Escuela Municipal de Hostelería. Esta última propuesta conecta lo social con lo económico: mejorar la empleabilidad en uno de los sectores estratégicos de Marbella sin depender exclusivamente de la iniciativa privada. Las alegaciones incluyen también una partida destinada a la conservación del patrimonio histórico en riesgo de derrumbe, un recordatorio de que la política social no se limita a las personas, sino también a los espacios que configuran la identidad urbana. Para financiar este paquete, el Grupo Socialista plantea una redistribución interna del presupuesto: reducir partidas de publicidad institucional y retirar fondos de obras que consideran competencia de la Junta de Andalucía, como determinadas infraestructuras viarias. El planteamiento no es aumentar el gasto global, sino cambiar su orientación. Más allá de si el equipo de gobierno acepta o no estas propuestas, las alegaciones cumplen una función política clara: fijar el marco del debate. Frente a un presupuesto que la oposición acusa de centralizado y orientado a la imagen, el PSOE coloca la vivienda y los cuidados como línea divisoria. No es solo una discusión contable, sino una disputa sobre qué tipo de ciudad quiere ser Marbella y a quién deben servir prioritariamente sus cuentas públicas. El presupuesto aún no está cerrado. Pero el relato sí empieza a definirse: entre quienes defienden la estabilidad y la gestión continuista, y quienes reclaman que las cifras reflejen, de forma más directa, las tensiones sociales que atraviesan la ciudad.

Antonio Saravia, nuestro Libertario, sospecha que el actual gobierno cree tener una bola de cristal que le permite saber cual será el precio internacional del petróleo de aquí hasta junio próximo. Se refiere a la decisión del gobierno, en el DS 5503, de fijar el precio de los derivados del petróleo para el mercado interno por seis meses, en lugar de dejarlo flotar según el precio internacional del crudo. Saravia sabe que, en este momento, cuando el precio del petróleo está de bajada, un litro de gasolina cuesta en Nueva York 82 centavos de dólar, es decir el equivalente de Bs 5,56, cuando en Bolivia se cotiza ahora en Bs 6,96. ¡Estamos pagando por la gasolina más que un neoyorquino! Si se aplicaba el precio internacional, el aumento hubiera sido solamente de Bs 3,74 a Bs 5,56. Para resignarnos hay que recordar que Estados Unidos es el tercer exportador de petróleo del mundo y Bolivia dejó de producirlo desde que llegó el MAS. Por supuesto que el gobierno tiene motivos de peso para haber tomado esa decisión, en lugar de liberar los precios y dejarlos fluctuar según cómo vaya el precio internacional del crudo. La crítica del Libertario es que el gobierno ha tomado la decisión de eliminar la subvención, algo que él apoya, pero la mantiene al fijar el precio que tendrá la gasolina (y todos los combustibles) por seis meses. Otra crítica que tiene Saravia es a la decisión del gobierno de no cerrar todavía ninguna de las 45 o más empresas estatales deficitarias y cerradas, creadas por el cocalero Morales y luego por Luis Arce sólo para contratar a sus seguidores, que siguen cobrando salarios, aunque no trabajen. La observación de Saravia es que el gobierno ha cargado sobre las espaldas de los ciudadanos un pesado fardo, pero que debería ponerse al hombro por lo menos alguna mochila, como la de encarar el cierre de las empresas quebradas. A esa mochila habría que añadirle algunos pesos, como la toma del Chapare y de su gobernante, la liberación de los 350 presos políticos por las causas de “golpe I” y “golpe II”, y que están presos “por el capricho” del cocalero Morales, según admitió Luis Arce hace un año. Dice el ministro Marco Antonio Oviedo que lo del Chapare se resolverá, como Dios manda, a partir de enero, cuando será cambiada la política frente a los cocaleros y los narcos. En suma, lo que dijo el ministro es que en enero comienza a actuar la DEA. El gobierno paraguayo ha autorizado la instalación de bases militares de Estados Unidos en su territorio y el ecuatoriano ha hecho lo mismo en el puerto de Manta. La nueva estrategia hemisférica de EEUU es abrir bases militares en toda la región. Welcome. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de LatinPress.es vacaflorhumberto@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®

Con la valentía de siempre, Julián Assange se enfrenta de nuevo al imperio, al criticar y denunciar a la Fundación del Premio Nobel por haber dado el de la Paz a la derechista María Corina Machado y violar con ello los principios que impuso Alfred Nobel al dejar la herencia de ese premio. Caso que habíamos denunciado hace una semana en nuestra crónica, desde la perspectiva del uso político que había hecho esa fundación. La denuncia ha retumbado en el mundo, cuando en contradicción, oponiéndose en muchos sentidos, otro personaje como Gustavo Petro, el mandatario colombiano, asegura que invitó a la señora mencionada a su país a la par que se alía de esa manera con Donald Trump (el miedo no anda en burro), para oponerse a Nicolás Maduro, al que califica de dictador. Por otra parte, al mismo tiempo se menciona en algunas redes y medios, la presentación del libro del periodista Humberto Musacchio: Cállense, los Nuevos Rostros de la Censura (edición 2025). Todas esas quejas que contiene el libro más de 50, curiosamente y al parecer, han surgido en los dos últimos gobiernos pese a la represión anterior y la censura que comprobé de cerca en muchas ocasiones. Y que ahora en estos tiempos se denuncia públicamente, cuando coincide con la cancelación de dádivas económicas, que tanto han afectado a cierto sector del periodismo. ASSANGE, CUANDO LA IMPORTANCIA DE NO CALLARSE, ES URGENTE Y VÁLIDO El mundo conoce lo fundamental de las denuncias que llevaron a Assange a la prisión y al peligro incluso que pudo haberlo llevado a Estados Unidos con terribles consecuencias. Ahora, liberado y en plena acción debe recordar que en aquellas denuncias que hizo, entre miles, había algunas sobre los fines y propósitos de los imperios para adueñarse del mundo. Ahora lo que está pasando de manera tan clara en América, cuando ya hay evidencias peligrosas de una invasión y de un inicio que no augura nada favorable, ratifica aquellas denuncias y sale de nueva cuenta con un señalamiento fundamental: facilitación de crímenes de guerra impulsados nada menos que desde la Fundación del Premio Nobel, un organismo que fue creado para impulsar la paz. PERIODISTAS QUE DENUNCIAN ¿HABRÁN LEÍDO LA CONSTITUCIÓN Como periodista de muchas décadas, nunca he sido censurada en los dos últimos sexenios. Ni en medios importantes por los que he pasado ni en otros más sencillos. Pese a un periodismo de abierta denuncia, en el que uno se puede equivocar en datos, pero no en verdades. Las otras denuncias, las actuales de comunicadores, las locales, las que aparecen en el libro de Humberto Musacchio, no las he leído aún y no dudo que algunas sean justas. Pero después de ver algunos nombres publicados que usan la libertad de expresión a diestra y siniestra, me sorprende que se quejen. Me preocupa además ver el nombre de una periodista llamada Yuriria Sierra que se queja. Recuerdo y lo publiqué y mencioné en varias ocasiones que la señora entre broma y serio, publicó que AMLO presuntamente, debería de ser asesinado. Es público que la señora jamás fue reconvenida. Leí algunas de las ofensas de las que se quejó la gobernadora de Campeche e hice una crónica para defenderla porque considero que todo se puede decir de diferente manera. He leído parte de las muchas ofensas que le hacen a Claudia Sheinbaum como funcionaria pero también como mujer y no se si los denunciantes tienen que ver o han denunciado a los que las publican. Sería importante saberlo, porque ante la exigencia de un derecho, está la exigencia de no callar cuando alguien es ofendido Y así por el estilo. La Constitución es muy clara en sus limitaciones y creo que la mayoría de los periodistas de las denuncias deben haberla leído. Ojalá les pueda servir. La opinión del autor no coincide necesariamente con la de Latinpress.es Colaboración especial para LatinPress®. laislaquebrillaba@yahoo.com.mx

Pareciera que la estrategia diseñada por Donald Trump para debilitar a Nicolás Maduro, le está dando oxígeno político. La ofensiva militar bajo la bandera del narcotráfico y la seguridad de los EE.UU., ha desplazado el eje central del conflicto —el fraude electoral y la erosión democrática— hacia un terreno mucho más favorable para el dictador. Poco a poco el bloqueo marítimo y aéreo para presentar a Maduro como un criminal internacional ha ido perdiendo credibilidad, dando paso al viejo conflicto entre imperialismo y soberanía. Trump ha logrado que Maduro no aparezca como el más grande usurpador del sistema democrático venezolano, sino como un líder de la izquierda latinoamericana asediado por el imperio. El régimen sigue en pie, el control interno se ha reforzado y las alianzas con actores como China y Rusia han permitido amortiguar los efectos del aislamiento. Además, lejos de debilitar al poder bolivariano, ha contribuido a cohesionar al chavismo y desplazar la conversación internacional desde la democracia hacia la seguridad. La política exterior de Trump parece obedecer a una regla muy simple: cuanto más “malo” es el adversario, peor castigo hay que infligir. Para eso los asesinatos a lancheros, un submarino nuclear y el portaaviones más grande del mundo. Exagerado, ¿no? Un Maduro criminal, narcotraficante, terrorista, ya no es un político, así que lo que cabe es la fuerza de la policía para detenerlo, no para recuperar la democracia. En ese terreno el chavismo sabe moverse bajo la épica antiimperialista, y mientras tanto, el fraude electoral de julio de 2024 —el núcleo del problema— queda relegado y con él, el discurso de la oposición venezolana. Ahora parece que Maduro es más bueno y que su pecado es ser narcotraficante, no un ladrón de elecciones. Trump ha olvidado, con la misma rapidez que las comenzó, las sanciones directas al cogollito de Maduro, quizá porque fue idea de Obama y Biden. También menosprecia la cooperación europea, la de la ONU y la de la OEA. Incluso es tan torpe que utiliza los gobiernos de Brasil y Colombia para atacar al socialismo en la región. Lo peor es que Maduro que debería estar aislado políticamente, parece blindado simbólicamente. Trump ha cerrado cualquier salida negociada lo que ha empujado a Maduro a reforzar el control interno con la excusa de la amenaza externa. ¡Menudo error el del hombre naranja! La oposición venezolana es, quizá, la principal damnificada de este giro. Su relato sobre la dictadura y la libertad, ha quedado atrapado en un complicado dilema: Si apoya la ofensiva estadounidense, es un agente del imperio, si la crítica, entonces están blanqueando al régimen. Es decir, ya no es un actor principal sino colateral. Si Corina Machado y Edmundo González Urrutia se acercan mucho a Washington, están a favor de la guerra contra el narcotráfico, no contra el fraude; si están a favor de nuevas elecciones, serán ambiguos y traidores a la patria. Parece que la única salida es politizar la crisis: devolverla al terreno de la democracia, del voto robado y de las instituciones secuestradas. No al bloqueo general, no a la intervención militar; sí al reconocimiento electoral, al fortalecimiento de sindicatos, prensa y sociedad civil, y a la presión internacional coherente. La política maximalista de Trump no deslegitima al régimen venezolano, lo está revitalizando.